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Bebedero para pájaros de cemento

A veces, de los errores, salen cosas que no están del todo mal. Me explico. Este verano intenté hacer algunos recipientes para el jardín construidos con algo que se conoce como hypertufa pero no tuve mucho éxito y lo cierto es que no persistí en el intento. Tendré que volver a intentarlo cuando pase el frío fuerte.

La cuestión es que me había llevado al jardín secreto todos los bártulos. La carretilla, pala, saco de cemento, arena, turba, vermiculita y tenía ya todo lo que precisaba para hacer estos recipientes. Hice uno que quedó precioso pero mi impaciencia dio al traste con la prueba. Se rompió!! Si es que a veces no tengo espera. A ver si me hago mayor y me atempero un poco ajjajajaj (más mayor quiero decir! ;))

No era cuestión de devolver todas las cosas a su sitio sin haber logrado nada, eso me hubiera frustrado mucho, así que me dio por intentar hacer un bebedero de cemento.
No quería un cemento liso y pulido que tuviera una apariencia artificial en el jardín. Pretendía un cemento con aspecto rugoso, áspero, con oquedades dónde con el tiempo se acumulara la tierra, la humedad, incluso alguna semilla y que pudiera "envejecer" con mayor facilidad.

Como en realidad no tenía muchas esperanzas de que me quedara bonito no hice fotografías de todo el proceso. Pido disculpas!1 
Pero os explico más o menos el proceso:
1.- Su realización fue muy simple y sencilla. Usé como molde un gran barreño de los que se suelen tener en los lavaderos. Bastante profundo.
2.- A continuación recorté en forma de corazón un trozo de esponja floral (material que suele ser verde, una especie de espuma densa que se usa para hacer arreglos florales y que se puede encontrar en los chinos).
3.- Pero quería que este corazón tuviera en su base una especie de hueco para que cupiera más agua y que pudiera usarse como bañera si los pájaros decidían darse un baño. A la vez, pensé que depositando pequeños guijarros en él embelleciera el recipiente y serviría para formar una especie de rampa que animara a los pájaros a meterse en el agua sin peligro de ahogarse. 
De modo que recorté un trozo bastante informe también de esponja floral para colocarlo debajo del corazón.

4.- Forré con una bolsa de basura el barreño cuadrado (para luego,  una vez seco, poder extraer fácilmente el bebedero).
5.- Hice la mezcla de cemento (una palada de cemento, dos de arena, una de grava y algo de agua). Usé arena bastante gruesas para darle mucha textura a la mezcla.
6.- Deposité una buena capa (5 cm) en el fondo del barreño. Puse en el centro el trozo de espuma floral que luego sería el "hueco" bajo el corazón. Agregué más cemento al barreño hasta llegar a la altura que quería el corazón.
7.- Puse sobre el trozo de espuma floral de abajo, el corazón y rellené todo a su alrededor con cemento.
8.- Como la mezcla tenía grava algunos pequeños guijarros aparecieron arriba pero yo quería que algunos de ellos se vieran limpios, así que, antes de que la mezcla secara introduje algunos guijarros en la superficie del cemento.
9.- Procuré que la parte superior del bebedero no resultara lisa si no que tuviera pequeños desniveles. Incluso con un cuchillo practiqué alguna grieta.
10.- Esperé una semana (esta vez quería asegurarme  ajjajaja y que no se me rompiera) y tirando de la bolsa de plástico con la que forré el barreño saqué el bebedero. Pesa como un muerto!! Lo puse boca abajo para que se secara bien por la zona que había estado en contacto con el plástico y lo dejé unos cuantos días antes de manipularlo.
En fin, a falta del recipiente de hipertufa que era mi verdadero proyecto (y que no desisto de lograr jajajaj), hice este bebedero que creo que no quedó del todo mal.
Lo he tenido medio abandonado allí dónde lo hice, en le jardín secreto echando constantemente agua en él para que el cemento se lavara bien. No es cosa de dar de beber agua tóxica a los pájaros. Verdad? :)
Pero el otro día decidí ya buscarle un buen lugar para usarlo para el propósito para el que lo construí. 
Brrrr qué aspecto tiene ahora el jardín! El normal en esta época, claro. Es casi casi invierno!!! Pero qué hermoso está el suelo en diciembre... el acolchado se cubre con las hojas de los olmos y da un aspecto tan precioso! Cuanta belleza hay siempre en el jardín...no importa el momento, siempre hay hermosura en él.

Cerca de un banco de piedra que tengo en el margen del camino que recorre el seto norte creo que quedó bien. Tiene la sombra de la encina, lo que impedirá que el agua se evapore demasiado deprisa y que, en verano, se mantenga más o menos fresca. Además, las ramas de la encima que no es muy alta, servirá para que los pájaros huyan hacia ellas en el caso de que venga algún depredador.
Pero además, este seto tiene instalado riego por goteo así que he aprovechado y he ubicado el bebedero por debajo del nivel de una tubería de modo que uno de los goteros, cuando esté en funcionamiento el riego, dejará caer agua sobre el bebedero. Así, si me olvido de llenarlo, el propio riego lo hará por mí. Con limpiarlo bien con la manguera a presión una vez cada pocos días, los pájaros de mi jardín tendrán otro espacio dónde darse un refrescante baño en los calurosos días de verano y dónde tomar un trago de agua. 

Con el tiempo se integrará mejor cuando vaya envejeciendo. Se verá menos artificial. Eso pienso. Ya veremos. Os gusta cómo ha quedado? A mí no me disgusta. Quizás demasiado pequeño. No?

NOTA. Quizás alguno de vosotros quiera saber qué hay que tener en cuenta a la hora de ubicar y construir un bebedero para los pájaros del jardín. Aquí tenéis un enlace a un artículo que habla de esto.

Proyecto de una terracita en zona del jardín con pendiente

No se puede pretender cambiar totalmente el suelo de un jardín pero sí podemos modificarlo en parte. Yo lo hago aportando materia orgánica constantemente sobre el suelo de todos los arriates y más radicalmente llenando los hoyos de plantación con mezclas de sustratos que animen al desarrollo de las raicillas recién plantados los rosales y arbustos (bueno, vivaces también).
Sé que tarde o temprano las raíces deberán adentrarse en el suelo original y que no siempre será grato para ellas porque el hoyo, por muy generosa que sea yo excavándolo, tiene un límite. Una vez ocupen este espacio no les quedará otra que empezar a entrar en un medio más hostil.
He leído que hay jardineros que no están de acuerdo con esta práctica porque argumentan eso, que a la larga, no les quedará más remedio que crecer en el suelo que hay y se limitan por tanto a intentar modificar en lo que pueden el suelo original en general sin modificar en exceso el hoyo de plantación.
Sí, así es, pero creo que no tiene las mismas posibilidades de desarrollo e incluso de supervivencia una plantita con un diminuto cepellón (Que es como las solemos comprar) que tan pronto está en el suelo tiene que animarse a sacar raíces hacia un suelo poco amigable, que un ejemplar con un cepellón ya bien desarrollado que ha tenido el tiempo de una o dos temporadas para ir aclimatándose al jardín y que dispone inicialmente de espacio a su alrededor con un suelo dónde le resulta fácil generar más raíces. Bueno, esto es mi opinión y de momento haciéndolo así me está dando buenos resultados en general.
Digo todo esto porque cada plantación que realizo supone la extracción de una buena cantidad de tierra que, dado que mi jardín tiene un suelo de tan pésima calidad, no resulta aprovechable.
Cuando estás al inicio de la creación del jardín cualquier otro espacio es bueno para ir dejando esa tierra de poca calidad, pero  el problema comienza cuando el jardín ya está formado en sus líneas principales. Qué hacemos con esa tierra? Dónde la dejamos? 
Sacar este material del jardín supone ir llevándolo en sacos a los puntos limpios de nuestra localidad. Ello precisa de tiempo, gasto de gasolina y esfuerzo.
De otra parte, y este es el tema que quería tratar hoy, están las circunstancias concretas de este rincón que deseo crear siendo como es un jardín implantado en una parcela con pendiente. En este caso dos son los problemas con los que tengo que lidiar:
- La inexistencia de suficiente espacio en plano para depositar mesa y alguna silla más por el problema de la pendiente del suelo.
- Ramas demasiado bajas de un enebro que se halla sobre este espacio.
Para mí los desniveles y pendientes permiten jardines mucho más interesantes. Posibilitan la creación de rincones, terrazas, recovecos, caminos... con una belleza que desde mi punto de vista no logra nunca un jardín totalmente plano. Indudablemente tiene más interés un jardín que se tiene que recorrer para llegar a conocerlo entero que uno en el que desde cualquier punto puedes visualizar la totalidad del mismo.
Si bien es verdad que son jardines en los que se tiene que invertir mucho más tiempo, esfuerzo, materiales y dinero para crearlos, el resultado no es comparable.
Pero como todo en la vida, a veces una ventaja también supone unos contras. Crear en este tipo de jardines como el mío, zonas de descanso, terrazas, espacios para ubicar mesas y asientos, no siempre es fácil y supone la inversión de un esfuerzo añadido.
Este es el caso de la zona central del jardín. En él hay un gran enebro que por haber crecido desde el inicio en una gran pendiente, se desarrolló con bastante inclinación hacia la zona baja del jardín.
Tanto es así que la mitad de su copa, la que está orientada al sur, tenía su parte más baja excesivamente cerca del suelo.
Este espacio bajo el enebro creo que puede convertirse en un centro de interés en mi jardín. Bordeado en su parte baja por un arriate de rugosas es un punto del jardín desde el que se divisa buena parte del centro del jardín así como el portón de madera que da acceso al huerto. Me encanta!!
En primavera, cuando el calor es más soportable, muchas veces me traigo los platos aquí y como sobre una pequeña mesita que coloqué con tan sólo un par de sillas. El gran enebro, a modo de enorme parasol, aporta a este punto del jardín una estupenda temperatura al resguardo de los rayos del sol.
Cual es el problema entonces? La pendiente!! Aunque con un ligero nivelado del suelo inicial logré espacio suficiente para la ubicación de esta mesita y sillas que os comento, está claro que no hay el terreno suficiente para colocar una silla más que me gustaría y desde luego, no resulta cómodo transitar alrededor de estos muebles debido a que a muy poca distancia el suelo deja de estar en horizontal para convertirse en un suelo inclinado que es dificultoso de pisar.
Cuando comienzas un jardín, a veces no descubres las posibilidades de algunos espacios desde el comienzo pero a poco que empiezan a desarrollarse las plantaciones y que el jardinero "vive" su jardín, rápidamente se percata de que hay puntos en el jardín que no deben desaprovecharse y que incluso merece la pena invertir algo de esfuerzo en ellos para crear puntos focales o rincones que puede embellecer el jardín y ayudar a un mayor disfrute de él.
Bien, mi intención es ampliar el terreno sobre el que ahora se asienta esta mesa y sillas y crear ahí una especie de pequeña terracita desde dónde disfrutar de la zona central del jardín.

No tengo todavía definitivamente decidido como será la terraza.  Por eso el título de este artículo es "proyecto" y no 0realización". Me refiero a que no sé qué materiales usaré para cubrir este suelo. Puede que piedras de buen tamaño incrustadas en el suelo sin cemento para que crezca hierba a su alrededor. O puede que incluso quedara bonito usar ladrillos de barro rojo que aguanten las heladas y colocarlos de igual manera, sobre un lecho de arena.
No quiero usar cemento porque esta zona tiene el problema de las raíces de los olmos. No es la primera vez que me veo obligada a cavar someramente para arrancar las que se desarrollan a buena distancia de estos árboles.
Si uso cemento para colocar el material que constituya la base, esta extracción se dificultaría mucho. Además, prefiero que el material que use, permita el crecimiento de hierba entre él.
Seguramente tendré que hacer un par de muretes de contención en forma de muros secos de piedra. Uno en la zona más alta para contener la última terraza que hay ahí.
Otro más que borde en forma de media luna toda esta terraza que pretendo ir creando. Dejaría, eso sí, un espacio entre este último murete y el arriate de rugosas que la bordearía por abajo. Este pasillo me permitirá acceder a estos rosales y poder realizar los trabajos de limpieza y poda de los mismos.
Por qué hablé al inicio de este artículo de la tierra que iba extrayendo de los hoyos de plantación? Pues porque ese lo que suelo hacer. Aprovecho este material de suelo que extraigo de los hoyos de plantación que de otra forma tendría que llevar a un punto limpio, para nivelar caminos o, como en este caso, ir creando poco a poco el espacio que será una terraza cuando tenga suficiente terreno preparado para su creación.
Aunque el montaje deja bastante que desear me vais a permitir que os muestre en esta siguiente imagen la idea general que tengo. No sé si os gustará. Lo he hecho para hacerme una idea. En esta fotografía podéis ver como ya hay acumulada cierta cantidad de tierra bordeando la zona de la mesa.
Por supuesto tendré muy en cuenta que el suelo finalmente nunca llegue a subir por encima del punto en el que el tronco del enebro brota del suelo. Hacer esto sería poner en peligro el árbol!!

Luego se me ha ocurrido que puede que ubicar ahí una especie de pilón de piedra que contenga el agua que salga de un caño instalado en el murete de piedra que hay bordeando la última terraza de esta zona podría quedar precioso. Qué os parece?
Estar sentada ahí, bajo la sombrita del enebro y con la melodía del agua sonando de fondo puede ser un verdadero placer!!
Ay Dios!! Por qué mi cabecita nunca parará!! Hala, ahora a instalar ahí una fuente, a llevar un punto de luz desde la casita de madera, a comprar la pila...ajajjaja Bueno, en eso consiste crear un jardín!! Un proyecto que jamás tiene fin y que el placer se obtiene recorriendo el camino y no en la meta. No es cierto?
Decidido!! Iré echando ahí el suelo que vaya sacando de otras zonas del jardín y en poco tendré formada ya la pequeña terracita. Por supuesto es cosa de ir apisonando bien la tierra según se vaya depositando para que el conjunto tenga solidez en tanto el murete de contención no esté construido.
Por último quisiera comentar la solución que he adoptado para resolver el segundo "problema", el de las ramas demasiado bajas del enebro.

Lo hablé hace meses con el ayudante que viene a echarme una mano en las labores más duras del jardín. Él se inclinaba por el corte de las ramas bajas pero yo me negué en rotundo.
Como os he comentado muchas veces, la parcela que luego fuera mi jardín estuvo "cuidada" (si es que se puede aplicar este término) por un "profesional" que hizo de leñador en ella, porque de otra forma no puede calificarse, e hizo cosas como estas:
Estas mutilaciones ya no tienen arreglo pero no estoy dispuesta a dañar ni una pizca más mis árboles a poco que me sea posible!!
Estaba claro que si quiero usar este espacio bajo el enebro del modo que estoy comentado precisaba que el extremos de las ramas no cayeran tan próximos al suelo como lo hacían hasta ahora y que las pequeñas ramillas colgantes que bordean el perímetro de la copa levantaran lo suficiente como para poder transitar bajo el enebro con comodidad y a la vez dejaran de tapar la vista que de la zona se obtiene cuando te sientas a esta mesa.
Creo que hemos dado con una solución que de momento me vale. Pensé que las ramas que tendían más hacia abajo era cuestión de "levantarlas" y para ello se me ha ocurrido usar soga bien fuerte.
Anudándolas en su último tercio con un extremos de la soga y tendiendo el otro extremo de la cuerda hacia el tronco principal hemos ido, despacio, poco a poco, mientras la flexibilidad de las ramas nos lo ha permitido, subiéndolas.
Ha sido un trabajo lento y dificultoso por la pendiente del terreno que no permitía disponer de una escalera normal en él. También era preciso ir viendo como iba quedando la copa mirando el árbol desde lejos y desde varios puntos del jardín. No era cosa de subirlas tanto que resultara artificiosa su forma.
Creo que ha quedado bastante bien. Las sogas evidentemente se ven desde "dentro" de la copa cuando estás bajo el árbol pero no se notan en absoluto cuando ves el enebro en su totalidad.
Ahora ha quedado la zona despejada. Ya no te prendes el pelo cuando transitar bajo su copa. 

Pero además, de rebote, al subir las ramas, estas han dejado de tapar como lo hacían hasta ahora, la visión del seto norte desde aquí.
No me importa haber usado este recurso que quizás estéticamente no es el ideal dado que las cuerdas son visibles bajo la copa,  a cambio, no he dañado al árbol ni le he practicado podas que en nada le favorecerían y cuyos cortes hubieran provocado que entrara en peligro de enfermar.
En fin, ya tengo trabajo para que mi cabeza no pare de pensar en las soluciones de los problemas que para esta zona se me ocurra que se me puedan plantear de manera que anticipe formas de hacerlo con menos esfuerzo y gasto.
Buen domingo, queridos jardineros!! :)

Reparación de una rama rota de un árbol. Proceso paso a paso.

Ayer por la tarde, estando en la terraza trasera de la casa de repente me fijé en el arco que la cruza. Está anclado de una parte sobre la propia pared de la casa y de la otra se sostiene sobre un pilar hecho con ladrillos. Este arco, está de momento vacío en tanto no lleguen las ramas de los rosales a él.


De pronto me di cuenta de que muchas ramas de la mimosa (Acacia dealbata) que crece en uno de los arriates que bordean esta terraza tapaban casi este arco. Qué raro!! Pensé. 

Sabía que pasaba algo, no era normal que de repente se mostrara así de modo que miré bien por todos lados hasta que di con la causa. Esta:




Una rama bastante gruesa se había desgajado separándose de una principal a la altura de una horquilla.
Es normal. Las mimosas son árboles que crecen muy deprisa. Su madera por tanto es sumamente blanda. Además, no son longevas y las mías llevarán en el jardín 30 ó 40 años. De hecho ya hace dos años una de ellas se "desmayó" literalmente durante la noche, apareciendo tumbada sobre el suelo desde la raíz. Afortunadamente no se tumbó sobre el tejado de la casa ni sobre instalación alguna que pudiera causar daños.
Mis mimosas además no han sido cuidadas adecuadamente. Durante estos años que llevan creciendo en el jardín no se podaron nunca de manera que se permitió que crecieran ramas excesivamente largas y que a poco viento que haga se balancean peligrosamente con el riesgo de arrancarse.
Eso es lo que pasó ayer. La de ayer una noche de perros. Un viento tremendo sopló con fuerza y finalmente ocasionó este desaguisado en esta mimosa.

El desgarro no es pequeño. Casi medio metro!! Además en una rama bastante gruesa. De más de 20 centímetros de diámetro!! Lo cierto es que me preocupé. El tiempo mejoraba pero hasta la noche estaba sola y con mi problema de la pierna rota era impensable que yo pudiera hacer nada. Había que esperar a la noche para que llegara mi "Homo habilis" y pudiera echarle un vistazo a ver qué se le ocurría hacer al menos como solución provisional.
Era ya de noche, con un vientazo tremendo y un frío que pelaba. Sin materiales adecuados lo único que pudo hacer fue apuntalar la rama de manera que no ejerciera peso sobre el arco y evitara que llegara a arrancarse del todo. Un poste de madera de 8 x 8 x 240 cm le ha valido para ello.

Una vez apuntalada la hemos ("ha" :-D) atado fuertemente la rama desgajada con una cinta de amarre con tensor de trinquete. Este tipo de cinta es ideal para ir apretando poco a poco sin que se afloje cuando se tira poco a poco del extremo.

Durante esta noche el tiempo no ha mejorado y el viento ha seguido soplando. En esta situación era urgente la reparación de esta rama si no queríamos que se llegara a arrancar del todo desgajando en su caída más zona de la corteza del árbol y con el peligro de que llegara a arrancar el arco metálico sobre el que se estaba apoyando.
Así que tan pronto hemos podido nos ("se" jejejeje) hemos puesto a la labor de reparar esta rama rota.
Estuvimos estudiando la posibilidad de no haberla podado en gran parte. Me hubiera gustado, claro. Pero era demasiado grande y con un desgarrón de estas dimensiones la zona de unión hubiera estado crónicamente presionada con el peso de la rama tirando hacia abajo. Esto no hubiera ayudado en absoluto a que el tiempo llegue a cerrar bien esa herida (si hay suerte).
Al final con la podadora telescópica hemos decidido cortar parte de esa rama para aliviar el peso. Ha sido bastante material el que hemos sacado de ella.


Al cortar con la podadora telescópica es fácil no ser demasiado preciso en los cortes y de ahí que a continuación hayamos aprovechado para eliminar algún tocón que se nos quedó atrás valiéndonos de un serrucho de poda de tamaño no muy grande y que suelo usar para los rosales.


Lo primero que ha hecho esta tarde es tratar de unir un poco más los dos lados del desgarro valiéndose de un sargento de buenas dimensiones.


No es fácil tirar de la rama hacia arriba y lograr que la unión sea casi perfecta. En primer instancia la rama desgajada quedaba ligeramente desplazada hacia abajo unos milímetros.
Ha solucionado este problema aflojando el sargento un poco y valiéndose de una estaca (un mango de una azada vieja). Mientras hacía palanca con el extremo del mango en la rama sana al apoyarse en la rama desgaja lograba que ésta bajara ligeramente, los milímetros que precisó hasta ubicarlas en la posición perfecta.

Una vez logrado ha vuelto a apretar el primer sargento y ha colocado otro unos 30 cm más abajo.

A estas alturas tenía ya tres punto en los que la unión estaba fuertemente reforzada (los dos sargentos y la cinta).
Esta mañana ha bajado al pueblo a hacerse con un par de cosas que no tenía y que consideró que precisaba. Ha comprado unos tornillos de unos 12 cm autoperforante con arandela metálica y goma debajo. Un detalle muy, muy útil para este trabajo: ha buscado una arandela bastante grande con una goma bastante gruesecita debajo. La idea es que la cabeza del tornillo no dañe la madera al apretarse.

Ha empezado a atornillar el primer tornillo directamente sobre el tronco. Eran tornillos autoperforantes, de ahí que no precisara abrir primero con la broca del taladro. Al final han sido tres los tornillos que ha usado.

No sé de dónde sacó la goma de un neumático viejo que nos ha venido de perlas, pero ha venido con ella también del pueblo. Alguien debió dársela. No lo sé.
Tras haber atornillado los tres tornillos ha cortado tres bandas de 4/5 cm de anchas del neumático. Estas cintas debían ir sobre el tronco y tocarían la herida así que no era cosa de usarlas sucias. Las he lavado bien con jabón primero y después con alcohol para desinfectarlas.

Por último, ha rodeado el tronco con estas cintas en tres puntos intercalados entre los tornillos. Sobre las cintas ha ceñido las ramas con un alambre fuerte que ha tensado bien retorciendo sus extremos para ir apretándolos. Las gomas impedirán que al ejercer fuerza el alambre llegue a clavarse en la madera del árbol y lo dañe o provoque más heridas.


Se ha hecho de noche cuando ha dado por terminado el trabajo. 
Otra cosa es que al ser un árbol viejo y no estar ya muy sano no haya muchas posibilidades de que entren patógenos e incluso insectos.
Ayer pensé en usar pasta cicatrizante pero no estoy segura. Quizás mañana le ponga un poco de pasta en los tramos de fisura que quedan a la vista y que no están tapados por las cintas. No sé lo que hacer... ya veremos!!
Creo ha realizado una reparación metódica y concienzuda!! Ambas ramas se ven firmemente unidas y no creo que aunque haga viento se puedan separar con esta reparación que ha hecho.

Estoy muy, muy satisfecha con la faena que ha hecho!! No es para menos. Creo que mi "Homo habilis" ha hecho un trabajo magnífico!! A que sí? :)
Parece increíble que esta gran herida que el árbol presentaba ayer hoy se haya podido cerrar de esta manera... A ver si tenemos suerte y logramos retrasar la muerte de este árbol que aunque, como casi todos los que me leéis, sabéis que no son santo de mi devoción las dichosas mimosas, no dejan de ser un elemento de mi jardín que aunque sólo sea por los años que llevan aquí creciendo tienen un espacio y un lugar ganado y no seré yo quién haga nada para ponerlas en riesgo (aunque a ratos las maldiga jajjaj)

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

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