Aliñar aceitunas machadas o rajadas (Parte II)

El otro día os mostraba la diminuta cosecha de aceitunas que hemos recogido de nuestro olivo.
Hoy ya las hemos probado y vemos que se les ha ido el amargor tras cinco días. Ha sido tan poco tiempo porque las aceitunas eran muy pequeñas de haber tenido un tamaño más normal se hubieran tenido que tener más días cambiándoles el agua. 
Es el momento de aderezarlas o como en esta ocasión, ponerlas simplemente en remojo en una salmuera que las conservará unos días mientras las tomamos.
Habitualmente las aceitunas machacadas, al menos en la zona de Extremadura de la que procedo, son las primeras en prepararse y se hace de modo que se tomen en unos días. El resto de la cosecha es habitual que se preparen rajadas en lugar de machacadas, y en ese caso sí, se prepara un aliño que luego explicaré.
Estas que muestro hoy simplemente cuando hemos visto que ya no amargan (o que lo hacen en un punto que resulta agradable a nuestro paladar) se escurren del último agua y se introducen en una salmuera que prepararemos previamente. Simplemente será necesario una cantidad suficiente para que las aceitunas queden cubiertas totalmente de agua y sal gorda. Lo cierto es que es sabido el truquillo de que si introducimos un huevo (éste se irá al fondo del recipiente) y a ese agua vamos añadiendo sal disolviéndola a la vez, cuando veamos que el huevo flota será el punto idóneo de esta salmuera.
La verdad es que mi madre no hace nada de esto del huevo. La mujer simplemente lo hace a ojo. Echa con prudencia un puñado de sal en el agua que será la última en la que pongamos las aceitunas y si ve que está "sosa" añade algo más de sal. Mete las aceitunas y ya están listas para comer. En esta salmuera se pueden conservar muchos días mientras vamos gastándolas.
Según queremos servirlas, con un cazo con agujeritos (en los chinos los venden, son cacitos expresamente para este fin) o con cualquier instrumento que nos posibilite tomar las aceitunas de forma escurrida, esté absolutamente limpio y que solo usaremos para este fin, iremos tomando la cantidad de aceitunas que vayamos a tomar en el momento. Las ponemos en el plato o bandeja dónde vayamos a servirlas y echamos unos granitos de sal gorda sobre ellas. Eso es todo!!
Como podéis comprobar por las fotos no puede decirse que mis aceitunas sean las más hermosas y bonitas del mundo. Son pequeñas, las hemos cogido con algo de retraso para preparar machacadas ya que hubiera sido preferible recolectarlas más verdes. Además, al ser tan chicas, al machacarlas parte de la carne interior se ha desprendido, pero la verdad es que están deliciosas!!
En ocasiones no está mejor lo que tiene mejor pinta jajaja En fin. Como podéis ver el proceso es sumamente sencillo. Quizás algo laborioso ya que durante estos días hay que ir cambiándoles el agua pero merece la pena. De verdad!!
Por si alguien decide que en lugar de machacadas las quiere tomar rajadas (o acuchilladas decimos nosotros) el procedimiento es el mismo pero sustituir el golpe que en el caso anterior las "machaca" por tres o cuatro cortes verticales en cada aceituna. Se pone bien cubiertas de agua bien fría y se va cambiando el agua hasta que están "dulces".
Una vez han perdido el amargo se procede a aliñar. En la zona concreta de mi tierra se hacen muy sencillas. Se apartan del ultimo agua. En el recipiente dónde van a conservarse se prepara el aliño con agua suficiente para que luego las aceitunas queden bien cubiertas. A este agua en cada casa se tiene su costumbre pero generalmente la gente de mi pueblo añade a este agua: una cáscara entera de naranja, varios dientes de ajo sin pelar y solo dándoles un golpe con la maza del mortero para que aromaticen más el agua, unas hojas de laurel, sal gorda en cantidad suficiente para que el agua esté "sabrosa" y ayude a su conservación; una ramita de tomillo, un puñadito de oréganno y poco más.
En este aliño deberán tenerse algunos días para que se tomen de su sabor. No pueden comerse inmediatamente como las aceitunas machadas.
Las "recetas" que en la Red o en cualquier buen libro de cocina encontraréis son infinitas y con una variedad de ingredientes tremenda.  
A mí personalmente me gustan sin mucha complicación y con estos ingredientes que menciono pero es cuestión de que probéis a hacerlas con unos y si os apetece ir modificando la cantidad de ellos o añadir o restar el que os parezca. La sal es imprescindible para su conservación, tenedlo en cuenta!!

La belleza más allá de las rosas: Hojas de otoño, escaramujos...cobijo y alimento para la fauna!!

Muchos de nosotros estamos haciendo nuestros pedidos de rosales. Flor grande? Mucho aroma? Refloreciente? 
Esas son las preguntas que casi todos los jardineros se hacen y su respuestas son determinantes para elegir o no las variedades que formarán parte de su pedido.
Las mejores páginas web de ventas de rosales y las más conocidas casas especializadas lo saben bien! Quizás por eso no nos hablan con detalle de si otoñan o no? Quizás por eso no se molestan en aclarar que esa variedad se cuaja de hermosísimos escaramujos cuando llega el otoño y que sus hojas presentan colores y texturas maravillosas?
Os propongo en este artículo mirar los rosales más allá de las rosas y ser capaces de elegirlos no sólo por su floración si no por lo que son ellos mismos. Disfrutaréis de otoños preciosos y la fauna de vuestro jardín estará encantada con vuestra elección!!
Lo digo siempre. Un rosal es mucho más que una rosa!! Un rosal es un arbusto con entidad propia que participa en la arquitectura de un jardín. Algunos incluso de forma definitiva y determinante. Y si no, pensad en un gran pérgola o un cenador cubierto por grandes rosales liana o un rambler cubriendo el tejado de un cobertizo...

Aun recuerdo cuando hace varias décadas elegía los rosales exclusivamente por sus rosas. Pero su cultivo, su observación, su conocimiento inexorablemente nos lleva a la conciencia de que su valor ornamental en el jardín va mucho más allá de lo que representan sus preciosas rosas.


He aprendido a "mirar" de otra forma, con más atención, estos preciosos arbustos. Quizás por eso estoy más y más enamorada de ellos cada día. Algunas variedades tiñen sus hojas con tonos amarillos y naranjas, escarlatas y ocres, que nada tienen que envidiar a otros arbustos que cultivamos casi exclusivamente por la gama de color que adquieren en esta estación.
Otras, además, a la vez que se tiñen de amarillo dejan descubrir entre sus hojas preciosas joyas. Rojos, naranjas, amarillos, grandes y pequeños; redondos y alargados...los hay de todo tipo. Son los escaramujos!! Los frutos del rosal.



Por eso conviene conocer bien nuestros rosales. Saber cuales tendrán estos hermosos adornos y cuales no. De modo que las variedades que cultivamos en nuestro jardín y que de nuevo se vestirán de gala durante el otoño con estos maravillosos adornos, no hay que eliminar las floraciones pasadas porque estaríamos eliminando con ellas la posibilidad de disfrutar de tan hermosos frutos que alargan el tiempo de interés de estos arbustos y que además serán parte del alimento de la fauna que lo puebla.

Recordemos un artículo que en su día colgamos: "Cuidados "extras" para los rosales en climas con inviernos muy fríos (I)" Permitir que hagan semillas. Pero además, tengamos en cuenta que no conviene eliminar las últimas rosas precisamente para ayudar a nuestros rosales a completar su círculo. Un rosal que le es permitido formar sus semillas es un rosal al que le será más fácil entrar en latencia. Y que permanezcan un tiempito en este estado antes de volver a la actividad apenas comenzado el año, siempre es bueno.
Dos fotografías de los mismos rosales a las que sólo separan seis o siete meses:





Sí. Los rosales deberían valorarse mucho más de lo que se hace. Indudablemente en primavera son un espectáculo pero acaso ahora, en otoño, algunos de ellos debe enviar la belleza de mayo? Yo creo que no!! Fijaos estos rugosas...qué tonos tan ricos, tan untosos, tan cálidos!! Me fascinan, sus colores y sus texturas!!
Porque no se limitan a premiarnos con una de las flores más hermosas que produce la Naturaleza. No!! Algunos rosales son bellos incluso en invierno y ayudan a mantener nuestros jardines con tanto interés como en cualquier otra época del año.

Algunos, desnudas ya sus ramas y dejando bien a la vista sus aguijones trazando curvas pronunciadas me parecen tan divinos!!
Afortunadamente los rosales nos ofrecen mucho más de lo que en general se tiene en cuenta. Digo afortunadamente porque incluso en climas como el mío en el que hay que luchar contra viento y marea para preservar del calor las rosas conscientes en el fondo que la batalla está de antemano perdida, sabemos que esos rosales que en verano puede que no estén en su momento más bonito, se tornarán verdaderas joyas y puntos focales de nuestro jardín tan pronto venga un tiempo algo más fresco. Y que llegará el otoño y que en invierno sus ramas serán hermosísimos soportes para la nieve. 

Pero no terminan ahí sus bondades. Algunos rosales, especialmente ramblers (rosales liana) y en general las variedades que llegan a alcanzar un gran tamaño pueden dar cobijo a pájaros y otros animales del jardín. Protección contra depredadores. Un lugar dónde guarecerse de las inclemencias y por supuesto muy frecuentemente un alimento para estos seres que pueblan nuestro espacio verde y que en estos momentos del año tienen ya problemas para encontrar con qué alimentarse.
Tan sólo por los animales ya serían los rosales buenas opciones para cultivar en nuestro jardín si además tienen siempre una belleza que emociona... no hay duda. Yo no tengo dudas :)

Recoger y endulzar (curar) aceitunas machadas (Parte I)

Tengo un raquítico olivo (Olea europaea) en el jardín. Una verdadera birria de olivo ajjajaj Pequeño, horrorosamente podado y que produce unas aceitunas que no estoy segura de que merezcan ese calificativo. Son como guisantes jajaja Además es feo como pegar a una madre :)
Quizás porque en el fondo he creído siempre que no merecía la pena el trabajo que da el endulzar las aceitunas no me he puesto en estos tres años a recogerlas nunca. Lo cierto es que son aceitunas de bastante poca calidad pero por probar... 
Pero este año el pequeño olivo ha tenido otra suerte: Tener a mi madre cerca. La mujer debe estar hasta el gorro de cuidarme y trata de encontrar entretenimientos que le permitan salir de la rutina así que esta mañana la he visto encaminarse hacia el olivo con un barreño y de pie frente a él ha ido cogiendo a mano (sin varear) las que ha podido.

He salido a las terrazas y desde allí, sentada en mi silla de ruedas, iba mirando como recogía las aceitunas diminutas una a una. Despacito. 
No os parece preciosa esta fotografía dónde se la ve a ella toda laboriosa? A mí me encanta. Tan rubia y tan guapa. Quién diría que serán 85 primaveras las siguientes que cumpla. Eh!! Está espléndida!! Tan trabajadora...tan inquieta...tan curiosa :) Linda ella!!

Bueno, al grano (digo a la aceituna). Que me enrollo!! :P
Casi me da vergüenza enseñároslas jajajajja Pero bueno más por entretenerse que por otra cosa ha decidido endulzarlas e invertir un buen trabajo en ello. 
Ya sabemos que existen "métodos" que aceleran este proceso como es el uso de sosa caustica pero ni ella ni yo hemos querido ni oír hablar de ellos. Serán manías, no digo que no pero me parece un contrasentido usar este producto con los frutos de mi jardín dónde me resisto a usar productos químicos contaminantes y procuro cultivar todo del modo más ecológico posible. No digo que sea peligroso para el consumo el uso de este acelerador del proceso pero está claro que nosotros no tenemos ninguna prisa en degustarlas y podemos esperar los días que se precisen hasta que de forma natural endulcen. Sin uso de producto alguno que no sea agua fría y limpia.

Las va a preparar "machadadas", por eso hubiera sido mejor recogerlas hace unos días cuando aún estaban totalmente verdes y no ahora que están tornándose moradas. Pero bueno, vamos a probar qué tal nos salen y otro año Dios dirá...
Para poder degustar las aceitunas deberemos realizar dos pasos:
1.- El endulzado (o curado) Eliminación del amargor mediante agua.
Para aquel que no tenga ninguna idea decir que hay varias formas de tratar las aceitunas en este proceso de endulzado: Una es la aceituna entera (normalmente se usan las negras), otra es "rajadas" (practicando pequeños cortes transversales con una navaja sobre la carne) y la tercera es "machadas" (golpeadas levemente hasta romper un poco la carne).


Los tres sistemas facilitan que el agua entre en el interior de la carne de las aceitunas y por tanto del endulzado y la brevedad del proceso depende más del grado de madurez y de la calidad de las aceitunas que de otra cosa.  Cuánto más verdes están más tiempo precisan para perder el amargor que tienen al ser recogidas del árbol. Las negras son las más maduras y por tanto son la que más rápidamente se endulzan. 
El aliño. Una vez dulces se incorporará al agua distintos ingredientes que varían de una receta a otra. Tradicionalmente la piel de naranja, el ajo, la sal, el orégano, laurel...forman parte de este aliño. No obstante diremos que cuando el procedimiento de endulzado se realiza con aceitunas machadas lo ingredientes del aliño casi se reducen a sal y laurel. Al menos la receta tradicional de mi madre.
Bien, hoy solo puedo ofreceros el procedimiento de endulzado con aceitunas machacadas. Cuando estén en condiciones de "guisarlas" colgaré otro post explicando qué proceso hemos seguido.
Como podéis ver lo primero que hemos hecho es "machacarlas". Tradicionalmente en Extremadura (zona de la que procedo y dónde nacieron todos mis familiares de generaciones anteriores) este proceso de hacía simplemente machacando cada aceitunas, una por una, con una piedra sobre una superficie dura que solía ser otra piedra grande y plana.

Este procedimiento tenía la pega de que a la vez que rompía la carne también rompía el hueso cuyos trocitos a veces se iba desprendiendo en el agua y resultaba desagradable encontrárselos al tomarlas.
Según me cuenta mi madre, últimamente, la gente de su puedo está machacando las aceitunas simplemente con una botella de vidrio. Cual es la ventaja de la botella? Pues que solo rompe la carne y no el hueso.



Una vez machadas todas las ha lavado bien con agua fría del grifo. Fijaos esta primera agua lo turbia que está. 

Luego las ha colado y ha vuelvo a repetir el proceso unas cuántas veces. Según iba cambiándoles el agua, ésta estaba más transparente.


Las ha dejado en remojo en agua (sin sal) hasta mañana. Es importante que los días de remojo estén a temperatura lo más fresca posible. Nosotros las hemos puesto en la casita de madera dónde sobretodo de noche hace mucho más frío que en la cocina. 
Mañana volverá a cambiarle el agua del remojo otro par de veces. Así estará unos cuántos días hasta que pierdan el amargor. Mientras irá cambiando el agua todos los días dejándolas de nuevo en agua hasta que termine el proceso. 
Hay algo que no quiero olvidarme de decir y que es de suma importancia: Una vez comenzado el proceso del endulzado JAMÁS se meten los dedos (aunque estén limpios) ni cucharas ni nada en el agua. Si metemos las manos para probar una aceituna o metemos instrumentos de metal en ese agua es muy fácil que se estropeen.
Para saber que ha llegado el momento de poder aliñar las aceitunas tan solo deberemos probarlas. Si al tomar una ya no resultan desagradablemente amargas estarán en su punto. Aconsejo no ser muy impacientes ejejjejee Hay que pensar que en el momento en que añadimos el aliño ya no se volverán más dulces.
A mí personalmente las aceitunas que más me gustan son las machacadas, con ese saborcito fuerte tan auténtico y por tanto cierto (discreto) grado de amargor es frecuente dejar en ellas pero las que se acuchillan (rajadas) es preferible que estén más dulces cuando se aliñen.
Bueno pues ...a ver qué tal resultan cuando se aliñen! Hasta entonces os doy las gracias por leerme y por venir a este jardín. Un saludo, amigos.




Spiraea x Vanhouttei con las hojas de otoño

Los tonos otoñales poco a poco van vertiéndose sobre muchos arbustos del jardín. Algunos ya han perdido sus hojas mientras que otros en estos última semana se han transformado enrojeciéndose o tornándose amarillos o naranjas.

Aún quedan bastantes que todavía permanecen verdes. En breve, antes de desprenderse de sus hojas las teñirán en gama de colores encendidos. 
Hoy quería mostraros un precioso arbusto caducifolio y resistente cuyas necesidades de cultivo las traté hace dos años y su forma de podarla en otro artículo publicado durante la primavera pasada: 
Spiraea x Vanhouttei
En esta ocasión tan sólo quería compartir con vosotros como estaba hoy. Vestida de otoño!! Qué linda. Verdad? Este es un arbusto tan fácil de cultivar, de podar... y además no hay que pedirla  a través de ninguna página web porque en sumamente fácil encontrarla en cualquier vivero de nuestra zona.



Qué distinta ahora!!. Tan verde y de tonos tan tiernos cuando está cuajada de miles de flores diminutas... 

El orden para afrontar algunos trabajos en el jardín. Es hora de pensar en los caminos

Indudablemente los caminos representan las arterias del jardín. Por ellos se transita y ellos constituyen el nexo de unión entre las distintas zonas, instalaciones e infraestructuras que lo conforman. Al igual que es preciso tener decidido el "estilo" de jardín que se desea antes de comenzar su construcción, es igualmente imprescindible tener trazados a grandes rasgos cuales serán las distintos espacios o zonas del jardín y por tanto cual va a ser el recorrido aproximado de los caminos principales que unan estas distintas zonas. 
Un jardín no se establece zona por zona de forma inconexa si no como "un todo" con un hilo conductor. Esto es indudable y así afronté yo desde el primer momento mi jardín.
Dicho esto y para que nadie interprete que mi idea es que ciertos elementos como los caminos no es preciso tenerlos trazados "groso modo" ya en los planos que se realizan antes de empezar la creación del jardín quisiera matizar algunos aspectos.
Desconozco cuándo es "técnicamente" el momento adecuado para decidir el trazado definitivo y los materiales de los caminos y senderos en el jardín.
Aunque desde el principio tuve claras las ideas de cómo debería ser mi jardín, no pretendí un jardín con un gran diseño. Tampoco lo lograría ajjajaja porque mis dotes como diseñadora no pasan de mediocres. No tengo conocimiento alguno de diseño e incluso en los Grupos de Facebook y los Foros de jardinería que participo pocas veces me atrevo a dar consejos sobre este aspecto. Simplemente no es lo mío ni sirvo para ello. Esa es la verdad.
Por eso digo que quizás un diseñador habría establecido el trazado definitivo y los materiales de los senderos y caminos desde el primer momento y que hubiera acometido su construcción al inicio. También es cierto que cuando uno encarga a una empresa o a un diseñador profesional el diseño y construcción de tu jardín ellos hacen todos los trabajos en muchísimo menos tiempo que un aficionado. Tienen herramientas profesionales y sobretodo cuentan con un equipo  a su disposición que una no tiene.
Los aficionados nos tenemos que limitar al trabajo que cada jornada da de sí nuestros brazos y a herramientas que muchas veces debemos "reforzar" con más ingenio que fuerza y programar plazo es prácticamente imposible. La creación no se limita a unos meses como en el caso de una empresa si no a años!! (Afortunadamente...porque es tanto lo que se disfruta en el proceso!!) 
Pero la diferencia fundamental es el planteamiento. Un profesional no plantea el diseño de un jardín ni en el modo, ni en la forma, ni en los tiempos como lo hace el dueño del jardín. No digo que ni mejor ni peor. Entiéndaseme bien. Eh! 
Sería como comparar el traje que me hiciera un sastre y el que yo pueda hacerme sin ser una profesional de la costura. Yo conozco mi cuerpo, conozco de dónde me tira y de dónde me sobra, de dónde me gusta holgado y dónde me siento a gusto aunque esté algo ceñid... Indudablemente los profanos nos equivocamos más y nos lleva mucho más trabajo y esfuerzo realizar los trabajos. Y con toda seguridad el resultado "técnico" será superior en el caso de un profesional. Sí. 
El traje que salga de las manos de un sastre seguramente será más "bonito" y más "estiloso". No lo dudo. Mucho más que el que yo pueda confeccionar.
Sí, técnicamente mi jardín sin duda sería más correcto de haber puesto su creación en manos de profesionales. Pero jamás sería tan mío como lo es afrontando yo todos los trabajos que conlleva crear un jardín casi desde la nada y del tamaño que tiene el mío.
Por una razón muy simple: Porque yo viví mi jardín durante meses antes de empezar y llegué a sabérmelo como la palma de mi mano. Porque yo pensé en qué quería hacer en el jardín y como deseaba "vivirlo y sentirlo". Qué actividades quería practicar en él; qué estilo de jardín quería lograr. Sabía qué sensaciones deseaba sentir cuando el jardín madurara. Tenía claro el esfuerzo y dinero que tenía pensado invertir en el futuro para su mantenimiento. En fin, en resumen, yo tenía elaborada una idea mental muy detallada de como debía ser mi jardín y que no se limitaba a intentar copiar tal o cual imagen bonita y llamativa que pudiera encontrar en Internet. Era un todo, un proyecto, lo que elaboré durante los meses previos y este proyecto se ajustaba a la personalidad y gustos, como no podía ser de otro modo, de quién lo cultivará y de quienes vivirán en él.
Viví sus amaneceres, sus sombras, sus temperaturas, su viento... vi los cambios de colores y de estaciones, estudié el suelo, observé la sombra de los árboles; sentí la lluvia y vi el cambio de la hierba en el terreno a lo largo de los meses...Y precisamente porque lo viví descubrí necesidades, defectos, limitaciones y en paralelo me vinieron mil ideas a la cabeza a la par que iba desechando otras por impracticables, durante los cientos de paseos que di bajo sus árboles antes siquiera de comprar la primera planta.
Es más, aunque tenga desde el inicio una idea "global", no deseo un jardín "decidido" hasta el último detalle desde el principio. Creo en los jardines hechos con tiempo, creados en paralelo a las vivencias que se van teniendo en él mientras se va "fraguando" poco a poco a lo largo de los años. Deseo un jardín que me permita ir incorporando detalles, rincones, recodos que sólo vendrán a mi mente y veré su necesidad según va creciendo y madurando y según voy aprendiendo yo a ser mejor jardinera. 
Me horrorizaría tener un jardín hecho ya hasta su último detalle desde el primer momento!! Quiero ser parte de él, de su crecimiento. Incorporando poco a poco. Detallando. Rematando sin prisas... Quiero ir creándolo "a fuego lento"!!  
Pero a pesar de todo esto indudablemente la idea global estuvo desde el inicio en mi cabeza. 

El hecho de el terreno tenga tantas pendientes y de que yo habitualmente solo cuente con mi esfuerzo o a lo sumo en los trabajos pesados, con un equipo de dos,  me ha condicionado muchísimo en el orden en que he establecido los trabajos.
He preferido ir afrontando zonas de plantación y "trabajarlas" en general sin entrar en mucho detalle y por supuesto respetando el estilo y la idea general que del jardín tenía
Una vez ubicados los principales ejemplares que constituirán el armazón del jardín, he vuelto otra vez sobre algunas áreas para remodelarlas tratando de solventar los problemas que he visto que originaban tras trabajarlas ligeramente y sobretodo procurando que cada parte que iba remodelando conformara un "todo" con el resto de zonas.
Esa es mi experiencia. Si ahora pudiera volver a comenzar todo, no afrontaría la ejecución definitiva de ellos desde el comienzo. Me lo plantearía en el mismo momento de construcción que estoy haciendo ahora. 
Y no ha sido hasta que he tenido seguro y claro que no van a sufrir grandes modificaciones que me he planteado pensar más allá de la elección de las plantas  y la remodelación del terreno.
Por qué? Pues porque introducir escaleras, vallas, estanques, fuentes, bancos, asientos... creo que debe hacerse cuando la zona de plantación que los rodea está ya fijada y no van a sufrir cambios sustanciales. De lo contrario, cambiarlas de lugar con el cambio de instalaciones eléctricos y los movimientos de tierra que a veces conlleva, es un verdadero engorro.
Pensemos que los cambios que deberá sufrir nuestro proyecto inicial no solo viene de la mano de lógicos y frecuentes cambios de opinión. También obliga a ellos los resultados en algunas plantaciones e incluso imponderables como encontrarnos con una gran raíz de un árbol que no esperábamos, la aparición de roca viva bajo los quince centímetros de suelo, o la aparición de canalizaciones que no contábamos con ellas.
Tanto es así que he tenido los setos sin nada que no fueran plantaciones hasta hace poco. Y ha sido precisamente en los que las nivelaciones del terreno se han llevado a cabo y se han realizado las plantaciones principales de árboles y arbustos dónde me planteé lugares dónde sentarse. Son sitios fundamentales del jardín y es muy importante su ubicación, forma, materiales, etc.
No hace demasiados meses construimos los bancos de traviesas de piedra del jardín secreto y un asiento de piedra en el seto norte poco después. De momento, salvo una pequeña mesa con dos sillitas bajo un enebro en el jardín central, no cuento con más rincones dónde sentarse.
Pero llega un momento en que el jardín tiene ya trazadas con bastante seguridad sus zonas de plantación. Ya no habrá grandes cambios o remodelaciones. Es la hora de pensar en un asunto primordial. Uno de los más importantes y que imprimirán carácter al jardín o arruinarán su aspecto si nos equivocamos en los materiales y trazado: Decidir el trazado definitivo y afrontar la costrucción de los caminos y senderos que lo recorrerán. No de su ubicación porque esa ya la tienes en mente cuando comienzas la creación, pero sí su trazado exacto y definitivo.
Llevas ya tres años "viviéndolo". Te lo has recorrido cientos y cientos de veces con carretillas llenas hasta arriba con sustratos y abonos y sabes por dónde cuesta menos subir con ellas cargadas. Sabes ya por dónde se transita más a pesar de que en aquel plano que hiciste al principio dice que el camino debiera ir por otro sitio pero la realidad, esa que te demuestra el día a día, te dice que el trazado deberá cambiar si quieres que sea cómodo. Descubres necesidades en las que no habías caído al principio y reconoces que por allí, que no se anda casi nunca, es una bobada hacer un sendero o que es más fácil transitar para ir de una zona a otra dos metros más arriba de lo que creíste inicialmente. Incluso ya has desistido de hacer un sendero por aquel rincón porque has descubierto que no hay suelo alguno si no que la roca está a nivel de la superficie que no quieres ni imaginar la trabajera de picar y allanar esas rocas!!
Las grandes directrices del jardín están decididas y ya has descubierto cuales son los senderos que resultarán imprescidibles y cuales no y por dónde deben transcurrir su trazado definitivo para que el jardín sea cómodo.
No hay duda de que en este proceso que en mi caso ya va para tres años, varios han sido los cambios que he tenido que realizar. Unas veces por mero convencimiento, otras por deseos o necesidades sobrevenidas posteriormente y en ocasiones por la fuerza de las circunstancias.
En mi experiencia, no me hubiera resultado nada práctico haber afrontado ciertos trabajados desde el inicio. Es más, seguramente de haberlos hecho hace dos años a fecha de hoy tendría que haberlos modificado ya varias veces. No las líneas principales. Esas lo cierto es que casi no han sufrido modificación si las comparo con los planos que del proyecto guardo de hace tres años.
Quiero decir con esto que ese trazado "provisional" que se tiene de los caminos al iniciar proyecto, al menos los aficionados, sabemos que es definitivo cuando ya está ejecutada buena parte de las grandes directrices del jardín.
Al menos esa es mi opinión. Si ahora pudiera volver a comenzar todo, no afrontaría la ejecución definitiva de ellos desde el comienzo. Me lo plantearía en el mismo momento de construcción que estoy haciendo ahora. 
El mejor ejemplo de lo que digo serían estas dos imágenes: La primera corresponde al esbozo sin detallar de la idea inicial del jardín con sus grandes zonas establecidas.

Veamos ahora como inevitablemente el plano anterior ha sufrido varios cambios:
  • El jardín secreto por ejemplo es producto de la creación de una "meseta artificial" compuesta por las tierras que de los hoyos de plantación he ido extrayendo. Esta zona sólo se me ocurrió después, no estaba en el proyecto inicial. De haber construido definitivamente el camino que desde las terrazas de la casa recorren el seto norte y conducen a esta zona, un de dos... o me hubiera dado pereza rehacer todo el trozo del camino que recorre bajo los dos grandes pinos y no hubiera llegado a crear esta zona que yo llamo Jardín Secreto o me hubiera costado volver a levantar todo el trabajo hecho. Con la pérdida de materiales, dinero, tiempo y trabajo que ello hubiera supuesto.
  • No crearé una rosaleda dónde marqué en el plano inicial. Se trata de la zona con más sol de todo el jardín y los rosales ahí literalmente se achicharran. En tanto logre crear las sombras necesarias ese espacio lo dejaré sin determinar su diseño del todo y es probable que me decida a hacer ahí en un tiempo un bonito estanque.
  • Pero además la creación de este jardín secreto ha obligado a trazar senderos en torno a él que permiten acceder a las distintas alturas de las que se compone y que lógicamente no estaban previstos en el proyecto inicial.
  • Tampoco estuvo decidido desde el comienzo la creación de un huerto. Esa fue una idea posterior. Aquí hubiera ocurrido igual. El camino que hoy en día lo atraviesa estaba decidido desde el inicio pero su trazado seguramente hubiera sido más pegado a la fachada del garaje y no me habría permitido ubicar de la manera que está ahora los bancales.
  • No voy a realizar el estanque en la situación que inicialmente determiné porque viendo cómo se va desarrollando mi jardín y como van creciendo las plantaciones pienso que el jardín precisa de un espacio central amplio y generoso exento de ellas. Un espacio que permita visualizar toda la zona central y no me apetece rellenarlo con más plantaciones que en mi opinión solo conduciría a abigarrar el jardín en exceso.
  • El camino que bordea las terrazas de la zona este de la casa no veo necesesario realizarlo dado que son pocas las veces que se transita por ahí. 
  • En el seto sur hay que hacer un camino que inicialmente no estaba previsto.
  • El recorrido del camino que lleva desde la rampa del coche cruzando el huerto hasta la escalera de traviesas lo tuve que desplazar hacia el sur para que cupieran los bancales.
  • Y por último, ahora pienso en la necesidad de algún sendero que permita acceder desde la parte baja del portón del huerto hasta el camino del seto norte. Ello me obligará a trazar unos pequeños senderos en forma de y griega.


De haber tenido construidos totalmente los caminos desde el inicio podría fácilmente ahora tener un grave problema tras tres años: encontrar los materiales con los que se hubieran realizado. No siempre se encuentra la misma piedra, o los mismos ladrillos en el tono exacto. Todos sabemos que es preferible hacer la compra de los materiales de revestimiento en la cantidad que se prevee que se va a necesitar precisamente para evitar esto que comento. Eso sin contar el dinero y esfuerzo que me hubiera supuesto eliminar obras realizadas.
Indudablemente la estética es fundamental. Para mí lo es. Por supuesto pero reconoceré una cosa: la edad, la situación, las personas concretas que viven o visitan el jardín con frecuencia, determina en buena parte estos temas. Me explico.
Estoy segura que si en lugar de tener 56 años estuviera próxima a cumplir los 30 la importancia de algunas cosas cambiaría. Como cambia la elección de los árboles. Siempre digo que yo ya no tengo edad de esperar a que crezca un árbol así que los compro grandes o de rápido crecimiento. En parte igual pasa con los caminos. 
La situación que se tiene. El tipo de personas que viven en la casa. Las actividades que se realizan en el jardín...todo ello determina en buena parte su diseño. No es igual un jardín en el que se mueven únicamente personas jóvenes que un jardín en el que no es excepcional que sea paseado por personas con limitación de movimientos por la edad. 
Mucho antes de sufrir este accidente que me tiene en silla de ruedas hace dos meses pensé muchas veces en lo imprescindible de que el jardín fuera transitable. Cómodo!! (Dentro de lo cómodo que puede ser un jardín con unas pendientes como es el mío) De hecho cuando diseñé mi jardín una de las primeras cosas que establecí fue su entrada principal cerciorándome de que pudiera ser recorrida cómodamente por dos personas a la vez. 
Pero aún teniendo clara la necesidad de anchuras generosas en los accesos y caminos principles y que éstos debían sobrepasar el metro y medio, hace unos años hubiera pensado que 60 cm eran suficientes para los senderos que no sean los más transitados del jardín, la realidad me ha demostrado que no. Que en mi caso, con mi edad y con la posibilidad de que mi jardín sea recorrido por familiares de mucha edad, preciso caminos algo más amplios. Incluso en zonas dónde inicialmente creí que sería suficiente un sendero para ser recorrido por una sola persona he decidido finalmente darle el ancho para que se recorran más holgadamente o con una silla de ruedas. Y sólo dejaré esa anchura mínima en futuros senderos que sirvan solo para recorrer rincones muy puntuales.
No va de 15 cm y entre andar con seguridad llevando del brazo a una anciana y andar con la angustia de que se tuerza un tobillo en el borde del camino...lo tengo claro!!

La experiencia en la silla de ruedas ha sido determinante!! Ya sé que una no está siempre en mi situación pero lo cierto es que afortunadamente no tengo ningún camino definitivamente hecho (salvo el del jardín trasero) y que ahora que estoy a tiempo, cuando los haga serán al menos de 80/90 cm.
No estoy diciendo que se tenga que trazar un jardín pensando que una se va a romper una pierna aajajaj Por supuesto que no. Pero la verdad es que cosas así pueden pasar en cualquier momento y si el jardín es grande y no hay escasez de espacio, si se pueden trazar senderos que nos permitan recorrer buena parte del jardín aunque estemos accidentados...sin duda es mejor.
Hasta hace una semana no he podido bajar a la zona del jardín secreto fijaos por qué tontería: porque no estaba bien nivelados los primeros metros. Y hasta hoy no he bajado con mi silla al huerto ni había podido recorrer el seto sur por un fallo tonto: No había hasta hoy ningún acceso que no fuera mediante escalón del camino del seto norte hacia la parte baja del jardín.
Esta mañana a primera hora me he decido y he pensado que era una soberana tontería verme limitada tanto por algo que costaba tan poco hacer. Al menos de manera provisional. Simplemente una rampa que salvara el desnivel de la traviesa que hay en el borde del camino. Tan fácil como ir compactando poco a poco la tierra que se va añadiendo.
Volveré a andar con mis dos piernas pero tengo claro que esta rampa, de un modo u otro, con un material o con otro, permanecerá. He visto el gran error de no haber considerado la necesidad de comunicar todo el jardín en la medida de lo posible y depender de escalones para su recorrido sin incluir alguna rampa que permitiera el paso de alguien impedido.
Como podéis ver ahora el camino que recorre el lateral norte del jardín está comunicado con la zona central del jardín no solo por la escalera de traviesas bordeada con una barandilla de madera. Ahora también cuenta con una rampa que me ha permitido hoy llegar hasta el huerto (con ayuda, claro).
Hoy también se ha ensanchado el camino por delante del seto norte. Mi silla no podía pasar al llegar a ciertos puntos de su recorrido y las ruedas se volcaban peligrosamente hacia las plantaciones. Este poco que hemos ampliado su ancho ha convertido algo impracticable en algo cómodo y seguro para que yo pueda recorrerlo en esta situación en la que estoy.
Así que una vez decididos los trazados definitivos tendré que dedicarme a pensar en qué tipo de camino quiero. Tengo clarísimo lo que no quiero: cemento!! No me gusta. Sé que es cómodo pero tiene un aspecto tan duro, tan frío!! Y además, si tienes que hacer cambios en el diseño del jardín o meter canalizaciones...te toca pico y pala. Así que caminos hechos de manera continuada con una capa gruesa de cemento, descartados!!
Me gustaría que tuvieran un aspecto natural. Fáciles de mantener y que fueran acordes al estilo de mi jardín. Probablemente lajas muy grandes de piedra entre las que pueda crecer la hierba. Con un buen asiento de mallazo y grava pero con tierra entre las lajas para que los senderos tengan aspecto fresco y natural.
Me gustan las imágenes que encuentro de caminos de lajas grandes con grava muy pequeñita entre ellas pero no tengo claro que su limpieza no sea un verdadero engorro.
No sé. Ya veremos por qué estilo me decido. Se me está ocurriendo la idea de hacer con cemento una imitación de lajas. Con espátula trazaría las grietas y desniveles que tiene la roca natural y con pigmentos especiales trataría de colorear por algunas zonas para dar un aspecto más realista. 
Esta idea me apetece muchísimo pero deberé hacer algunas pruebas antes de ponerme a un trabajo tan considerable como hacer un camino de metros y metros.
Lo único bueno de mi situación que me impide jardinear totalmente es que me hace disponer de todo el tiempo del mundo para pensar!! Y me temo a mí misma porque creo que el día que pueda poner los dos pies sobre el suelo de nuevo será como un pistoletazo de salida... y no pararé ni de noche ni de día jajjajaaj Estoy tan harta de este no hacer nada... :)
Buenas noches, amigos!! ;)

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