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Hemos terminado ya la poda de nuestras lavandas (Lavandula) y romeros (Rosmarinum officinalis)?

Estas últimas semanas hemos terminado de podar todas las matas de lavandas y romeros que hay en el jardín.
Este año todo va retrasado. Ha hecho mucho más frío que otros inviernos, incluso el inicio de la primavera ha sido inusualmente fresco y por tanto las plantas no se animaban a brotar pero además lleva semanas y semanas sin parar de llover.
Son muchos los correos que recibo en el que me preguntan sobre qué hacer con l lavanda que se nos ha envejecido porque lleva años sin podarse y siempre respondo lo mismo: rejuvenecer un gran arbusto de lavanda es tarea bastante complicada y los resultados no son nada buenos. Es mejor sustituirlas que tratar de convertir de nuevo en una bonita bola, un ejemplar enorme, desgarbado, con troncos gruesos, viejos y resecos a la vista, sin follaje ninguno. No, amigos, la poda de las lavandas no es cosa que podamos olvidar si queremos mantenerlas en buenas condiciones.
Pero es cierto que los trabajos del jardín se ven condicionados en ocasiones por razones ajenos a nosotros. Podar un rosal, de pie, aunque sea con un chubasquero para protegerse, es una cosa. Se hace con tijeras y no hay problema. Pero otra cosa muy distinta es podar las matas de lavandas y romeros que yo realizo con tijera recortasetos eléctrica.
No me gusta utilizar aparatos conectados con cables en días de lluvia por razones obvias. Así que entre que no estaban muy brotadas y que la lluvia ha contribuido un poco, hasta mediados de mes no he terminado de tener todas las matas listas.
¿Vosotros habéis podado ya vuestras lavandas? Este artículo pretendía ser un recordatorio más que otra cosa.
A principios de abril de hace dos años publicamos un artículo en el que tratamos de forma detallada las podas de la lavandula por eso hoy no vamos a profundizar en exceso. Decimos "las" porque dos son las que deben practicarse sobre estos arbustos si no queremos que en breve se tornen viejos y leñosos y terminen por despoblarse de hojas sus gruesos troncos en las zonas bajas.
Como explicábamos en aquel artículo, las lavandas deberían podarse por primera vez en la temporada, tan pronto empiezan a brotar
No conviene aplazar en exceso este trabajo porque de hacerlo, arriesgamos la floración.
Las lavandas no tienen la capacidad de rebrotar desde la madera vieja, así que una buena poda consiste en hacer una poda bien apurada pero sin llegar a cortar hasta esta madera vieja ya que en ese caso, nos quedaríamos con un arbusto que será difícil que volvamos a ver cubierto de ramas. Dejaríamos un ejemplar desnudo en su base y con su estructura de leño viejo interno a la vista lo que lo convertiría en un arbusto que carece de toda belleza.
Fijaos en estas dos siguientes fotografías. Están tomadas el día 5 de este mes. Día en que hice la poda de esta mata. Todo el exterior de la planta está cuajado de hojitas...
Pero apenas abrimos un poco la mata, vemos enseguida su interior con hojas resecas: a pesar de ser un ejemplar sano y joven, vemos que dentro está lleno de hojas secas. Es lo normal. El interior siempre está así. 
Es justo hasta esa madera vieja por donde tenemos que cortar, dejando una pizca de ramillas que vemos verdes pero sin llegar a cortar del todo hasta el leño viejo por lo que decíamos, porque del leño viejo no rebrotarán.
En esta segunda fotografía se ve muy bien que hay unos centímetros todavía de ramas con hojas frescas, así que si queremos podemos cortar una pizca más.
Aconsejaría no preocuparse por el aspecto un poco despoblado que resulta justo cuando terminamos de podar. Se ven un poco "transparentes". No importa!! 
En seguida, en cuestión de unos días, nuestra lavanda volverá a estar tupida, no se transparentará ya su interior. Mirad esta tercera fotografía, es del mismo ejemplar que la anterior: Es del día 24. Es decir, en tres semanas escasas han sacado infinidad de pequeños brotes ya. Así que tranquilos. Es mejor apurar bien la poda y así mantenerlas tupidas que podar poco.
Solamente hay una forma de mantener las lavandas bonitas, tupidas, con buena forma....ser constante en la poda y no dejarlas ni un solo año sin sus dos podas!!
Es mejor comenzar desde jóvenes. Es decir, desde el primer momento de estar en le jardín no dejar de podarlas, incluso ejemplares muy, muy chiquitos.
En varias fotografías de este artículo podéis ver algunas de las mías que son realmente pequeñas pero estar redonditas porque aunque son extremadamente jóvenes las he dado un buen recorte. Así, desde abajo, al cortar a poca altura, las ramillas se ramifican y va creciendo tupidas.
Si por olvido o no haber podido realizarla a tiempo, incluso yo diría de hacerla algo más tarde, aún perdiendo la floración. Al menos yo prefiero mantenerlas el mayor tiempo posible jóvenes, densas, sin huecos sin vegetación aunque un año perdiera las flores.
La primera la hacemos como digo, al inicio de este mes (o cuando comiencen a brotar según el clima de nuestro jardín). Esta es la poda más severa.
La segunda la haremos tras la floración del verano. Esta poda es algo menos apurada. Eliminaremos las espigas secas y aprovecharemos para recortar brotes excesivamente largos, darle de nuevo una forma bonita y si queremos reducir un poco su tamaño si no disponemos de demasiado sitio para que crezcan.
Los romeros florecen en primavera en mi zona. Podarlos ahora como yo hago supone perder su floración. Os extrañará que haga esto. 
Explicaré por qué. A los romeros les ocurre un poco como a las lavandas, se hacen enormes y tienen la tendencia a crecer desgarbados despoblándose en las zonas bajas del arbusto. Los míos son muy, muy jóvenes así que pretendo hacerlos crecer desde el principio muy densos, muy poblados. 
Cuando se compran chiquitos como yo hago, la plantita tiene apenas unas cuantas ramas. No tienen los romeros la tendencia a ser tan redondos como las lavandas, por eso, si no los podo bien apurados cuando son pequeños, enseguida esas ramas que traen del vivero se alargan y al hacerlo, se separan, adoptando una forma que no es la que yo quiero. Deseo matas más redondas, más tupidas desde abajo y por eso podo ahora y repito a lo largo de la temporada estos recortes con la misma finalidad.
El año que viene probablemente los deje florecer y no podaré hasta después de la floración. Luego, los recortaré varias veces hasta que se inicie el otoño, pero no mucho más porque la planta tiene que tener tiempo para que la madera que cree tras la ultima poda tenga tiempo de madurar antes de que lleguen las primeras heladas.

Cómo y cuándo podar las lavandas (Lavandula angustifolia)

Lavandula angustifolia o lavanda (también conocida como espliego y lavándula), es un arbusto de tamaño no demasiado grande, de hoja agrisada perenne y aroma delicioso al frotarlas. Pero son sus flores (en todas las gamas de malvas incluso algunas en blanco) en forma de espigas las que tienen más aroma y llenan de perfume la zona dónde se cultiva.

Es muy frecuente ver lavandas en los jardines, en las partes frontales de los arriates y a los bordes de los caminos porque son de fácil cultivo. Amantes de los suelos con buen drenaje, arenosos, incluso no excesivamente ricos en nutrientes, pero sobretodo, detestan un riego en exceso.
Este exceso de riego debemos saber que provoca fuertes crecimientos pero baja la intensidad del aroma de la floración.
Florecen en verano cubriéndose de espigas terminales en la parte superior de largos tallos sobresaliendo del arbusto que puede alcanzar tranquilamente el metro de altura y diámetro. Existe no obstante variedades algo de crecimiento algo más limitado como esta que os muestro en las fotografías, Se trata de Lavandula angustifolia 'Hidcote' que crece algo más compacta y no alcanza el tamaño tan grande.

El caballo de batalla de estas plantas es su tipo de crecimiento. Son arbustos con una gran tendencia a tornarse leñoso y hay que saber que la madera lignificada y vieja no brota de manera que es frecuente ver en los jardines matas de lavandas con los pies despoblados y un crecimiento bastante desgarbado.
Esta tendencia hay que tenerla muy presente a la hora del mantenimiento con las podas. De todos modos mentalicémonos, tarde o temprano las lavandas hay que renovarlas tras unos cuantos años en el jardín porque es inevitable que el arbusto envejezca. Podemos, mediante la poda retrasar este envejecimiento pero a la larga se lignificarán, crecerán en exceso y se despoblarán brotando mayormente en la zona superior del arbusto dejando desnuda la parte inferior y adoptando formas no demasiado bonitas.
Si observamos dentro del arbusto, aún siendo jóvenes, veremos que la vegetación interna está como seca presentándose las hojas verdes y tiernas en el exterior del arbusto.

Como digo, con la poda retrasaremos el envejecimiento aunque no podamos lamentablemente evitarlo con el tiempo.
Es muy importante tener en cuenta su crecimiento para, mediante la poda procurar mantener el arbuto lo más brotado posible, es decir, que emita muchas ramitas que tapen la zona interna que suele ser seca y despoblada. Estas ramificaciones que favorecemos con las podas además de cubrir el interior permitirán que la floración sea muy abundante.

¿Cuándo debemos podar las lavandas? Es conveniente hacerlo dos veces al año:
Primera poda: Final invierno/inicio primavera: Al final del invierno o, en climas fríos como el mío, al inicio de la temporada, tan pronto como comienza el crecimiento efectuaremos la primera poda de la temporada. en este momento le suelo aplicar una poda bastante severa. Eso sí, sin llegar a cortar la zona lignificada porque esta madera ya no rebrota como he comentado.
Este año he aplicado un pequeño truco que leí el otro día no recuerdo en qué libro de poda y que me ha ido bien. Se trata comenzar la poda recortando con las tijeras dos especies de "franjas" que crucen el arbusto de punta a punta en los dos sentidos. Estas franjas me han servido de "orientación" al proporcionarme ya el contorno que tendría finalmente la esfera.

No sé si se aprecia bien en esta foto. En esta segunda he coloreado estas dos franjas para tratar de hacerme entender mejor. A partir de hacer estas dos franjas ya solo quedaba ir recortando las cuatro partes que aún quedaban sin podar procurando darle una forma lo más redondeada posible.


Segunda poda: Tras la floración del verano. La segunda poda la realizo tras la floración para eliminar las espigas florales una vez secas. Me permite limpiar la planta de ramas muertas, con crecimientos excesivos u orientaciones que afeen la forma general del arbusto. Además esta segunda poda favorecerá que ramifique más con lo que estaremos ayudando también a mantener el arbusto más compacto y tupido.
Siendo tras el verano y antes de que lleguen las heladas, pueden efectuarse ligeras podas para mantener la forma del arbusto a nuestro gusto o limitar un poco el crecimiento si el espacio del que disponemos para él vemos que está siendo sobrepasado.

En mi opinión es importante no  podar una vez inicia bien el crecimiento de primavera porque haciéndolo estaríamos renunciando a su floración.
Aquí tenemos ya la lavanda podada.

Salvia officinalis. Tutorial poda para retrasar su envejecimiento

Los jardineros estamos disfrutando del jardín de lo lindo. Llevamos desde mayo con el jardín lleno de flores que son una delicia pero en este momento, ya en junio, muchas de estos arbustos y vivaces están llegando al final de su tiempo de floración. 
Concluida esta floración es el momento adecuado para podarlos. Es el caso de Salvia officinalis. Un arbusto perennifolio que posee gran cantidad de aceites esenciales que la convierten en muy aromática y que puede resistir ciertos grados de heladas si no son muy profundas ni persistentes. En mi clima, en la Sierra de Madrid, lo soporta perfectamente.


Al igual que le ocurre a Lavanda, (podéis consultar su poda pinchando en el enlace) son arbustos que tienden a lignificarse y a envejecer en pocos años. Los troncos de la base tienden a lignificarse y tornarse resecos, la parte baja de las plantas se despuebla apareciendo los tallos desnudos y dando un aspecto bastante feo a la planta. De ahí que todo lo que podamos hacer con la poda sea retardar este envejecimiento pero conscientes de que en unos años tendremos que ir renovando las plantaciones si el aspecto que va adquiriendo los arbustos con el paso del tiempo no es de nuestro agrado.


Son pequeños arbustos que pueden alcanzar el metro de altura y cuyo cultivo no ofrece dificultades. Se conforman con cualquier terreno por pobre que sea. Incluso crecen mejor en suelos arenosos. Lo que no soportan son los encharcamientos y la falta de sol.
Salvia officinalis florecerá mejor cuántas más horas de sol tenga y siempre que no se la riegue en exceso. Aquí podéis ver estas salvias recién plantadas a mitad de junio de 2015.
En otoño de 2014 había preparado toda la zona de plantación que sería el seto sur. Se trataban de un seto mixto formado por muchos arbustos que precisarían su tiempo para crecer y que la zona se viera con vegetación. 

Mientras esto ocurría consideré que sería buena cosa poner algunas salvias entre las plantaciones. Son arbustos de rápido crecimiento y en junio del año pasado planté algunas salvias entre las plantaciones existentes que en poco tiempo me llenaría espacios entre arbustos.
Este es el bonito aspecto que han tenido este mayo. Con sus largas espigas llenas de delicadas flores azul violáceo. Me encantan!! Son de esas plantas que no requieren prácticamente cuidados y que a cambio te ofrecen todo el año un aspecto precioso y en flor ya, no digamos!!


Este es el primer año que florecen en realidad. El verano pasado eran tan chiquitas que prácticamente o se aprecio demasiado color en la zona. Así que durante unos años más, si pongo especial cuidado en la poda podré mantenerlas sin envejecer en exceso y disfrutaré durante un tiempo al menos de estos preciosos arbustos. Y bueno cuando pase tiempo y terminen por envejecer...bueno, pues teniendo en cuenta el costo que suelen tener (son realmente baratas para las alegrías que proporcionan) pues las renovaré y comenzaremos de nuevo :)
Bueno, vamos a la tarea de podar una de estas salvias!! Como siempre, a riesgo de resultar pesada por repetirme ajajjaa materiales preparados?: Como son plantas jóvenes la madera aún no está muy lignificada y los tallos no son muy gruesos, de manera que con unas tijeras de podar podremos afrontar este trabajo. Ya sabemos...limpias!! Manguera, rastrillo, guantes, material para acolchar y un buen abono orgánico...todo listo? Pues venga!!
También como siempre antes de podar, observemos el arbusto antes de comenzar a trabajar. Qué tenemos? Es un arbusto joven, cuyas espigas florales ya han abierto todas sus flores. No parece que esté descompensado en su crecimiento si no que este se presenta bastante redondeado. Tiene tras él un exquisito rosal Rosa 'Mme. Isaac Pereire' que pretendo guiar sobre los herrajes del pozo. También por detrás algo a la derecha hay un Cotoneaster lacteus y otras plantaciones que no deseo que se invadan con estas salvias y que por tanto hay que contener su crecimiento.

Las salvias forman varios tallos desde el suelo que brotan desde la zona central y se dirigen hacia el exterior del arbusto. De estos tallos que son la estructura permanente de la planta, brotan ramillas que en su final forman las espigas que tendrán las flores

Si solo se poda superficialmente provocaremos que las ramificaciones se forme a mucha altura con lo que el arbusto ganará en diámetro rápidamente y ocupará quizás una zona que no le está asignada.



Me conviene por tanto apurar en esta poda y cortar bastante cortos todas estas ramas laterales que han portado la floración. 
Al igual que en la lavanda, hay que llevar cuidado de dejar algo de madera joven y no apurar tanto que lleguemos a dejar solo ramas viejas. No es el caso, vemos aquí que hay muchos brotes ya inciados y que nacen en la zona de la base del arbusto. De ellos saldrán nuevas ramas jóvenes y algunas de ellas podrán sustituir a las más viejas en próximas podas. Así se mantendrá el arbusto sin envejecer más tiempo.


Así pues cortamos bastante cortas todas las ramas laterales de cada una de las principales que salen del suelo. 


Aquí tenemos la Salvia con este trabajo hecho.

Ahora una vez recortadas todas sus ramas y despejado el arbusto vemos mejor si hay alguna ramita muerta, enferma, que crezca hacia el interior del arbusto o que sobre. Sería el momento de eliminarlas.

Es un arbusto bastante denso cuyo interior permanece en oscuridad y provoca que las hojas del interior vayan muriendo. Observemos el interior del arbusto tiene las ramas principales llenas de hojas secas colgando todavía del tallo. Todas estas ramas hay que limpiarlas de hojas secas. Por cierto, ajjaja me resulta imposible hacer este trabajo con guantes así que a mano desnuda!!

Igualmente pasa con el suelo que hay en la base de la planta. Han caído flores secas, ramillas y distinto material muerto. Dejarlo así se convertiría en un foco de parásitos y de enfermedades. Limpiemos con el ratrillo escrupulosamente el suelo y dejemos la zona bien despejada.



Voy a abonar luego, así que antes le daré un buen riego en profundidad. Recordemos que siempre que fertilicemos el suelo debe estar bien húmedo para evitar quemar las raíces de las plantas. 

Quiero mostraros algo muy a tener en cuenta: Los tallos principales, con el peso de la vegetación bajan a veces hasta tocar el suelo. Cuando esto ocurre, sus ramas tienen la capacidad de emitir pequeñas raicillas que harán que el arbusto vaya creciendo cada vez más hacia los lados.
Yo no quiero que la zona se llene de salvias, pretendo que el resto e arbustos sigan teniendo su espacio y que estas salvias conserven su diámetro sin crecer en exceso.

Por eso para evitar que las ramas toquen el suelo y con sus raíces vayan extendiéndose cada vez más voy a poner debajo el nacimiento de estas ramas principales unas piedras que las levanten y solucionen este problema. Así quedarán elevadas y en lugar de brotar hacia los lados lo harán más hacia arriba.

A partir de ahora y hasta que lleguen los fríos estas salvias tendrán que seguir creciendo. Un buen abonado a base de fertilizantes orgánicos les irá de maravilla.

Como estoy abonando los rosales tras su primera floración he aprovechado la mezcla de fertilizantes orgánicos que utilizo para los rosales. Por cierto, puse un artículo con la receta que uso por si alguien está interesado.

Ya casi terminamos!! Las salvias requieren muy pocos riegos pero si las cultivamos con un buen acolchado casi que solo precisan un riego de vez en cuando. Y ello hasta que se llegan a asentar. Después casi que se las apañan ellas solitas.
Así que repuesto el acolchado con material nuevo y con un buen riego tras el abonado, estas salvias están listas para pasar el verano y el otoño creciendo. Ahora se ven despobladas y feas pero de los brotes que ya tienen en pocas semanas saldrán ramas que volverán a cubrir la estructura del arbusto.

Espero que la próxima primavera florezcan aún mejor que lo han hecho esta primavera y acompañen con sus preciosas flores las rosas y demás arbustos que hay en este seto.
Yo he puesto de mi parte lo que he podido. Tendrán que ser agradecidas conmigo. No? jejeje
Actualizo este artículo con una fotografía tomada justo once días tras efectuar la poda. Podemos ver cómo la salvia está totalmente brotada. De estos brotes durante el verano y el otoño surgirán las nuevas ramas que volverán a cubrir el arbusto rápidamente.

Independizar los "hijos" de nuestras plantas. Reproducción vegetativa (asexual)

Las plantas que introducimos en el jardín dedican sus primeras temporadas a formar un gran cepellón de raíces más que a crecer o florecer. Lo observamos siempre. Verdad? Pensemos en los rosales recién plantados. Algunos incluso no llegan a florecer la primera temporada o lo hacen en forma de tres o cuatro rosas. Todo ser vivo aspira a perpetuarse y a extenderse en el espacio y en el tiempo y las plantas no son ninguna excepción. Una vez han desarrollado este gran sistema de raíces pueden dedicarse a crecer y florecer pero además, dan un paso más: algunas empiezan a intentar extenderse más allá de la zona dónde se cultivan inicialmente. Cada una lo hace mediante un sistema.
Dos son las formas fundamentales de reproducción de las plantas
1.- Una es la reproducción sexual. La hemos tratado en varias ocasiones en algunos artículos Recordemos los semilleros de hortalizas o los de vivaces o la manera de reproducir mediante semillas una Althaea rosea (Malvarrosa).
La planta nueva que surge cuando se usa este sistema de reproducción es semejante a las plantas progenitoras pero no idénticas. 
Hablamos en plural porque en algunas plantas, el fruto es el producto de la polinizacion de una flor perteneciente a un ejemplar mediante el polen de otra flor de otro ejemplar. No en todas pero sí en algunas.
Cuando el polen (componente masculina) y el pistilo (componente femenina) pertenecen a la misma flor se dice que se trata de una polinización autógama.
Por el contrario, si polen y pistilos pertenecen a flores diferentes, sean del mismo árbol o de distinto árbol, se conoce como polinización alógama.
En el caso de los frutales más comunes, es mucho más frecuente que los óvulos de las flores de un frutal sean fecundados por el polen que proviene de otros frutales.
En todo caso, la semilla que se formará en el fruto proviene del material genético de dos padres y la planta resultante de la germinación de esta semilla siendo semejante a sus progenitores (porque contiene ADN de ambos) genéticamente no será idéntica a ninguno de ellos.
La reproducción sexual da lugar a mayor variabilidad en la población de una especie, es decir, produce individuos diferentes y por tanto con más probabilidades de que, para mediante la selección natural, pueda adaptarse (o no) al entorno dado que los nuevos individuos tienen características de ambos progenitores.
Son como nuestros hijos. Se nos parecen pero no son idénticos a nosotros (Afortunadamente jajajajja). Suelen tener características de su padre y de su madre pero constituyen ejemplares únicos.
Este tipo de reproducción es mucho más compleja que la que trataremos a continuación y sobre la que versa este artículo.

2.- La segunda forma de multiplicación es la asexual o vegetativa. Se produce cuando se divide una parte de una planta (Sea tallo, rama, raíz, rizoma, etc.) y se desarrolla por separado hasta que se convierte en una nueva planta.
Es un sistema de multiplicación muy difundido y existen muchas variantes. En este tipo de reproducción solo se precisa de un progenitor en contraposición a la reproducción sexual que precisa de dos. 
Todas estas variantes producirán nuevas plantas idénticas genéticamente a la planta progenitora. Es decir, es un clon de la misma.
Este tipo de reproducción tiene, como todo, sus ventajas e inconvenientes. De una parte requiere de mucha menos energía para la reproducción de la planta y da origen en poco tiempo a gran cantidad de individuos.
Por el contrario, al originar individuos idénticos los ejemplares resultantes tienen poca variabilidad. Usando de él "echan a una carta" su capacidad de adaptación al medio dónde crecen.

Muchos de estos sistemas de reproducción vegetativa los hemos ido viendo a lo largo de estos años en muchos artículos en este blog
* Hicimos un acodo simple en un rosal 
* y otro aéreo en un Melia azedarach no hace mucho. 
* Vimos como reproducir por estolones una mata de violetas
* Sacamos nuevos ejemplares con retoños (hijuelos laterales)  de una Ajania pacifica
* Por división reprodujimos un Chrysanthemum frutescens hace ya tiempo. 
* Reprodujimos mediante esqueje un Rosa 'Charles Austin' y también unas tomateras una vez brotaron sus raíces metida un trocito de rama en agua, 

Aunque a largo plazo y cuando se analiza a nivel de la Naturaleza, este tipo de reproducción tiene sus desventajas, cuando se trata de un jardín, obtener nuevos ejemplares de plantas sin haber hecho nada o poco para que se reproduzcan es una gran satisfacción. Hablemos hoy de este tipo de "hijos" de las plantas que cultivamos en nuestro jardín y que ellas solitas (o casi) se reproducen de modo vegetativo dando lugar a plantas que pueden vivir posteriormente de modo independiente.
Algunos de los arbustos que os mostraré están cultivados en este jardín desde antaño pero otros los he introducido yo en estos últimos años. Estos últimos ya empiezan a ser maduros y han desarrollado un sistema de raíces que les permite intentar reproducirse. Alguno de ellos veremos que ya emiten largas raíces que se extienden por los alrededores; otros brotan desde ellas formando pequeñas plantas al lado de la planta madre; y en otros casos he sido yo la que he intervenido en esta reproducción acodando alguna de sus ramas. 
Cuando al inicio de la temporada incorporo al suelo el estiércol maduro y debo retirar para ello previamente el acolchado me resulta práctico "independizar" estos hijos y conseguir así plantas gratis que crecerán en otras partes del jardín sin haber hecho prácticamente ninguna inversión ni de tiempo ni de dinero.

Ventajas de estos "hijos" en relación a las plantas compradas.
  • La gratuidad es el primero que nos viene a la cabeza.
  • Pero gozan de una gran ventaja en relación a las plantas que compramos en un vivero o adquirimos en una página web: Son plantas que han crecido desde el inicio en nuestro jardín. Por tanto son totalmente resistentes en nuestra zona climática y están complemente adaptadas a la climatología, suelo y demás condiciones de crecimiento.
  • Pero además, cuentan con algo de lo que suelen carecer las plantas que traemos del vivero: Antes de independizarlas han desarrollado un magnífico sistema de raíces que les va a permitir sobrevivir una vez estén separadas de la planta madre con mucha más facilidad que las compradas.

Quiero mostraros hoy algunos de estos nuevos ejemplares que en breve crecerán en algunos rincones de mi jardín. Mientras se asientan un poco y comienzan a crecer independientes de la planta progenitora, los he metido en un contenedor y los he ubicado en una zona dónde estarán a resguardo del sol fuerte del mediodía.
Son plantas como digo, con un sistema radicular ya formado pero que hasta ahora, obtenían el agua y los nutrientes de la planta de la que provienen, así que conviene esperar a que desarrollen aún más raíces antes de ubicarlas en su lugar definitivo.

1.- En el primer caso no será un ejemplar si no varios los que habré obtenido de estos brotes de raíz de Sorbaria Sorbifolia 'Sem'. Un precioso arbustos, bello en todas las estaciones y que no presenta ningún problema de cultivo en mi jardín si está preservado del sol algunas horas del día.
La verdad es que hasta que ha empezado a brotar no me he dado cuenta de que había pequeños brotes saliendo de la tierra cercana a dónde crece la planta madre.



Al arrodillarme para levantar el acolchado del rosal que crece al lado (Rosa 'Gertrude jekyll') vi que del suelo asomaban preciosas ramillas tiernas. Como no quería que el rosal se vea invadido por esta planta simplemente tiré del brote más próximo al rosal et voilâ lo que apareció!: Una larga raíz que crecía horizontalmente al suelo y de la que cada poco brotaba hacia arriba un pequeño tallo.


Tiré con cuidado de no estropear las raicillas y corté la raíz en una zona próxima a la planta madre.
Aquí tenéis varias raíces. Cada trozo que tiene ya raíces desarrolladas constituye una planta que, en poco tiempo, podrá vivir de forma independiente. Qué gozada, no?
Como se trata de trozos de raíz que deberé poner de forma horizontal, he preferido meterlos provisionalmente en un cacharro con agua para que no se deshidraten y en unos días me pensaré si los pondré en varios contenedores o directamente en el lugar que crecerán.
2.- Segundo ejemplo de planta en la que no ha habido intervención alguna de mi parte: Las sierpes de un Philadelphus.
Llevo ya años queriendo independizar estos tallos que emergen de una zona lateral del celindo pero por unas cosas u otras nunca he encontrado el momento de hacerlo. El domingo, aprovechando que había venido a trabajar en mi jardín mi ayudante y teniendo el tiempo necesario para realizar este trabajo que requiere el uso de herramientas, me decidí a realizarlo.
Habitualmente los Philadelphus crecen en forma de arbusto compuesto por infinidad de tallos que emergen del suelo. Se pueden conducir dejando solo tres o cuatro que formen una especie de tronco y permitiendo que las ramas broten únicamente en la parte superior. El resultado es precioso:
Las ramas cuelgan desde arriba formando una especie de paraguas con sus ramas arquedas.
El mío crece así sin haber hecho yo nada. Por cierto, tengo otro celindo que estoy intentando el mismo resultado pero aunque voy arrancando los brotes que salen del suelo de alrededor de los tres o cuatro que dejé entrelazados, no hay manera, salen y salen más y más...y es un fastidio estar siempre eliminándolos.
No sé si con el tiempo lograré que no salen muchos y tengan eliminar solo alguno de vez en cuando.
Así que vienen que este pequeño que brota al lado del padre tiene la pinta de crecer con las mismas características aunque con retraso por fin ya he logrado dos ejemplares iguales!!
Aquí veis el celindo con el acolchado retirado antes de incorporar el estiércol. Este celindo está cultivado en el suelo original del jardín, es decir, que la tierra está muy compactada y requirió la intervención de mi ayudante que con una pala de punta cuadrada fue bordeando el cepellón ayudándose de la fuerza del pie sobre ella.
No fue fácil. Las raíces se extendían por la zona próxima y hubo que utilizar una azada en las proximidades para ablandar el terreno y facilitar la extracción.
Por último, con ayuda de una podadora se cortó la raíz mediante la que se unía a la planta madre.
Listo! Planta madre "liberada" del hijo que vivía a "su costa" y bien nutrida. Y yo con otro ejemplar nuevo ajjajajja
No logramos sacarlo con demasiado suelo adherido a sus raíces pero tiene un buen sistema radicular desarrollado.
Eso sí, el desarrollo de su parte aérea es excesivo así que antes de plantarlo en un contenedor lo he podado bien reduciendo muchísimo el largo de sus ramas para que tenga posibilidades de sobrevivir.
3.- Un tercer caso de "gratuidad" total: Renuevos de una Syringa vulgaris (Lila). De esta me percaté este invierno pero hasta ahora no me he puesto a independizarlo.
Ya veis, en el lateral y a cierta distancia de la lila madre, emergía un pequeño conjunto de tallos que debía llevar creciendo cierto tiempo dado que tiene la madera madura.
No me ha resultado difícil separarlo. He ido clavando alrededor del crecimiento una pala de punta recta y con la fuerza de mi pie sobre ella he ido clavándola en todo el perímetro a la mayor profundidad que me ha sido posible.
Noté con la pala la gruesa raíz que la unía de la planta madre así que tuve que usar para cortarla una podadora fuerte.
Y aquí tenéis al nuevo bebé, un pequeño lilo con un cepellón perfectamente desarrollado. Este desde luego no tiene pinta de tener problemas lejos ya de su progenitor.

Una vez extraído el joven ejemplar tuve que reponer todo el terreno y adecentar de nuevo los acolchados.
Estoy entusiasmada con su obtención porque mis lilos son muy antiguos y por los años de abandono y los nulos cuidados que recibieron durante muchísimo tiempo, están muy castigados. Están en el jardín desde hace treinta o cuarenta años y me encantará asegurarme de seguir cultivándolos. Con este "duplicado" tengo asegurada la supervivencia de ellos en mi jardín. Además, florecerá en color lavanda, como su progenitor ya que es un clon de él. Cosa que por cierto, me encanta!
4.- Por último y aunque esta vez sí ha habido intervención de mi parte al hacer un par de acodos con dos de sus ramas el verano anterior, he obtenido otro ejemplar de una planta a la que le tengo mucho cariño por ser un regalo de mi amiga Isabel. Me trajo un esqueje (no recuerdo si enraizado o no) de esta Buddleja x weyeriana 'Sungold'. Florece en amarillo lo que la hace bastante original. Pero además resiste mucho mejor que otras budleias que tengo en el jardín el calor y la sequía del suelo. Así que me interesaba obtener más ejemplares.
Igual que en los casos anteriores, aprovechando la retirada del acolchado de la Catalpa, quise comprobar si los dos acodos del verano habían enraizado.
Con muchísimo cuidado fui retirando el suelo alrededor de ellos hasta llegar a la altura que hundí las ramas. Una de ellas vi que aunque tenía raíces no eran suficientes y decidí volver a cubrirla con suelo y dejarla una temporada más.
La segunda sí, me pareció claramente enraizada. Simplemente practiqué un corte entre la rama que provenía de la budleia madre y el acodo y repuse el terreno que rodea la Catalpa aplicando el estiércol también.
Aquí está, lista para su plantación!
En fin, ayer domingo fue un día de lo más productivo!! Estoy contenta con mis nuevos ejemplares. Proceden todos de plantas preciosas y ellos, con genes idénticos a ellas, serán igualmente hermosas. Tardarán un tiempo en convertirse en ejemplares adultos y de buen tamaño pero no hay prisa... asistir al proceso será mágico y me producirá una gran alegría lograr que con mis cuidados, lleguen a convertirse en magníficos ejemplares.
Que tengáis buen lunes, queridos lectores. Gracias, gracias, siempre por vuestro apoyo, por vuestro cariño hacia mí que tantas veces demostráis en vuestros correos y comentarios y por la amistad que tengo con muchos de vosotros.

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