Lechetrezna (Euphorbia characias 'Glacier Blue', Euphorbia x martini 'Colibri')

Qué plantas tan especiales son las Euphorbia!! Tienen la sencillez de lo rústico, de lo humilde pero a la vez, si nos fijamos bien, sus flores no son menos elaboradas que una orquídea.

Es una pena que la única vez que las he visto en el vivero no haya tenido la oportunidad de comprarlas en flor para ver como son éstas, quizás así hubiera elegido otra variedad o, para ser realistas, me hubiera traído las dos. Algunas realmente me han sorprendido una vez abiertas las flores o más bien las brácteas, porque eso es lo que se abre y lo más llamativo normalmente en ellas.
Todas ellas son unas magníficas plantas de jardín, perennes herbáceas de hojas perennes que aguantan perfectamente heladas incluso profundas.  Aguantan el sol, la falta de agua e incluso un suelo no demasiado rico. Eso sí, precisan arraigar primero antes de poder vivir sin riego. Y por supuesto, como todas las plantas resistentes a la sequía, no les gusta nada tener los pies metidos en agua siempre así que tendremos que procurarles un suelo con un perfecto drenaje.
Incluso es posible cultivarlas en zonas del jardín con algunas horas de sombra. Es un todoterreno!!

No son nada propensas a plagas ni a enfermedades y tengo entendido que no es demasiado difícil su propagación.
Aunque no precisan poda, su tendencia a quedarse desnudas en la parte inferior de los tallos nos puede hacer plantearnos la necesidad, pasados unos años, de podarlas tras la floración. De todos modos, algunas euphorbias tienen la "mala costumbre" de ser plantas poco longevas. Y esto es cierto, especialmente en Euphorbia x martini 'Colibri'.

Cuando cortemos sus tallos sea para podarlas, sea para tomar un tallo como esqueje, debemos llevar cuidado con la savia lechosa (látex) que brota de sus tallos cortados. Es sumamente irritante para la piel y resulta peligroso y tóxico tocarlas o llevarlas a la boca u ojos.
Me pregunto una y otra vez por qué plantas que dan tan buenos resultados no las traen los viveros españoles con más asiduidad. 
Conseguir las mías no fue fácil, tan solo una de ellas he logrado comprar aquí en España.  Las otras tres las he tenido que encargar en páginas web.



Hay infinidad de variedades, con hojas en muchísimos tonos e incluso, como veis, algunas variegadas. También las brácteas puede ser  muy diferentes. Cada variedad tiene su altura pero todas tienen un crecimiento parecido. Se trata de una "mata" formada por tallos sin ramificar que brotan desde el suelo y en cuyo extremo se forman grandes umbelas ahora, al inicio de la primavera, que por cierto duran muchísimo y que atraen a muchos insectos.
Tengo que hacerme con alguna variedad más en vista del estupendo resultado que me empezaron a darme el año pasado y que esta primavera estoy disfrutando aún más.
Cultivo tres variedades en el jardín a cual más bonita. De dos de ellas sé el nombre una tercera lo desconozco.
La más pequeña es Euphorbia x martini 'Colibrí'. La planté el año pasado así que seguramente no ha alcanzado aún su altura definitiva pero puede rondar el medio metro. Puede que sea la más compacta y la de crecimiento más redondeado. Las flores también se distribuyen a lo largo de la mayor parte del tallo, cosa que no ocurre en las otras variedades que tienen las brácteas en la parte superior.
Con hojas finas y de un bonito color verde oscuro, la tengo entre dos rosales trepadores en el jardín trasero y está así de bonita:



Tengo además Euphorbia characias 'Glacier Blue' Una lechetrezna preciosa, de hojas variegadas en tonos grises y cremas y con flores muy distintas. Fijaos en las brácteas. Qué tonos verdes tan divinos, verdad?



Y en el seto norte, una Euphorbia characia cuya variedad desconozco. Posiblemente es la que más me gusta. Me llaman poderosamente la atención sus preciosas brácteas y su oscura flor en el centro. Es la única variedad que tengo que tiene vellosidades en las inflorescencias. Esta tarde, lloviendo, no me he podido resistir a tomar algunas fotografías. El agua mojando estas flores producía un efectos extrañísimo!!




Receta (mezcla) casera de abonos naturales para aplicar "en seco" a los rosales tras la poda

Hemos dado un vistazo a los fertilizantes orgánicos y químicos, hemos tratado más de cerca algunos de los naturales y visto sus cualidades y algunas formas de aplicación, sabemos la estructura y el pH de nuestro suelo (Aunque no sea de un modo exacto). 
Aunque la aplicación de estos fertilizantes orgánicos la realicé justo cuando podé los rosales, no he querido colgar este post hasta haber tratado el tema de los fertilizantes. 
Como se trata de abonos naturales es preferible hacerlo justo al podar para que las lombrices y microorganismos del suelo tengan tiempo de actuar y transformar estos nutrientes en el suelo de manera que puedan disponer de ellos las raíces de los rosales.
De usar abonos químicos, quizás es preferible esperar unas semanas hasta que se produzca claramente el crecimiento ya que los nutrientes de los químicos actúan de forma inmediata.
Como digo, es el momento de aplicar los nutrientes naturales que nuestros rosales, recién podados, van a comenzar a necesitar en breve para crecer saludables y producir floraciones abundantes.
Como sabéis quien es lector asiduo de este blog, mi jardín tiene ahora dos años. Partí de un suelo totalmente empobrecido por malas prácticas pero sobretodo por el abandono absoluto a su suerte y por la aplicación de litros y litros de herbicidas!! Arenoso de forma extrema, sin capacidad para retener humedad ni nutrientes algunos, con un alto grado de lixiviación, sin materia orgánica ninguna. Lavado por la erosión de las aguas de las lluvias que corrían sobre sus muchas pendientes y quemado literalmente por el implacable sol en verano. Paupérrimo!!!
En este suelo era difícil que ni un rosal ni nada que no fuera lo autóctono creciera de forma adecuada. O nos remangábamos y nos disponíamos a trabajar aquel suelo de manera que se saneara o pocas expectativas de tener un jardín como el que yo soñaba había.
Mis desvelos desde el primer día se han encaminado a paliar en la medida de lo posible esta situación y no he escatimado esfuerzos en la labor!! 
Antes de las plantaciones hemos trabajado lo mejor posible setos, bancales y zonas en las que deberían crecer rosales, árboles y arbustos, eliminando piedras, raíces muertas y no tan muertas de muchas mimosas invasivas. Hemos aportado, como he dicho muchísimas veces, metros y metros cúbicos de materia orgánica. Hemos protegido todas las tierras trabajadas con generosas capas de acolchado de madera triturada, hojas, paja, compost, estiércol...
Pero no es fácil transformar de la noche a la mañana un terreno casi yermo en un suelo lleno de vida, con una estructura adecuada para la abundancia de lombrices y microorganismos que facilitaran la nutrición de las plantas.
Durante estos dos años además de abonos naturales he echado mano de abonos químicos de forma muy moderada, eso sí,  que facilitaran los nutrientes básicos imprescindibles para las plantaciones ya que mi suelo no los contenía de momento. Había que dar tiempo a que la vida creciera en él. A que aquel suelo empezara a cambiar y a que comenzara a bullir la vida en él.
Creo que la situación ha cambiado. No todo lo que quisiera, pero ha cambiado. Sin duda.
Recuerdo con desolación como clavabas la pala y el pico para labrar aquella tierra amarillenta que no contenía vida alguna entre sus granos de arena y por mucho que buscaras no veías una sola lombriz... ni un solo bicho!! Madre mía... no puedo explicar la tristeza que sentía y lo que me entraba por el cuerpo cuando metía las manos en aquel suelo y miraba la arena como caía entre mis dedos al suelo de nuevo... :)
Creo que es el momento de seguir en la línea de respetar el suelo de mi jardín. Y para ello pienso que no hay mejor cosa que no aplicar técnicas jardineras que lo dañen si no lo contrario. Darle aquello que lo hará más rico, más lleno de vida y que a la larga, el suelo me devolverá mis desvelos y mis esfuerzos. Estoy segura.
Tras la poda de mis rosales decidí no usar abonos químicos para su nutrición. Espero que los microorganismos y lombrices que ya sí hay en mi suelo, que la materia orgánica mezclada en él y que he ido aportando en este tiempo y que los nutrientes de los acolchados que ya han tenido tiempo de liberar su alimento constituyan ya una base adecuada para el crecimiento de mis rosales y que con el aporte de abonos orgánicos no precise ya del uso de los químicos.
Voy a probar este años a ver qué tal me funciona. Estoy muy esperanzada y casi estoy segura de que no tendré que volver a recurrir a abonos químicos. Me haría muy feliz si así fuera!! Esperemos este año a ver qué tal resulta.
He consultado mucha información de la mucha disponible en libros y en Internet tratando de elegir una "receta" que me diera seguridad de estar aplicando los elementos necesarios y en la proporción adecuada para que mis rosas sigan siendo hermosas y mis rosales tengan un aspecto y un crecimiento saludable.
Lo cierto es que he visto tantas provenientes de páginas solventes y que ofrecen garantías, al menos para mí, que no he sabido decidirme. Estoy segura que cualquiera de ellas hubiera ido bien caso de haber elegido alguna. Y la verdad que lo que me ha llevado a más confusión ha sido lo distintas que eran entre ellas!! Así que he tomado "por el camino de en medio" jajajaj Me he hecho yo la mía propia :)
Es la primera vez que abono de esta forma y había algo que me preocupaba sobremanera: pasarme en las cantidades y pecar por exceso en el afán de proteger y nutrir mis rosas y terminar quemando o dañando las raíces. Pensé que era preferible poner de menos e ir aumentando las dosis que utilizar cantidades que perjudicaran porque el daño era mucho más difícil de sanar que simplemente aumentar una cantidad de un determinado abono.
Mi manera de ser, meticulosa y poco tendente a hacer las cosas "porque sí" no me permitía aplicar a mis rosales unas cantidades y unos abonos sin saber qué nutrientes estaba aportando de una manera al menos aproximada. Sabemos que los abonos orgánicos son algo más variables en su porcentaje de nutrientes que los químicos y que calcular de forma exacta las cantidades idóneas a aplicar es bastante difícil.
Pero eso de echar en el suelo de un rosal una  taza, por ejemplo de harina de huesos sin más...qué cantidad de nutrientes estaba aportando con ello? Así que pensé que era cuestión de hacer algunos cálculos. Sabía que estos cálculos no me llevarían, como digo,  a cifras exactas, tan solo aproximadas, pero no era otra cosa a lo que yo aspiraba. Tener una idea aproximada de qué estaba aportando a mis rosales y en qué cantidad y comprobar que la mezcla de materiales daba como resultado un conjunto de abonos que provenientes de uno o de varios de sus "ingredientes" al final, los nutrientes importantes e imprescindibles para los rosales estaban presentes en ella.
Sabiendo que precisaban los tres macronutrientes, los tres micronutrientes y la mayor cantidad posible de elementos traza, decidí hacer yo misma una mezcla que contuviera todos sin pasarse en la cantidad de ninguno
Lo cierto es que hasta me ha resultado divertido hacerlo jajaja A ver, no es cuestión de hacer matemáticas cada vez que una se pone a abonar pero se trataba de la primera vez y tenía que decidirme a elaborar una mezcla de estos abonos para aplicar una gama lo más variada posible de nutrientes así que mi curiosidad solo me obligaba a hacer algunos cálculos esta vez.
En fin, consciente de la inexactitud como digo, esta fue la mezcla que finalmente he aportado. Veremos qué tal resulta y en función del estado de salud que presenten mis rosales esta temporada que comienza y de la abundancia y belleza de las floraciones, actuaré en consecuencia. Quizás deba modificar alguna proporción, añadir algún "ingrediente" más o modificar las cantidades...Ya veremos cómo funciona este año y Dios dirá el siguiente...:)
De todos modos esta no será la único oportunidad para abonar los rosales esta temporada. Me gustaría prepara algún "té" con alguno de estos abonos o algún otro y seguramente en verano haré algún abonado foliar suave además de una segunda aplicación de abonos en seco.
De momento es posible que con este "primer plato" tengan para empezar a florecer y luego según vea iré haciendo.
Lo cierto es que vemos aquí una de las "desventajas" que los defensores de los abonos químicos esgrimen contra los orgánicos. La facilidad. Es verdad, si queremos aplicar un surtido variado de nutrientes debemos medir y mezclar pero, la verdad, pesar siete ingredientes y mezclarlos tampoco creo que sea para tanto.
No lo hacemos acaso cuando aplicamos en la mochila azufre, un aceite mineral o cobre? Tampoco es para tanto, creo yo :)

Como se ve los macro y micronutrientes al igual que algunos elementos traza están presentes. Posiblemente se trate de una mezcla suave pero ya digo, yo estaba interesada en no arriesgarme a quemar las raíces. 

De nuevo repetir que por muy ecológicos que sean estos abonos hay que manipularlos con precaución y que el uso de guantes y mascarilla es muy conveniente.

Como cuando cocinamos, ajjajajaj a pesar los ingredientes en la báscula!! :) (Por cierto, estos pequeños recipientes son de 100 cc)


Puede verse que es más abundante en fósforo, muy necesario para nuestros rosales y pensé en incrementar la cantidad de potasio con más estiércol en pellet pero eso hubiera aumentado a la vez el nitrógeno y preferí no subir la cantidad de este elemento y más adelante, hacer algún té de cáscaras de plátano que aportará algo más de potasio. 
Bien, en vez pesados los siete ingredientes me dio un total 220 gramos por rosal. Se me ocurrió luego que quizás pudiera ser buena idea volcar la "ración" por rosal en un recipiente que luego pudiera usar para tomar directamente la cantidad adecuada sin mucho trabajo.

Esta copa tan horrible de cerveza fue más o menos la medida que ocupaban los 220 gramos mezclados. Y es la que he usado para ir tomando la cantidad precisa para cada rosal.



Una vez calculada la mezcla para un rosal no había más que multiplicar el peso de cada ingrediente por el número de rosales a abonar.

En mi caso puedo tener aproximadamente unos ochenta pero muchos están recién plantados y aún no produjeron su primera floración con lo que no es conveniente abonarlos de momento; otros están cultivados en contenedor y prefiero aplicar otro tipo de mezcla; tengo ademas algunos rosales especie que no precisan de abono y por último, son bastante los rosales rugosa que cultivo en mi jardín.
Por cierto, hay que llevar buen cuidado con el abonado de los rosales rugosa. Yo personalmente no los he abonado en estos dos años más que con los nutrientes que pueda aportarles el estiércol y el compost que uso como acolchado. Quizás un abonado muy, muy suave no iría mal pero está claro que el uso de abonados foliares en forma de pulverización puede constituir un riesgo y producir quemaduras en sus preciosas hojas. Y desde luego no me arriesgaría a aplicarles un abono químico alto en nitrógeno.
Bueno, la aplicación de estos abonos "en seco" ya sabemos como se realiza. No tiene misterio alguno.
Retiré la capa de acolchado de madera triturada y compost.

Un riego en profundidad previo a la aplicación es muy conveniente.
Una vez drenado espolvorear la mezcla de abonos alrededor del suelo que rodea el rosal y trabajar muy someramente para no dañar las raíces.



Volver a aplicar una buena capa de compost, bien generosa.

Regar de nuevo en profundidad asegura que no quememos las raíces.

Recien podadito, nutrido, acolchado, regado, protegido de nuevo con la capa de madera triturada...y ya tenemos nuestro rosal listo para empezar a florecer en poquito, poquito... ;)


Instalación de una valla de madera en el jardín. Paso a paso.

La parcela presenta una inclinación muy pronunciada así que cuando construimos el garaje tuvimos 
que retirar parte del terreno para "introducir" en él parte del garaje de manera que su fachada sur está a nivel del suelo del jardín pero la norte está mucho más hundida que el suelo que la rodea. Inicialmente pensamos construirlo bordeado por una cámara en las paredes que estuvieran en contacto con el suelo pero finalmente nos dio miedo que hubiera problemas de humedades así que solicitamos al constructor que el garaje quedara rodeado por un "foso" de un metro que lo separara del corte del terreno evitando así cualquier contacto de las paredes de la edificación con el suelo y con ello que en el futuro hubiera filtraciones de agua o problemas con raíces de árboles.


Esta decisión, como casi todo en la vida, también tuvo su parte negativa y fue que cuando se recorre la parte de jardín que hay sobre el garaje es realmente peligroso acercarse a este foso que lo bordea. Además, y para dificultar más las cosas, una parte de este foso está bajo dos pinos enormes que sueltan su pinaza sobre el terreno y lo hacen totalmente resbaladizo. Transitar por la parte norte del jardín, sobre el terreno que bordea ese foso cuando llueve y el suelo no está barrido me ha traído ya más de un susto pero el otro día me resbalé y estuve a punto de caerme así que hemos decidido que colocar una valla de madera rodeándolo tenía absoluta urgencia para evitar el peligro que supone esta zona.




El diseño y planteamiento del trabajo:
Por supuesto comenzamos por realizar un pequeño plano con las medidas de los tres lados dónde iría la valla.
Se trata de un rectángulo del que solo vallaríamos tres de sus lados. Uno, el lado este, incluso solo una fracción dado que el murete termina a los 3,60 m y del lado oeste tampoco todo porque a los 760 cm ya se termina el murete del foso y el garaje está a nivel del suelo del jardín) el único lado que iría vallado en todo su largo es la fachada norte que mide 800 cm
Sabíamos qué tipo de largueros íbamos a usar. Serian de 200 cm. Más separados creímos que no quedaría bonito además de que la valla perdería solidez.
El factor suerte ha intervenido a nuestro favor porque los tres lados tenían medidas que divididas en porciones daban separaciones parecidas. Solamente el lado este del garaje que mide 360 es el que quedaría dos tramos algo más cortos que los existentes entre postes en los otros dos lados de la valla pero no con una diferencia que a simple vista se observe. De todos modos está la ventaja de que desde casi ningún punto que se recorra se están viendo más de un lado de la valla.
Estudiamos bien las medidas y finalmente esta fue la distribución de los postes:
  • Así en el lado norte del garaje decidimos poner cinco postes de punta a punta. Por tanto irían cuatro grupos de largueros horizontales. 
  • Lado este: Tres postes  con dos tramos de largueros 
  • Por último, en el lateral oeste, también cinco postes.
El siguiente problema sería las pendientes que en sus tres laterales tiene el terreno sobre el que iría la valla. Más pronunciadas en la fachada este y oeste que en la norte aunque también en ésta hay algo de desnivel.
Había dos opciones para salvar esta inclinación: hacer una valla con tramos escalonados:
O hacer la valla con tramos lisos. Creíamos que estéticamente era mucho más bonita no escalonarla.
El anclaje de los postes en el suelo decidimos hacerlo mediante la realización de una zapata practicando un hoyo en el suelo suficientemente amplio para meter el poste a la profundidad necesaria y que sobrara hondura para que cupiesen los clavos que pensábamos clavarles en su parte inferior para dar mayor solidez.
El hueco alrededor de cada poste lo rellenaríamos con cemento y piedras como material de relleno.
Colocación de los tramos horizontales con relación a los postes:
Hemos decidido hacer una valla con algo más de trabajo que de habernos decidido por un diseño más simple. Me explico. Podríamos haber clavado simplemente por delante los listones horizontales cruzando por delante los postes. Esto hubiera sido mucho más rápido de realizar pero estéticamente no nos gustaba.

Hemos preferido insertar cada tramo horizontal entre dos postes anclándolos en la mitad del ancho del poste. Esto ha supuesto tener que cortar secciones de las medidas que nos íbamos encontrando entre cada poste pero creemos que el resultado merece la pena el pequeño esfuerzo adicional. :)
Debíamos tener buen cuidado de ubicar correctamente los postes que forman las esquinas de la valla. Debían estar justo en el vértice para que fuera posible anclar por un lado los listones horizontales de un lado y por el otro lado del poste los del otro lateral de la valla.
Los materiales:
Teniendo en cuenta el diseño y el plano serían los siguientes:

  • 11 postes. Hemos preferido usar el mismo tipo de poste que hemos utilizado en otros proyectos del jardín como las celosías para cultivar frutales en espaldera en el huerto o la realización del portón de la entrada del jardín al lado de la fuente de piedra.

Se trata de postes de madera de 120 cm de alto y de sección cuadrada tratados ya de fábrica para exteriores. Nos hubiera gustado algo más largos pero no había existencias suficientes para las que precisábamos en este trabajo.

  • 45 metros de listón de madera de 90 x 2000 x 25 mm para los tramos horizontales (también tratada para exteriores) Hemos comprado unos metros más de los precisos porque siempre se puede estropear o romper alguno en este tipo de trabajo.

Calculamos los metros de estos tableros teniendo en cuenta que al tener dos travesaños horizontales deberíamos comprar el doble de metros de este material del que tiene realmente el perímetro.
7,60 + 8,,00 + 360 = 19,20 x 2 = 38, 40 metros aproximadamente
Además de la madera hemos precisado:

  • Una saca de arena
  • Sacos de cemento
  • Púas muy gruesas y largas
  • Escuadras metálicas para anclar poste con largueros horizontales
  • Alambre para marcar la altura del suelo en cada poste
  • Lasur para homogeneizar el color de la madera.
  • Y por supuesto todas las herramientas lógicas para este trabajo (brocha, guantes, pico, pala, carretilla, barra metálica muy sólida para romper la roca que hay bajo el suelo apenas a los 20/25 cm de profundidad, paleta...etc.)

Decidimos comprar todo el material de una sola vez para evitar que algún artículo se terminara y nos quedáramos con la valla a la mitad. Son días de lluvia y mucha humedad atmosférica así que inmediatamente de llegar a casa depositamos la madera tumbada sobre el suelo del garaje para evitar que se combara.
Antes de colocar cada poste:
Lo primero que hemos hecho ha sido clavarle unas púas bien largas y gruesas en la parte inferior de los postes para alargar los centímetros que van hundidos. Al ser de solo 20 cm nos ha parecido más prudente además de que facilitan la colocación. Otros dos clavos en los laterales para evitar que se muevan una vez dentro del cemento y hasta que éste se seque.
A continuación hemos señalado con una línea que marcara 100 cm que sería la parte que de los postes sobresaldría del terreno, para así saber hasta dónde iría hundido cada uno de ellos en el cemento.
Esta altura la hemos rodeado con un alambre que nos serviría más tarde para señalarnos exactamente la zona del nivel del suelo y que debería de coincidir con el nivel del poste.
Es conveniente poner en agua la madera antes de meterla en el cemento para que se dilate y así evitar que la madera en verano, con el aumento de temperaturas no pueda hacerlo con el cemento seco alrededor.
Colocación de los dos postes de las esquinas:
Hacer el cemento bastante espeso para que frague pronto y porque si lo hacíamos demasiado líquido era muy difícil mantener en su sitio los postes  y que no se movieran antes de que fraguaran.
Nos hemos hecho con piedras que nos han servido de material de relleno y que hemos ido introduciendo a medida que íbamos rellenando el agujero con cemento con el poste ya dentro.
El alambre rodeando cada poste nos ha facilitado mucho ubicarlos a la altura necesaria. El alambre debía estar justo al nivel del suelo.

Terminar de rellenar con más cemento y piedras a la vez que se comprueba varias veces con un nivel la verticalidad del poste.


Aplastar bien el cemento que rodea cada poste cerciorándose de que no quedan huecos con aire dentro.
Alisar la superficie una vez tenemos la certeza de que el poste está perfectamente vertical en los dos sentidos. Hemos procurado que el cemento forme una pequeña curva hacia el exterior para evitar que el agua se acumule alrededor del poste.


Colocación postes intermedios:
Una vez colocados los dos postes que forman las esquinas de la valla hemos tendido un cordel que nos ha servido de nivel para comprobar en todo momento que todos los postes quedaban perfectamente a la misma altura.


Usando el mismo sistema hemos ido colocando todos los postes intermedios:
Dejamos transcurrir dos jornadas para que el cemento fraguara perfectamente y pudiéramos anclar los listones horizontales sin provocar movimientos en los postes.
Colocación listones entre postes: Tras medir la distancia entre dos postes hemos ido cortando los travesaños con el ángulo que marcaba la unión del poste y el lateral de dicho travesaño. Hay que tener en cuenta que como hemos dicho, la valla presenta inclinación en todos sus laterales, por tanto también sus largueros presentan la misma inclinación y ésta es variable según va variando la inclinación del terreno.
Anclar el pasamanos y el larguero inferior ha sido el siguiente paso.
Un tornillo bien largo inclinado desde la parte superior del larguero hacia el poste para que se introdujera bien en el poste y el laguero quedara bien anclado. Y otro por la parte inferior hacia el poste también.
Hemos tenido que dar una mano de lasur para homogeneizar todo el material ya que los postes y los largueros no tenían la misma tonalidad y así, además, quedará más protegida la valla frente a la intemperia.
Aquí está... ahora es mucho más seguro transitar por esa zona para arreglar las plantaciones próximas a ella.
Se me ocurre ahora que quizás una romántica glicinia podría crecer sobre ella... verdad? :) Ya veremos!! Rosales quizás no, por el tema de la poda. Padezco de vértigo y no me imagino subida a una escalera desde el foso para alcanzar las ramas que crezcan hacia el garaje...ni hablar!! ;)



Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...