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Preparación del huerto antes de comenzar la temporada.

Menudo fin de semana me he dado!! Ya no lo podía retrasar más. Este tiempo lluvioso y más frío de lo que es habitual en este mes aquí en la Sierra no debe llevarnos a engaño. En breve pasaremos de este tiempo desapacible y no anima a arriesgarse a poner los planteles en el huerto a unos días magníficos en los que el sol hará que el huerto esté tibio y el suelo de los bancales acogedor para recibir las plantaciones de las nuevas hortalizas de la temporada.

No me gusta andar con prisas y correr con los trabajos del jardín y del huerto. Tengo una naturaleza previsora y sumamente organizada de manera que trato de cumplir mi agenda con bastante exactitud.
No porque crea que las cosas en el jardín no pueden hacerse con un margen de tiempo. No, no es eso. Simplemente es que no me gusta la sensación del trabajo acumulado porque me agobio así que tengo un calendario muy pormenorizado producto ya de los varios años que llevo cuidando de este jardín y del huerto así que ya conozco el clima y sé qué labores hay que hacer en cada momento.
Así que para evitar que me pillara el toro este fin de semana me puse con el huerto para que en cuanto venga el buen tiempo, el lógico de este mes, sin más dilación pudiera comenzar la temporada sin dedicarme primero a hacer el trabajo que hoy he hecho. 
Detesto los huertos feos, desaliñados y mal ordenados! No lo puedo remediar!!


Tengo ya ganas de verlo lleno de preciosos y diminutos planteles de pimientos, berenjenas, tomates, lechugas...ummm qué lindos son recién plantados!! Y lo son mucho más en un espacio limpito y primorosamente cuidado.
El trabajo duro lo hice al final del otoño cuando incorporé una generosísima capa de estiércol maduro a los bancales. Ahora era cuestión de pequeños trabajos pero que todos juntos daban para un par de jornadas, al menos al ritmo que yo trabajo.
Cada maestrillo tiene su librillo y yo también tengo el mío. Para no olvidar nada de lo que tengo que hacer y poder organizar el trabajo el día, cuando tengo que preparar una zona del jardín o del huerto, unos días antes me paso por el lugar y tomo fotografías de todo lo que veo pendiente de hacer. Luego en el ordenador organizo el asunto de manera que me cunda y procuro cumplir el plan.

Los meses invernales en los que el huerto queda casi abandonado a su suerte tras el estercolado su aspecto va empeorando. El otro día al tomar las fotografías se notaba que necesitaba una buena mano de limpieza y organización. Ya digo que nada de lo que tenía que hacer me llevaría mucho tiempo pero sí, había muchos pequeños detalles que afrontar y dejar el huerto inmaculado. 
Sobre el suelo de pésima calidad que inicialmente había en el huerto se pusieron los bancales que están rellenos de un sustrato esponjoso, aireado, nutrido con mucho estiércol y que es sumamente fácil de plantar e incluso de eliminar malas hierbas. Por eso no tengo problema alguno de crecimiento para las hortalizas. 
Además de tomates, pimientos, etc, cultivo pequeños frutales y arbustos de bayas en el huerto.
La rampa de acceso del coche desde la calle a la entrada del garaje está separada del huerto por unas celosías de madera que instalamos nosotros mismos y que hace las veces de divisoria y valdrá como soporte de los pequeños frutales que cultivo a sus pies (cuatro pequeños manzanos y un nectarino).
Estos frutales de variedades muy especiales y de buena calidad me las facilitó injertadas ya sobre patrones enanizantes mi amigo José de Albacete. De esta forma no se harán grandes. Lo que buscaba era frutales que no solamente produjeran su pequeña cosecha si no que además fueran plantas "bonitas" aunque no estuvieran produciendo.
Se me ocurrió que una forma cómoda y fácil de cultivar estos frutales sería en espaldera pero ello requería que no se hicieran de gran tamaño para poder  podarlos, aplicarles productos y recoger la fruta de pie sin precisar escaleras.
Así que una vez instaladas las celosías se excavó una profunda zanja bien ancha para que las raíces de los frutales crecieran bien en suelo de buena calidad y estas zanjas se rellenó con una buena mezcla.
Esta franja, anualmente es enriquecida con mucha materia orgánica y cubierta por una buena capa de acolchado a base de corteza de madera.

El trabajo de los muchos mirlos y otras aves que frecuentan el huerto hace que el suelo se vaya deteriorando y tomando un aspecto desaliñado según van pasando los meses de invierno en que no estoy muy dedicada al huerto. Había por tanto que incorporar el estiércol y volver a cubrir con una capa de acolchado nueva.
Planté estos pequeños frutales en su lugar definitivo en la primavera de hace dos años (la de 2016) pero he empezado a podarlos hasta hace unas semanas. A mediados de marzo.

Dejado que crezcan un poco para que vayan desarrollando ramas que me sirvan para ir organizando su estructura que pretendo sea, como he comentado, en espaldera. Es decir, una rama central de la que broten ramas horizontales que yo iré conduciendo sobre las celosías.
Este año ya de los brotes que vayan surgiendo iré dejando los que me interesen para formar las ramas que todavía les falta desarrollar.
En el caso de los frutales de baya (frambuesos y arándanos) que cultivo en una de las esquinas del huerto bajo la protección de una tela de sombreo que les priva del sol del mediodía en verano y que he sujetado con postes de madera, se hizo también una zanja profunda y ancha dónde se plantaron solo que en este caso la mezcla tenía que ser muy ácida y se incorporó mucha turba rubia y azufre.
Al igual que la zona de los manzanos este rincón también era preciso que se nutriera y volviera a recolocar el acolchado.

Estos frambuesos crecen desmedidos y desarrollan ramas que creí serían algo más cortas pero son larguisimas. Este ha sido el único trabajo que me quedó por hacer el otro día. El próximo sábado lo afrontaré. Aquí podéis ver como resta todavía eliminar todas las hojas muertas de sus ramas y atarlas a las distintas líneas de alambre que tendí horizontalmente en esta zona.
En esta fotografía podéis ver cuatro asuntos que había que afrontar sin tardanza.

La zona de paso alrededor del bancal de las fresas se había deteriorado con las lluvias. Este trozo de huerto tiene en su base una tierra malísima dónde se acumularon incluso algo de escombro cuando se construyó el garaje cuya fachada veis en las fotografías. Así que para no estar viendo un suelo lleno de piedrecillas y porquerías lo cubro con una capa delgada de tierra que apisono de vez en cuando y que cuando es removida por los pájaros o la lluvia debo alisar con al escoba metálica.
Bien, trabajo hecho, la diferencia es evidente, no? :) Ahora sí tiene un aspecto bien acicalado.

También había pequeñas reparaciones que hacer. La compostera de hojas que hay al lado de las que contienen compost tenía uno de los postes tumbado. Así que un buen martillo y a clavar de nuevo el lado caido. Como nueva!

A veces una planta no supera el invierno y reconozco que en pleno enero o febrero no apetece ponerse a eliminar estos ejemplares pero ahora ya no era cosa de dejar al "difunto" ahí reseco al lado de lo que serán preciosas y verdes hortalizas. Así que un poco de esfuerzo y a vaciar el pedazo contenedor y eliminar su planta muerta ajajjaja Madre mía, cómo llega a pesar uno de barro de este tamaño. Pero ya vuelve a estar lleno de buen sustrato y listo para albergar algún cultivo de sombrita colocado ahí al lado de una de las puertas del huerto.

Aún no le di uso a estos cestos colgantes y ni siquiera estoy segura que los deje en el huerto. Están vacíos, no tienen cultivo alguno en ellos pero estaba claro que la base de fibra de coco que los cubría estaba totalmente deteriorada. A cambiarlas! Ahora sí se ven bonitas y podrán contener quizás unas preciosas petunias malvas si las pongo en la fachada norte de la casa. 

Por supuesto las malas hierbas estaban haciendo su agosto. Afortunadamente tengo cubierto el suelo del huerto en su mayoría con corteza pero hay una zona, delante de los bancales por delante de las celosías que por estar inclinada no pueden protegerse así que ahí las malas hierbas dan su buen trabajo. Nada que con paciencia no se pueda eliminar. Lista! Limpita y bien barrida, eh! ;)

Pero en esta limpieza hay que llevar cuidado y no arrancar las plantas como tagetes y caléndulas que se autosiembran. Son pequeñas plantitas que animaran con su colorido el huerto y que además atraerán a insectos que a su vez ayudarán a polinizar las flores de los frutales y hortalizas.


Una vez eliminadas alguna mala hierba que creció en los bancales he revisado el riego por goteo de todos los bancales y zonas de cultivo del huerto. Dentro de menos de lo que pensamos estaremos precisando regar las plantaciones así que el sistema de riego y mangueras deben estar a punto.

Tiestos de barro, contenedores y demás, con el paso del tiempo van ensuciándose. Si queremos evitar enfermedades y plagas conviene someterlos a una buena limpieza y dejarlos listos para recibir semillas o cualquier cultivo que compremos.
La mata de Alcea rosea es muy propensa a enfermar, el único modo de contener la roya típica de este cultivo es ser escrupuloso con su limpieza y no regar nunca la planta por arriba para que sus hojas no se mojen. El sábado recibió una buena limpieza.

Contenedores que se dejan a veces por pereza en un rincón y en los que se cultivaban tomateras la temporada anterior y que afean la zona me gusta eliminarlos para que el huerto comience bien bonito y ordenado. Así que fuera!!


La menta (Mentha piperita), si se la deja a sus anchas va emitiendo ramas horizontales que amplían a buen ritmo su zona de crecimiento. Si no eliminamos estos brotes laterales terminaremos por tener este rincón invadido más allá de lo que yo deseo. No me importa que cubra el suelo hasta el bancal pero no quiero que se meta en la zona de la malvarrosa.

Las ramas extraídas me servirán para cultivarla en otras zonas del jardín.

A la mata de lirios le hacía falta una buena limpieza. Sus preciosas flores no lucen igual sobre hojas secas y muertas que cuando sus tallos florales brotan de una mata con hojas limpias y sanas. Verdad?

Mi huerto no podía ser mío si no crecían en él rosas! :P
Y por tanto estos rosales tenían que recibir sus cuidados. Además de la poda que ya se realizó hace poco había que nutrir bien su base y atar de forma adecuada sus ramas.
Crece en él un bonito Rosa 'Eden rose 85' que hace poco os mostré como podé y empecé a conducir sobre unas celosías de madera que cubren parte de la fachada sur del garaje.

También hay en él desde la temporada anterior un par de rambler y un trepador.
Todos ellos han sido nutridos con estiércol hace unos días y cubiertos su zona alrededor de la base con acolchado para evitar malas hierbas y sobretodo, minimizar la evaporación de la humedad en verano.
Los rambler son demasiado jóvenes para podarlos pero sí tenía que conducir sus ramas atándolas a la valla de madera que bordea el huerto. 
A la izquierda de la puerta un trepador, Rosa 'Iceberg' Cl. A este rosal le tengo mucho cariño, llegó a mi jardín de la mano de mi amiga Maite, en octubre de 2015. Era un esquejito diminutooooo!! Y bueno, aquí lo veis, ya llegó a la parte horizontal del portón. No me gusta que los rosales trepadores tengan todas sus ramas verticales porque florecen menos así que algunas de ellas las he dispuesto por delante de la valla de forma horizontal.

Ya  llegan sus ramas a tocar las de otro rosal que crece junto a la puerta del garaje, Rosa 'Laguna' (de Kordess).

A la derecha de esta puerta de acceso al huerto cultivo un Rosa 'Kew Rambler' que tuve la fortuna de poder comprar sin injertar. Al crecer en sus propias raíces ya sabéis que algunos tardan un poco más en "arrancar" porque no los adquirimos con un cepellón tan desarrollado y con raíces grandes como en el caso de los injertados pero yo lo prefiero así. Ojalá encontrara a la venta todos sin injerto!! Aún así ha crecido bastante teniendo en cuenta que vino diminuto el año pasado y ya llega a cubrir una pequeña zona de esta valla.

Dentro del huerto, en una esquina crece también desde el año pasado un Rosa 'Paul's Hilamayan Musk' que se dedicó la temporada anterior a formar su cepellón. Se trata de un precioso rosal de pequeñas flores blancas en ramillete, un rambler poderoso en cuya fortaleza confío para que soporte la competencia de la mimosa que se alza en la esquina ya por fuera del huerto. Sí, confío en que pueda a pesar de ella crecer. Tardará en poder desarrollarse pero espero no equivocarme. De todos modos, de vez en cuando excavo profundo y elimino las raíces que desde ella parten hacia el rosal para evitar algo de esta competencia. Si logra hacerse con el espacio lograré una esquina de gran belleza cuando esté en flor.

Por cierto, este invierno traje un nuevo huéspedRosa 'Reine des Violettes' que ya empezó a brotar cerca de los pies de un pino que crece en el huerto. Su copa lo protegerá de la insolación de mediodía y espero que se sienta bien en este lugar que elegí para él. Cerca de RER85 sus rosas violeta oscuro creo que harán un precioso contraste.

Para animar a que el contenido de las composteras termine de madurar y pueda usarlo esta primara sobre los bancales hay que dar la vuelta al compost de vez en cuando. Es una labor que siempre da pereza. Pero hay que hacerla.

Un rápido "alisado" del acolchado que cubre el camino central del huerto con la escoba metálica y queda listo para empezar la temporada y yo exhausta!! jajajaja 


Pero lo que son las cosas, debo ser algo masoquista porque el cansancio no me importa en absoluto cuando veo los resultados. Todavía no está realmente bonito mi huerto porque está vacío de hortalizas pero me hace sentir bien verlo tan limpio y ordenado. Con los frutales, bancales y rosales bien nutridos. Sin cacharros por medio, sin plantas muertas. Con las reparaciones efectuadas. Limpio de yerbajos, y de tiestos sucios... 


Sí, a pesar del cansancio simplemente fumar un cigarrito sentada con mi chubasquero y verlo así y se me olvida el cansancio... En breve crecerán sobre los bancales hermosas tomateras que llenaran de verde y rojo este espacio y volveremos a empezar un año más.
Un abrazo, queridos lectores!!

Los bancales del huerto de nuevo en funcionamiento

Quizás debería haber esperado hasta finales de mes. Pero ya son varias semanas que me llevo con los planteles comprados. Justo comprarlos y ver que las temperaturas bajaban en picado así que como os comenté, los trasplanté provisionalmente a contenedores de fibra de coco o de turba prensada para que pudieran ir desarrollando sus raíces y creciendo y los he tenido cubiertos por la noche con una manta térmica y cuidando por supuesto de que no les faltara riego.

Aunque es cierto que algún año se ha producido alguna helada tardía durante este mes, realmente es muy poco probable que ya se produzcan más a partir de ahora. He mirado las previsiones para los siguientes quince días y las temperaturas nocturnas parece que no bajaran demasiado de los 10º C. Así que me he decidido a empezar el cultivo de los plantones en el huerto. 
En febrero desmonté del todo los bancales. Los limpiamos bien de malas hierbas y restos de hortalizas de la temporada pasada e incorporamos una generosa capa de estiércol maduro que trabajamos muy superficialmente. Lo hemos dejado así durante estos meses para que el estiércol terminara de compostarse bien y el sustrato estuviera en su punto cuando llegara el momento de poner los planteles en él.

Durante este tiempo, la lluvia, el sol ha endurecido una pizca la superficie del sustrato y lógicamente han crecido alguna mala hierba en él. Para trabajar más cómodamente he retirado provisionalmente la cuadrícula de listones de madera de cada bancal.

Antes de plantar he preferido trabajar muy superficialmente la capa de arriba del sustrato de los bancales para romper bien la ligera costra y que se aireara bien el sustrato y he aprovechado para eliminar cualquier resto de malas hierbas. Un suave rastrillado para alisar bien la superficie, poner de nuevo las cuadrículas y un buen riego en profundidad y listo!! El suelo está listo para recibir los plantones.

Ya sabéis que mis conocimientos sobre temas huertiles no son demasiados así que siempre ando consultando todo antes de hacerlo porque no tengo seguridad y temo equivocarme. Sé que las hortalizas no deben cultivarse año tras año en los mismos lugares de plantación porque eso no les favorece nada en su nivel de saludo. Del sustrato toman algunos elementos y aportan otros y cada año se cultiva el mismo tipo de hortaliza en el mismo bancal, algunos nutrientes terminan por ser deficitarios.
Este año también he hecho un pequeño croquis antes de plantar definitivamente tratando de distribuir las hortalizas de modo que la proximidad entre cada variedad fuera viable. Así he tratado de que hortalizas de la familia de las brasicáceas como por ejemplo las berzas no estuvieran junto a tomates. Por el contrario, he plantado cebollas a lo largo de las hileras de tomates porque según algún programa de horticultura que he consultado (Kitchen garen aid), su proximidad resulta beneficiosa para ambas.


La verdad es que es hasta divertido este tipo de ayudas informáticas. Cuando vas con el icono de la col a ponerlo al lado de un tomate te avisa!! jajajaj Es un poco como jugar a mover las fichas dentro de un tablero. En fin, no estoy segura del todo, pero creo que no he puesto una al lado de otra, hortalizas que sean incompatibles.
El año pasado me pasó lo que le pasa a los novatos, que se producen sorpresas desagradables por no tener los conocimientos precisos. Resulta que los pimientos que crecieron cerca e las guindillas vascas estaban picantes! Luego he leído que aunque las hortalizas son autopolinizantes, puede haber cruces entre ellas y de hecho se producen frecuentemente. Por eso este año también he tenido en cuenta no poner por ejemplo pimientos de variedades distintas uno al lado del otro y aunque en un huerto con tan pocos bancales como el mío en el fondo todo está próximo, imagino que a la hora del tema cruce de polen siempre dificultará algo las cosas que no estén tocándose.
Una vez hecho el pequeño croquis simplemente he ido colocando cada plantel en el lugar que previamente tenía asignado en el ordenador.


Al tratarse de bancales elevados rellenos con sustratos son muy fáciles de trabajar y de plantar en ellos. Está esponjoso, suelto y hacer los hoyos de plantación es bien sencillo en ellos. Cada plantel un hoyo y en el fondo un par de puñados abundantes de humus de lombriz. He ido mezclando ligeramente con la misma mano este humus con el suelo de algo más abajo y luego he procedido a plantar tapando las raicillas de los pequeños cepellones de los planteles. Tomates y pimientos un poco hundidos, unos centímetros de su tallo metido en tierra para que emitan raíces y conseguir con ello que la planta sea más fuerte.
Como mi ritmo de trabajo es sumamente lento, he precisado de mucha ayuda allí dónde sentada en mi silla de jardín portatil no alcanzaban los brazos pero bueno, estoy contenta porque al menos parte de este trabajo lo he hecho yo también de forma directa.
Compré demasiados planteles y no me han cabido todos en los bancales. Las lechugas las he tenido que plantar a los pies de los frutos rojos que cultivo en una de las esquinas del huerto. Seis matas de tomates tendré que cultivarlos en contenedor y ya veremos dónde las ubico y otros seis planteles de alcachofa tendré que pedir que me trabajen el suelo de un rincón del huerto junto al portón de entrada y seguramente me decida a ponerlos allí.


Qué bonitas son las pequeñas hortalizas una vez puestas en los bancales y qué ilusión me hace comenzar la temporada de huerto de nuevo. Son como de juguete!! 
Cuando llega el otoño y se desmonta el huerto siento alivio porque es menos trabajo pero luego, tras la parada de los meses invernales me empieza a entrar las ganas de cuidar de él de nuevo.
Ya que estaba me he dejado puesto los tutores sobre los que tendré que ir sosteniendo las tomateras, calabacines, pepinos y pimientos cuando crezcan. Al final hay que ponerlos así que mejor tener la labor hecha. No creéis?




Poner en funcionamiento el huerto tiene bastante trabajo porque además hay que renovar los sustratos de las macetas en las que se suele tener aromáticas y algunas anuales o sustituir la capa de arriba para aportar nutrientes que precisaran ahora que vuelven a estar activas. 
También hay que limpiar de malas hierbas el camino y la zona que bordea los bancales para evitar el contagio de plagas y enfermedades.
En fin, mi huerto está listo para comenzar este año. De momento regaré a mano, en breve tendré que volver a poner el programador de riego y empezar a poner en funcionamiento el riego por goteo.
Así ha quedado una vez terminadas las plantaciones. Qué limpito y ordenado se ve... sé que soy algo tiquismiquis con esto de los huertos pero no lo puedo remediar, detesto el aspecto desaliñado y cutre que veo en muchos huertos. Es manía mía, lo sé...pero me gustan los huertos bonitos y alegres y estoy deseando que el semillero de flores que puse hace unos días siga germinando. De momento ya lo han hecho seis de diez, a ver si en estos días próximos terminan por germinar las otras cuatro variedades.

En cuanto pueda trasplantarlas traeré las plantitas al huerto para que crezcan entre las hortalizas o junto a ellas y además de alegrar y embellecer el aspecto del huerto contribuyan con sus flores a que vengan más insectos y la polinización de las hortalizas sea más fácil.
Prefiero los huertos así, hortalizas, flores y rosas... bonita combinación, al menos para mi :) 

Cuando hemos terminado el trabajo los últimos rayos de sol de la tarde caían sobre el la parte central del jardín y los árboles proyectaban ya largas sombras. Mientras, de camino a casa, andaba por el camino que bordea el seto sur vi a lo lejos dos palomas torcaces de buen tamaño. Solo pude tomar esta fotografía en la que apenas se aprecian pero que si la ampliamos y miramos con detalle, aunque con poca nitidez, se ve la parejita picoteando entre las plantaciones... qué lindas ellas!! (Y qué cansada yo ajajjaa) ;)

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