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Un diminuto almendro con tantas ganas de vivir...

No me fijé bien y pensé que era una mala hierba pero al arrancarla del suelo comprobé que se trataba de una plántula de almendro.
Estaba cerca de un almendro joven que tengo en la parte norte del jardín. Una de sus almendras debió caer el otoño pasado al suelo y al quedar enterrada la humedad del acolchado en otoño e invierno hizo que haya brotado.
Al sacarla vi que todavía tenía prendidas las dos mitades de la cáscara externa y tras observarla un rato mi idea inicial fue tirarla.
Pero me quedé con aquel almendrito enano en la palma de mi mano y me hizo gracia verlo tan tieso, tan chiquitín ero tan vigoroso y que hubiera crecido allí en medio, en un mar de acolchado a su alrededor. Pequeño pero agarrado a la vida con fuerza!!
Vi que tenía una fuerte raíz pivotante que se había desarrollado bastante verticalmente y que la parte aérea de la planta estaba creciendo con vigor. Aún conservaba la semilla de cuyos nutrientes imagino que seguía abasteciéndose así que me dije que el pobre se estaba agarrando tan bien a la vida que merecía una oportunidad... ajajjaja En fin, eso, que no sé si prosperará y ni tan siquiera sé dónde lo cultivaré en caso de que llegue a hacerse grande.
De momento lo he puesto en un contenedor suficientemente alto para que cupiera sin doblarle la raíz pivotante y tuviera espacio suficiente para que la raíz creciera hacia abajo todavía un poco más antes de trasplantarlo a otro tiesto de mayor tamaño.
Rellené con un poco de una mezcla de sustrato que me sobró el otro día cuando plantamos bulbos de azucenas (Turba, compost casero de mi compostadora, hojas de roble a medio compostar y un poco de harina de pescado).
Regadito y a la sombra lo tendré unos días hasta que vea que ha vuelto a arraigar en el contenedor... Quizás algún día se convierta en otro precioso almendro y se habrá salido con la suya con sus grandes ganas de vivir.

  


Qué impaciencia la del almendro...y qué ceguera la mía!!

Hace un frío que pela, incluso ha nevado durante el día a ratos aunque la nieve no ha llegado a cuajar porque el suelo del jardín está empapado de agua. Pero a él no le importa. Apenas hace unos días estaba en flor. Una floración efímera como la de la mayoría de frutales pero que tienen para los jardineros un mucho de festivo porque nos anuncian que están próximas a venir mejores temperaturas y el jardín comenzará a salir de su relativo letargo. Relativo, sí, porque dormido del todo jamás está.

Amarillo!! Solo amarillo...

Marzo es el mes de los amarillos. Todo es amarillo ahora en el jardín. Narcisos, Othonna cheirifolia, Kerria japonica 'Pleniflora', hasta las flores silvestres de las praderas son del mismo color. Tan sólo el contraste de los almendros (Prunus dulcis) con su blanco inmaculado y los Prunus cerasifera 'Pissardii' ponen una nota de contraste. Bueno, no, están las Viola odorata pero es tanto el amarillo del que todo se tiñe que las pobres apenas se notan. Y mira que son bonitas, con su precioso color violeta!!
Pero las protagonistas absolutas, sin competencia que les pueda hacer sombra, sin duda son las mimosas (Acacia dealbata). Siempre son excesivas. Sus raíces inundándolo todo, sus semilla cuajando los arriates dentro de unos meses y ahora se desbordan también llenando todo el espacio con su magnífica floración. Vierten su amarillo sobre todo el jardín y una no puede más que mirarlas a ellas. Están por todas partes iluminando todos los rincones con sus constelaciones de miles de estrellas amarillas!! Son excesivas hasta en su fragancia.
Hoy era una delicia respirar el aire cálido lleno de aroma a mimosas. Dulce, suave, delicioso...
Son tantas las mimosas que hay en mi jardín que puedo llenar la casa de flores sin que en el jardín se note que he cortado tantas y tantas ramas. 
Este mes se hacen perdonar todos los pecados mortales que comenten durante el resto el año. Cómo no absolverlas si te llenan el jardín de tanta belleza!! :-)

























 

El primer almendro en flor. Ya está en la puerta la primavera!

Tendrá que seguir viniendo algunas heladas y las noches seguirán siendo frescas y habrá algún día con muy bajas temperaturas pero la primavera ya ha dado su voz de aviso. Está en la puerta como quien dice y lo proclama con una belleza como solo sabe hacerlo esta estación!! Este Prunus dulcis (Almendro) debe ser la fuerza y el vigor de la juventud que lo hace florecer mucho antes que mi otro almendro, que es ya un verdadero anciano.
No tiene la grandeza y la estampa del otro porque no tiene aún edad para tenerla,  pero sus flores estando aún como estamos el invierno, se agradecen tanto!! No sé si es otra variedad, éste tiene unos capullos con unas pinceladas en un rosa subido de tono precioso, muy distintos de los su hermano mayor. También la hoja lo es.


El día ha acompañado la labor de los jardineros en mi zona y el sol, como queriendo acompañar a la estrella del jardín hoy, este almendro, lo ha vestido de una luz preciosa para que pudiera lucirse y ser un gran protagonista...






Muchas mimosas y un almendro en flor

Hace unos días comenzaron a abrirse. Hasta ahora no me había fijado de cerca en ellas y es que, claro, nunca había tenido mimosas (Acacia dealbata). Salí temprano, apenas despuntaba el día con la taza de café en la mano a recorrer el jardín, como hago siempre que estoy en El Jardín de la Alegría. Me encanta sentir el fresco de la mañana en la cara y hasta sentir un poquito de frío. Ando despacito, impregnándome de los aromas que llega de todas partes. Huele a campo, a naturaleza. Qué delicia!! 
Qué hermosas son las mimosas... sus flores en forma de bolitas apretadas inicialmente van abriéndose conforme pasan los días. Siempre las vi en conjunto, de lejos. Estos dos últimos fines de semana me han permitido fijarme en detalle en ellas, se van abriendo poco a poco y van perdiendo su forma esférica. Comienzan con forma redonda granulada, duritas y poco a poco van enseñando sus estambres aumentando mucho su volumen y tornándose "plumosas"
 
Al final si las miramos bien de cerca vemos que ya no son redonditas, se convierten en pequeñas "campanillas" boca abajo con los estambres mirando hacia el suelo cubiertos por sus pétalos delicadísimos, casi transparentes, de un amarillo limón encantador.
Tengo bastantes mimosas en el jardín, pero hay tres que están especialmente bonitas y floridas. Es un gusto poder cortar flores sin sentir culpabilidad al dejar la planta sin flores...hay tantas!!! Vi que eran tan abundantes que regresé a casa a por una podadora bien afilada y corté un buen ramo. Mejor a esta hora, que el sol no ha calentado las flores y se conservarán mejor. Sin demora metí las ramas en un buen jarrón con agua y las dejé en la cocina. Tras el paseo matinal la estancia se había impregnado de su aroma...
Junto a una de las mimosas más bonitas del jardín hay un viejo almendro que florece a la vez. Probablemente no se me hubiera ocurrido plantarlos juntos pero como mi jardín ya tiene mucha historia antes de que yo llegara a él, me alegro de que alguien decidiera por mí esta pareja de hecho... blanco, rosa, amarillo...una delicada combinación, sí señor.
Me encanta acercarme al almendro cuando ya la mañana está avanzada y escuchar el zumbido de montones de abejas que se acercan a las miles de flores a tomar su néctar... intenté moverme lentamente para no asustar una de las que estaba viendo en plena tarea y logré sacar una fotografía que no pretende tener demasiada calidad artística pero al menos se ve el insecto muy bien. Qué trabajadoras son, polinizando sin descanso!!
La flor del almendro tiene un rosa tan delicado... con sus cálices verde pálido y sus estambres rematados en amarillo son de una exquisitez que me enamora!!


 Tendré que podar estas mimosas porque están demasiado altas y tienen las ramas primeras demasiado abajo, tanto que dificulta un poquito transitar el camino de bajada pero no me importa tener que apartar con la mano sus ramas de plumosas y delicadas hojas...





  

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