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La belleza de lo sencillo y humilde: Cymbalaria muralis (Ruinas de Roma)

No constituirá nunca una planta de gran impacto visual. Sin duda. Se trata de un pequeña tapizante sencilla y humilde pero para mí de una gran belleza.
La pedí a un vivero holandés en septiembre del año pasado pero entre la caída que me tuvo meses en una silla de ruedas y que llegó tan perjudicada por tantos días de transporte, preferí traspasarla a un tiesto un poco más amplio con sustrato muy mullido y que aguantara bien la humedad y ver qué tal se iba desarrollando.
Esta vivaz perteneciente a la familia de las Plantagináceas, al menos en mi jardín es una trepadora o rastrera según se mire, que conserva la hoja en invierno. He visto en algún lugar que la describen como caducifolia, quizás se comporte así en climas más fríos que el mío.

Dejé los dos ejemplares junto a la fachada norte de la casa, en el jardín trasero. Un lugar que no le venía demasiado bien porque esta zona del jardín es bastante fría y cuando hace viento le da de duro pero la zona cercana a la casa era la única a la que yo he tenido acceso durante mucho tiempo debido a mi movilidad limitada y por tanto era en la que podría vigilar como iba evolucionando y regarla si llegaba el caso.
De cara al invierno no las tenía todas conmigo porque en algunos sitio leí que no era del todo resistente a las heladas aunque en todas las páginas que la tenían a la venta afirmaban lo contrario.
Lo cierto es que ha superado las heladas sin muchas alharacas, todo hay que decirlo. Eso sí, no ha llegado a perder la hoja y tan pronto se han suavizado las temperaturas ha dicho a crecer y está poniéndose muy bonita.
Hace días que llevo pensando qué dos lugares del jardín pudieran ser adecuados para que crezca esta plantita de sencilla belleza. 
No es fácil en mi jardín por los veranos tan tórridos que tengo. Cymbalaria muralis no quiere sol. Al menos el sol que hay en mi jardín. En climas como el mío necesita sombra o todo lo más una luz muy moteada y eso en horas que no sean las centrales del día. Tiene una especial predilección para desarrollarse sobre las piedras viejas, de hecho de ahí viene uno de los múltiples nombres comunes por los que se la conoce, Ruinas de Roma. También es conocida como Hierba de los campanarios, Picardía o Palomilla.
Crece bien entre las piedras de muros viejos o en el rincón sombreado de una rocalla. Y si el lugar es fresco y sombreado, mejor que mejor.

Ya digo, después de darle vueltas he elegido este rincón de muros secos de piedras viejas y dónde tras consultar mis fotografías "de sombras" (Fotos tomadas en el solsticio de verano de todos los rincones del jardín  a distintas horas del día) he podido comprobar que mi memoria no me fallaba. Si recibe algún sol directo es el de la mañana y eso muy tamizado por la vegetación de encinas y mimosas. Así que en cuánto a iluminación el lugar elegido era correcto. La pista para encontrar un lugar suficientemente húmedo me lo han dado las propias piedras del muro que llevan ahí una eternidad acumulando musgo y líquenes. Está claro que si en verano conservan el musgo es porque no reciben el sol directo.
Las heladas de mi jardín no es que lleguen habitualmente a valores muy bajos pero sí es cierto que de forma puntual pueden descender bastante. Así que prefería encontrar un lugar algo protegido de las heladas o al menos dónde no llegaran las temperaturas a los valores más bajos. Las copas de los árboles y el hecho de que se trata de un rincón resguardado del viento,  pienso que permitirán que esta planta crezca bajo su cobijo y será difícil que se congele durante el frío invierno.
Y una vez decidido el lugar la cosa era fácil. Retirar una o dos piedras de menor tamaño para tener acceso a la oquedad tras el muro.

Me interesaba que el suelo que rodeará las raíces estuviera bien húmedo para facilitar el arraigo. Así que he dejado funcionar la manguera muy suavemente durante un momento tras haber regado la zona por arriba y esperar a que bajara el agua.
Por si alguien desea cultivarla sobre algún muro de piedra y teme por el daño que puedan originar sus raíces diré que en absoluto va a dañarlo. Las raíces de Cymbalaria muralis son muy finas y no se extienden hacia la profundidad. Simplemente va enraizando sus propias ramillas llenas de preciosas hojas brillantes y lobuladas y puede llegar a ocupar unos 30/40 cm alcanzando poco más de los 10/15 de altura.
He retirado parte del suelo viejo para poder meter en su lugar sustrato (mojado previamente) muy poco compacto y que conservara muy bien la humedad.
Y ya sólo he precisado retirar la planta del contenedor (regado previamente, claro!!) y antes de tratar de introducirla en el hueco entre las piedras, apretar con sumo cuidado su cepellón (para no dañar las pequeñas y delicadas raicillas) y depositarla en su lugar. Apenas un poco más de sustrato dónde he visto que faltaba y de nuevo he colocado la piedra que retiré al inicio de la plantación.
Y ya está!! Aquí está esta lindura con sus preciosas florecillas en forma de corola de interior blanco y zona externa en tonos malvas y con la garganta amarillo brillante. No es hermosa? A mí me lo parece. Me hace sonreír. Tan chiquita, tan sencilla...Ahora es un ejemplar que no dice mucho pero espero que durante esta primavera ya vaya ocupando su lugar. Quiero pensar que sí.


Qué diminutas llegan a ser las florecillas. No creo que superen el cm de diámetro y sin embargo son tan adorables!!
Y como todo lo humilde y sencillo, se encarga de "buscarse la vida", es decir, va buscando  pequeñas grietas entre las rocas para depositar allí sus semillas. Este fenómeno se llama "geoautocoria" Por lo visto, los pedúnculos de los frutos crecen y se alargan buscando lugares, generalmente grietas en las rocas que sean adecuadas para la germinación de sus propias semillas. A partir de que encuentra un sitio que considera idóneo se queda ahí y el fruto con el tiempo madura, llega a abrirse y a depositar la semilla de su interior en el lugar elegido. Qué apañada ella. Verdad? :-)
Sí, me gusta esta plantita!! A ver si soy capaz de, con el tiempo, ir sacando partes de ella y poniéndolas en otros muros. 



Paeonia lactiflora 'Karl Rosenfield' a raíz desnuda (rizomas)

Qué maravilla esto de que puedas decidirte a que alguien te compre una planta sin riesgo de que cuando te la traiga a casa no sea de tu agrado.

Ayer, en cuánto me llegaron las fotografías al móvil y vi esta Paeonia lactiflora 'Karl Rosenfield' sin lugar a dudas pedí que me compraran dos ejemplares. Venían cada una en una cajita de madera tipo las de los fresones. Parecían de regalo. Las vi tan saludables y me parecieron ejemplares tan grandes que no me lo pensé dos veces. No eran baratas pero si alguno de vosotros ha comprado alguna vez las típicas bolsitas con raíces de peonías como en las que suelen venir los bulbos de narcisos o tulipanes, sabe que dentro hay un trocito de nada de raíz y a lo sumo una o dos yemas apuntando. Lo cual las hace proporcionalmente mucho más caras que estas peonías a raíz desnuda.


Por lo visto había otra variedad en tonos rosa pálido pero estaban en malas condiciones, las cajas abiertas, medio secas las raíces..en fin, que preferí no arriesgar y encargar dos ejemplares de esta variedad de flor doble y de un intenso y luminoso color cereza. 
Estas son hermosas secciones de la corona producto de haber dividido plantas madre de peonías con un tamaño más que generoso y cuajados de gemas que garantizan la calidad de la planta. 
Qué bonito color magenta tienen estas yemas verdad?

En nuestro país no las he encontrado a la venta más que de este modo. Sé que existen muchas páginas web que las ofrecen en contenedor pero yo no las he adquirido nunca.
Ya sabéis que a las peonías no les gustan los traslados por el jardín de modo que hay que pensarse muy bien el lugar dónde las plantaremos. También, para que si alguien no las ha cultivado nunca no sufra desengaños, sabed que quizás tarden uno o dos años en florecer pero paciencia!! Cuando finalmente se deciden a regalaros sus flores, la espera habrá merecido la pena sin duda!!
Creo que una peonía es de las pocas flores que pueden igualar e incluso superar en belleza a una rosa. Hay cientos de variedades!! Y como las rosas, podéis cultivar peonías con aroma y sin él, sencillas y dobles, grandes y pequeñas, con apretados y airosos petaloides centrales o sin ellos...en fin, la variedad de cultivares es infinita!
Estas son herbáceas (Paeonia lactiflora). Las hay arbustivas (Paeonia suffruticosa). El cultivo no difiere en nada. Únicamente que las arbustivas conservar su estructura leñosa más allá de perder las hojas. 
Las herbáceas por el contrario, como muchas vivaces, pierden su parte aérea al final de la temporada, conservando el vigor el rizoma del que, al regresar el buen tiempo, brotarán las yemas a nivel del suelo y que darán lugar de nuevo a la vegetación y a las flores.
Fijaos en las raíces de este rizoma que he colocado bocabajo. Para ponerlas a la venta y que cupiesen en la caja las han cortado, son vigororísimas!!

Aunque pudiera dar la impresión de que se desarrollan únicamente de forma horizontal, no es así. Según van pasando los años las raíces cada vez más gruesas van extendiéndose hacia el fondo y hacia los lados llegando a ocupar un buen espacio. Por eso a las peonías no les gusta crecer con apreturas. Son plantas que precisan un buen espacio para crecer cómodas.
Lo cierto es que nunca había tenido la oportunidad de comprar rizomas de estas dimensiones. 

Quizás mañana venga mi ayudante a plantarlas en mi jardín. Cuando lo hago os mostraré la mezcla de sustratos que haremos para su plantación. Mientras tanto he querido enseñároslas y aprovechar para rociarlas con fungicida que evitará la propagación de hongos a los que algunas peonías son susceptibles.
Simplemente he confeccionado la mezcla y las he rociado bien, hasta empaparlas, por todos lados.


Luego, antes de volverlas a meter entre la turba en la que viene dentro de una bolsa de plástico amplia que las envuelve, las he dejado orear un poco hasta evaporarse del todo el fungicida. No es bueno conservarlas demasiado mojadas. Eso sí, no hay que esperar demasiado a plantarlas ya que día a día irá secándose y no conviene ponerlas en tierra deshidratadas.
En tanto no florezcan las mías echo mano de las imágenes que de esta variedad aparecen en dos páginas web de venta de plantas online. Estas dos son de Crocus:


y esta tercera corresponde a la página del vivero kelways

Qué preciosidad. Verdad!! :-) Por cierto, sus hojas adquieren en otoño antes de caer un bonito color bronceado!! Aroma, belleza, color otoñal...lo tienen todo. Ya estoy impaciente por verlas asomar entre sus hojas!!

El agradecimiento de los lirios (Iris germanica)

En la zona sur del jardín crecían bastantes matas de Iris germánica (Lirios comunes o lirios barbados) pero durante los años que venía aquí, cuando aún no nos habíamos trasladado, jamás lo vi en flor.
Decidí el verano pasado sacar los rizomas de dónde estaba y hacerles una buena limpieza de raíces y hojas. Eliminé todas las partes muertas que eran muchas, corté las hojas a la mitad y los replanté en zonas bastante difíciles, cerca de paredes y rocas.

El resultado no se ha hecho esperar. Por fin estoy empezando a verlos en flor. Qué agradecidas son las plantas. Verdad? :)

Son de una belleza casi abrumadora. Tan rústicos, tan resistentes y en cambio la flor nada tiene que envidiar a la de las famosas orquídeas. (que por cierto...lo siento, no me gustan nada! que nadie se ofenda pero es así) 

Con hojas como espadas emergen sobre pedúnculos largos y lucen su hermosura en lo alto.. Es una vivaz que prácticamente no precisa cuidado alguno. Un poco de agua en pleno verano de vez en cuando y eso sí, desplantarlos y hacerles una limpieza cuando se ve que las matas están ya viejas y que muchas de sus partes están muertas. Poco más. A cambio no creo que haya flor más llamativa que la de ellos.
Complejos, delicados, llamativos... son tantos los apelativos que se me ocurren!!

Trasplantando y dividiendo vivaces y perennes

Aprovechado que con el final del invierno las matas de perennes aún están paradas en su mayoría en su actividad vegetativa pero "desperezándose"  he desplantado los Chrysanthemum frutescens, una mata a la que tengo mucho aprecio por el colorido que aporta al jardín y porque no es una planta que tenga especiales dificultades de cultivo.
Creo que el grupo de las perennes (plantas no leñosas) sean perennifolias (que conservan sus hojas en invierno) o sean vivaces (que pierden durante la estación fría su parte aérea conservando con vida sus raíces de las que rebrotarán de nuevo los tallos con la llegada del buen tiempo) no es bueno que las dejemos años y años plantadas en el mismo lugar sin "renovarlas" Mi experiencia con ellas es que con el tiempo tienden a envejecer muchas de ellas y que desplantarlas cuando están dormidas, aprovechar para limpiarles las partes secas, viejas o dañadas y volver a plantar solo las partes sanas y fuertes ayuda a rejuvenecerlas y a la larga favorecemos que alarguen la vida. De hecho esta última temporada, he observado que la parte central de las tres matas de margaritas que tenía en el jardín pequeño iba muriendo mientras que la zona periférica se iba extendiendo. De ahí que llegara a la conclusión de que era buen momento para hacerle una buena limpieza.
Es aconsejable hacer esto cada tres o cuatro años, volviendo a replantar solo las partes que no están dañadas. La planta lo agradece porque es una forma de "rejuvenecer" este grupo de plantas que tanta floración nos aportan.
Con la pala he recortado el cepellón con cuidado de dañar lo menos posible las raíces.
Una vez fuera de la tierra, como digo, le he hecho una buena limpieza, cortándole todas las partes secas o muertas y dejando únicamente la parte sana de la planta.
Este grupo de plantas es idóneo para reproducirlas por división. Un sistema barato y fácil de aumentar el número de plantas sin esfuerzo alguno. Con un cuchillo afilado o con el borde de la pala seccionamos el cepellón en tantas partes como deseemos (por supuesto todas deben tener raices :)). Aquí en esta fotografía se puede ver que esta mata la he dividido en dos. Incluso formaré una tercera matita con las ramas que se han desprendido en el proceso y que llevan raíces. Quizás será pequeña esta temporada pero para la próxima disfrutaré de una preciosa margarita florida.
Incluso formaré una tercera matita con las ramas que se han desprendido en el proceso y que llevan raíces (A la izquierda de esta foto) Quizás será pequeña esta temporada pero para la próxima disfrutaré de una preciosa margarita florida.

Una vez limpia ya no queda más que hacer un buen hoyo en el suelo del jardín, de dimensiones bastante superiores a lo que ocupan las raíces y llenar su base con una mezcla de compost y buena tierra vegetal. Si vemos que se trata de una planta con dificultad para arraigar podemos añadir un puñado de activador de raíces, en este caso concreto, con las margaritas no es necesario.
Depositamos la mata ya limpia sobre esta base enriquecida y vamos rellenando con buena tierra vegetal mezclada con algo de estiércol bien maduro o de compost.
Acabamos de rellenar hasta cubrir totalmente las raíces mientras vamos compactando con las manos la tierra para que se eliminen posibles bolsas de aire que son muy perjudiciales.

Finalmente regamos en profundidad y cuidamos con esmero la hidratación de estas matas recién trasplantadas hasta tener certeza de que están bien arraigadas.
Lo mismo puede hacerse con cualquier otra mata. Este fin de semana he hecho lo mismo con las Espuelas de caballero (Delphinium Elatum de las variedades "Black Knight" y "Blue Bird"). Si hay alguna vivaz a la que es conveniente hacerles esta limpieza y replantarlas son las espuelas. Me parecen espectaculares con sus impresionantes espigas florales y se convierten en absolutas protagonistas cuando están en flor.
La lástima es que también tienen sus "pegas", tienden a la clorosis y muchas partes de las matas mueren en pocos años. En 2012 tuvieron una floración mejor que en la última temporada de 2013 así que pienso que les va a venir bien este rejuvenecimiento, a ver si esta primavera vuelven a florecer como hace dos años.


Aunque el arriate dónde las he plantado tiene muchísimo sol he preferido preservarlas un poco de él hasta comprobar que han arraigado perfectamente. Con unas ramas de arizónicas que podé les he hecho una especie de "paraguas" para que no les de el sol del mediodía. Dentro de unas semanas se lo retiraré, a ver cómo responden al pleno sol.
Los geranium vivaces son otra mata idónea para dividirlas de esta manera. En poco tiempo se extieden formando matas cada vez más grandes. Esta es la floración que me dieron al siguiente año de ser plantados, no podía estar más bonitos!! 
Este invierno ha sido muy suave, tanto que los Geranium no han llegado a perder completamente sus hojas. Otros años, las heladas fuertes provoca que la parte aérea de la planta desaparezca totalmente.

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