Mostrando entradas con la etiqueta oxicloruro de cobre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta oxicloruro de cobre. Mostrar todas las entradas

Después de la lluvia, cobre y azufre a las tomateras del huerto

Tras la lluvia, la humedad entre las plantaciones del huerto aumenta. Es el medio idóneo para el desarrollo de hongos y plagas.
Así que, como más vale prevenir que curar...y aprovechando que ni hoy ni mañana las temperaturas van a llegar a cotas muy altas, una buena rociadita con Azufre y cobre evitará riesgos y problemas.
Iba a aplicar estos productos al atardecer pero miembros de un Grupo de hortelanos de Facebook al que pertenezco, me aconsejaron hacerlo por la mañana bien temprano.
Mi huerto está soleado prácticamente desde que sale el sol de manera que no se podía uno descuidar con la hora.  He preferido que cuando los rayos del sol caigan sobre las matas de tomateras el producto ya se haya secado y así evitar quemaduras. Aunque bueno, este primer sol es suavecito y quema poco.
Ayer se limpiaron todos los bancales de las hojas, ramas que había en ellos tras la terrible tormenta del viernes de manera que el huerto estaba limpito ya. Cortadas los brotes tronchados, eliminadas las ramas que el agua arrancó. Quitadas las hojas picoteadas y llenas de tierra...Ahora solo restaba protegerlas con estos dos productos fungicidas aceptados en agricultura ecológica.
Así que a eso de las siete de la mañana ya estaba yo en el huerto dispuesta a darles el tratamiento a las tomateras.
Prefiero hacer una aplicación con ambos productos y así me ahorro trabajo. Como mi huerto no es grande no preciso demasiados litros de mezcla. Hay que llevar extremo cuidado en ajustarse a la dosificación que indique el envase.
En este caso he usado oxicloruro de cobre y azufre. Ambos en forma de polvo mojable.
Son más preventivos que curativos y conviene usarlos antes de que aparezcan las enfermedades o en el inicio de presentar síntomas.
Es prudente no pulverizar estos productos en días con altas temperaturas o en las horas centrales del día para evitar quemaduras.
Al rociar las plantas debería ponerse especial cuidado en que las pulverización sea con gotas lo más pequeñas posibles, así el producto será más efectivo. También es importante posicionar la boquilla de la mochila en posición hacia arriba para que la mezcla rocíe el envés de las hojas y solo por arriba.
NOTA: Si alguién tiene interés en visitar el artículo de este blog dónde se hablaba de estos dos fungicidas (azufre y oxicloruro de cobre) puede acceder a él en este enlace. Habla de rosales pero los modos de aplicación, dosificación y demás es de aplicación a cualquier planta.

Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (II). Fungicidas de contacto (Cobre y azufre)

En esta segunda entrada sobre los tratamientos preventivos de invierno para nuestros rosales me gustaría centrarme en el uso de dos fungicidas de contacto, los preparados a base de cobre y el azufre.

Como decíamos en la primera entrada sobre estos temas, con el uso del aceite insecticida en invierno podemos mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa eliminando huevos y larvas e insectos en estado de hibernación.
La utilización  del cobre y el azufre como tratamientos preventivos nos ayudará a hacer lo propio con relación a las enfermedades fúngicas, evitando o eliminando la aparición de hongos cuando las condiciones de temperatura y humedad vuelvan a ser idóneas en primavera.
Más aún en el caso de que durante la temporada anterior hayamos tenido rosales afectados por plagas o enfermedades será más probable que la temporada siguiente vuelvan a producirse. De ahí que sea tan importante la acción preventiva con insecticidas y fungicidas.

Los productos a base de cobre podemos aplicarlos junto con el aceite insecticida o efectuar los tratamientos por separado, en dos aplicaciones, dejando transcurrir unos días entre ambas.

Por el contrario, el azufre jamás lo aplicaremos junto al aceite, es más, es obligado dejar pasar entre 30/40 días antes y después entre las aplicaciones de aceite insecticida y las de azufre.


En las plantas, las enfermedades pueden estar producidas por bacterias. virus y hongos. Pero es un porcentaje ínfimo el que está producido por las dos primeras. La inmensa mayoría de enfermedades están provocadas por los hongos (Enfermedades fúngicas).

Vamos a dejar para otra entrada el hablar un poquito más en profundidad sobre qué son y como se comportan los hongos.

Hoy tan solo diremos que la actuación de estos hongos sobre las plantas puede darse de dos formas:

  • Hay hongos ectoparásitos como los del oidio (Sphaerotheca pannosa) que se desarrollan en el exterior del rosal y no llegan a penetrar en su interior.
  • Pero también existen hongos endoparásitos  como son los del mildiu (Peronospora sparsa) roya (Phragmidium mucronatum), antracnosis, brotitis, repilo, etc. que llegan a adentrarse en el interior de la planta atacándolo desde dentro.
El tratamiento que utilizaremos contra unos y otros deberá ser algo distinto. Aunque siempre tendremos en cuenta que
generalmente, una vez contraída la enfermedad, contra los endoparásitos como el Mildium se requerirá la acción de fungicidas sistémicos que actúen desde el interior de la planta.
Usaremos compuestos de cobre como los dos que hemos mencionado, el oxicloruro de cobre, el sulfato de cobre o incluso el caldo bordelés (Sulfato de cobre con cal) del que hablaremos en otra ocasión. Con la precaución de no hacerlo nunca a pleno sol
Por el contrario, contra los hongos ectoparásitos como no llegan a penetrar en el tejido de la planta utilizaremos compuestos a base de azufre que variando el pH de la superficie de la hoja (acidificándolo), generalmente es suficiente para eliminarlos (Nunca a pleno sol, ni con temperaturas superiores a los 28 grados ya que podrían producirse quemaduras)

Los productos que usaremos contra estos hongos y las enfermedades que provocan, son los fungicidasSon productos que actúan sobre los hongos afectando su membrana celular, haciendo inactivas algunas de sus enzimas o proteínas o interfiriendo en la respiración.
A diferencia de cómo actúan los medicamentos sobre los seres humanos, para que la mayoría de fungicidas sean efectivos es preciso que se apliquen antes de que aparezca la enfermedad o a las primeras señales de producirse ésta.
Las secuelas y daños  que causa la enfermedad en las pantas, a diferencia de lo que ocurre en los animales y personas, no desaparecen aunque se elimine el hongo.
Las aplicaciones de fungicidas pueden efectuarse como polvos, en forma líquida, de gránulos, etc siendo absolutamente imprescindible el uso de guantes y mascarillas en la aplicación (como en cualquier producto fitosanitario)

Los fungicidas  pueden ser de contacto y sistémicos según su forma de actuación sobre la planta:
  • Son fungicidas de contacto (llamados también protectores) aquellos que permanecen en el exterior de la planta actuando solamente desde fuera de ella sin llegar a penetrarla, únicamente dónde se ha depositado el producto. Este tipo de fungicidas se deben usar antes de que a enfermedad se manifieste, antes de que haya esporas, impidiendo así que los esporangios (contenedores de las esporas) germinen y puedan llegar al interior de la planta penetrándola para absorber la savia. De ahí que este tipo de fungicidas sea más bien preventivo más que curativo y también que sea importante cubrir concienzudamente todas las partes de la planta con ellos.
Los fungicidas no sistémicos o de contacto permanecen sobre la superficie del rosal quedando adheridos a él, así las esporas no pueden germinar al caer sobre la planta debido a la acción del producto.
Al estar la planta en constante crecimiento, se requieren por ello repetidas aplicaciones para proteger el crecimiento nuevo, así como para volver a aplicar producto allí dónde el agua o el riego lo han eliminado e incluso dónde la luz ambiental ha producido su degradación.

Deben aplicarse antes de que aparezcan los síntomas de enfermedad . Si el hongo ya ha infectado la planta, los fungicidas de contacto hacen ya poco efecto.
  • Por el contrario los fungicidas sistémicos (también llamados erradicadores) llegan a penetrar en las distintas partes de a planta siendo absorbidos por las hojas actuando desde su interior del rosal. Son fungicidas  que pueden utilizarse de modo preventivo pero además tienen a ventaja de ser más eficaces cuando el rosal ya ha enfermado en contraposición a los fungicidas de contacto que son más preventivos.
Hay quienes piensan, no sin bastante lógica, que el uso de fungicidas sistémicos cuando no sean precisos provoca que otros hongos endoparasitarios aumenten su resistencia a estos productos provocando que lleguen a no ser eficaces o a necesitar dosis más elevadas. De ahí que se aconseja el uso de fungicidas de contacto como el cobre o el azufre y únicamente en casos necesarios, ante las enfermedades endofúngicas, utilizar fungicidas sistémicos.

Más adelante hablaremos con detenimiento sobre los fungicidas sistémicos.

Preparados a base de COBRE: Se trata de fungicidas (y bactericidas) de contacto concentrado que actúan tanto de forma preventiva como curativa (hasta cierto punto) en enfermedades provocadas por distintos hongos eliminando sus esporas o impidiendo que éstas germinen. Es especialmente efectivo contra roya, mancha negra, oídio y mildium.
El cobre podemos adquirirlo en distintas combinaciones químicas,  dos de ellas son el oxicloruro de cobre y el óxido cuproso.

Se puede adquirir en forma de polvo para espolvorear, suspensiones, polvo mojable, gránulos solubles o dispersables, etc.
Así pues, tanto el oxicloruro de cobre como el óxido cuproso son productos válidos para ser usado como preventivos de enfermedades durante el periodo en que nuestros rosales no están con actividad vegetativa.  
Yo uso estos dos en concreto pero podéis encontrar en el mercado muchísimos otros ofrecidos por casas de vuestra confianza que os darán igualmente estupendos resultados.



 Modo de aplicación de los productos cúpricos:
  • Es imprescindible leer las instrucciones de uso que indica el envase del producto y ceñirnos exactamente a ellas en lo que hace a la dosificación y modo de empleo.
  • Tenemos que asegurarnos de que el producto deben cubrir lo mejor posible todo el follaje
  • No se recomienda su aplicación en días fríos y húmedos.
  • Es aconsejable cubrir con ellos también el sustrato que rodea al rosal y no solamente la planta
  • Pueden mezclarse a la hora de su aplicación con aceites insecticidas. Si alguien quiere consultar la entrada que colgué sobre estos productos puede pinchar en este enlace.
Periodicidad de las aplicaciones de cobre:

Podéis ver en este calendario que a estas alturas de final de diciembre ya he hecho dos aplicaciones de cobre mezclado con aceite insecticida:
  • primeros de noviembre
  • primeros de este mes de diciembre
  • y  la tercera la tengo prevista para el momento en que haga la poda que imagino que será allá por primeros de febrero o cuando las heladas ya no sean tan fuertes.
  • El número de fumigaciones dependerá de la persistencia o peligro que haya de estas enfermedades. En mi caso me gusta mezclar el cobre con el aceite en cada una de las tres aplicaciones que efectúo durante el otoño e invierno.
  • Podéis ver este calendario por el que estoy rigiéndome. Sobre él me gustaría volver a repetir que es lo que yo estoy realizando en mi jardín ubicado en zona con un clima frío con heladas y que evidentemente el tema tendría que adaptarse si el jardín está ubicado en otras zonas de climas más cálidos, con suelos diferentes e incluso con variedades de rosales distintas a las que yo cultivo. 

AZUFRE en polvo:
Como todo este tipo de fungicidas de contacto, es más preventivo que curativo además tiene efectos acaricidas. No obstante también tiene algún efecto curativo en las primeras fases de crecimiento del hongo. 
La efectividad del azufre micronizado es sobretodo sobre los hongos que provocan los oídios y a botritis. Aunque también tiene algún efecto sobre las royas y algunas manchas de las hojas..y es preventivo de la aparición de la araña roja


La actuación de azufre consiste en el cambio de pH de la superficie de las hojas acidificándola además de secar la zona dónde se aplica, estableciendo con ello un ambiente hostil para el desarrollo de los hongos. Un medio seco y con un pH neutro es el medio más favorable para de desarrollo de los hongos.

El azufre micronizado aplicado en forma de espolvoreo tiene dos inconvenientes de una parte que estéticamente afea bastante los rosales que se tornan amarillentos tras su aplicación, de la otra que la propia aplicación se hace difícil si se trata de llegar a todas las partes de la planta..

Estos dos problemas  se palían bastante azufre soluble como el de la marca Compo.


Modo de aplicación del azufre:
Deberemos tener en cuenta a la hora de su aplicación, además de la dosis indicada en la etiqueta:
  • Procuraremos que una vez mezcado el producto con agua no debe permanecer en reposo durante demasiado tiempo. Yo suelo mover la mochila de vez en cuando para que la mezcla no deje de ser homogénea.
  • Si tenemos por costumbre aplicar caldo bordelés tendremos en cuenta que el azufre siempre lo aplicaremos después del caldo y no antes.
  • También deberemos abstenernos de aplicar azufre cuando las temperaturas estén por encima de los 30º por el peligro que tendríamos de quemar las hojas del rosal. Jamás aplicar ningún producto a pleno sol.
  • Y por último, y repitiendo dada la importancia del tema: deberán respetarse los plazos entre las aplicaciones de un aceite insecticida y el azufre. En este calendario se refleja el periodo de seguridad 30 días. La segunda aplicación de aceite insecticida la hice el 8 de este mes de diciembre y si el tiempo permite que el 8 del próximo enero pueda aplicar el azufre habrá pasado otros 30 días hasta el momento en que quizás haga la poda y la última aplicación de aceite insecticida.
  • No olvidar que cada jardín es único!!: Quisiera insistir en que cada jardinero debe establecer el momento idóneo para las aplicaciones de estos productos, el número de veces que lo aplicará así como los productos que utilizará para ellas. 
Esta temporada anterior, la única durante la que he cultivado mis rosales en este jardin no ha habido grandes problemas ni de enfermedades ni de plagas. Pero está claro que he tenido en más rosales y durante más tiempo algún pulgón que otro que enfermedes fúngicas.
Durante la primavera sobre todo Munsteand Wood no dejó de padecer algo de oidio y lo contagió a algún otro. Pero, sinceramente, no ha sido el oidio ningún problema grave.
Por eso, para evitar el problema que parece que ha estado más extendido qeu ha sido el de los pulgones, he decidido hacer tres aplicaciones de aceite insecticida durante el otoño y el invierno.
De haber sido el oídio o alguna otra enfermedad fúngica un problema mayor que las plagas habría eliminado alguna aplicación de aceite para sustituirla por azufre. Digo eliminar porque el hecho de tener que respetar los plazos entre la aplicación de ambos productos no habría permitido por razones de plazos, tres de aceite.

Tratamientos preventivos de invierno para los rosales (I). Aceites insecticidas

Estamos ya en invierno y es el momento de comenzar a pensar en realizar los tratamientos preventivos de nuestros rosales (esto también vale, lógicamente para el resto de arbustos y árboles de nuestro jardín).
Uno de los primeros productos que los aficionados a las rosas empleamos desde finales del año a comienzos del siguiente son los aceites insecticidas. Llevo años usándolos con resultados bastante positivos sin tener demasiado conocimiento sobre ellos y simplemente ajustándome a las instrucciones que figuraban en sus etiquetas y a los consejos que de otros amigos jardineros he recibido.

En ocasiones ocurre que además de hacer algo comienza la curiosidad de por qué se aplica así, en ese momento y cuáles son las razones de su efectividad. Esto es lo que he hecho estos días, recopilar un poquito de información sobre este tipo de aceites y compartirla con vosotros en esta entrada esperando sea del interés de muchos que como yo los usan sin tener demasiada información sobre ellos.
Soy consciente del "tocho" que puede representar para muchos pero espero que haya también, como a mí, a quién le resulte de interés este tipo de información.
Los aceites minerales son insecticidas a base de aceite derivados del petróleo. En el proceso de elaboración de los aceites insecticidas éstos se someten a un proceso de  refinación con ácido sulfúrico con el objetivo de eliminar de ellos las sustancias no deseables (hidrocarburos no saturados). A pesar de este refinado en el producto final quedan parte de estos hidrocarburos no saturados junto a los hidrocarburos deseados (los saturados).
Hasta hace unos años se vendía aceites insecticidas de verano y de invierno. Desde diciembre de 2008 está prohibida la venta del denominado aceite insecticida de invierno. A pesar de ello podemos comprobar que en foros, blogs e incluso el personal que atiende los viveros sigue utilizando los términos de aceite de invierno y de verano aunque el único que está a la venta sea el de verano.
Tanto los que se usaban en invierno como los que se usaban en verano estaban compuestos por hidrocarburos saturados y no saturados.
Los hidrocarburos no saturados (Llamados también de cadena abierta) son poco estables, es decir, son fácilmente atacados por el oxígeno, la luz, etc.. Produciendo ácidos grasos. Son muy activos como insecticidas, más viscosos que los saturados pero mucho más fitotóxicos.
Por el contrario, los hidrocarburos saturados (Llamados también de cadena cerrada), son más estables,  menos eficaces como insecticidas pero mucho menos fitotóxicos para las plantas.
Los llamados aceites de invierno se diferenciaban de los de verano en varios factores derivados de las características de estos dos tipos de hidrocarburos de los que se componían que acabamos de mencionar.
Y había un indicador o índice que reflejaba el porcentaje de cada uno de estos dos tipos de hidrocarburos que contenían en su composición. Se trata de un concepto de esos un poco peñazo de leer pero que es importante conocer. Es el índice de sulfonación o residuo insulfonable. Es decir, el porcentaje de hidrocarburos saturados de los que se compone el aceite.
El porcentaje de estos dos tipos de hidrocarburos marcaba en qué momento del año podíamos aplicarlos, su nivel de toxicidad, su actividad insecticida, etc.
Así pues, hasta 2008 nos  encontrábamos a la venta los aficionados a la jardinería los dos tipos de aceite con las siguientes características:
De una parte teníamos los llamados aceites de invierno. Con un índice de insulfonación de al menos el 70 %.  Es decir, que tenían 70 % de hidrocarburos saturados y un 30 % de hidrocarburos no saturados. Estos aceites eran muy sensibles a la luz, al agua, al oxígeno (se oxidan fácilmente en contacto con el aire como lo hacen las grasas cuando se vuelven rancias)… y liberaban ácidos con un fuerte efecto insecticida. Por tanto tenían mayor probabilidad de reacciones químicas. Puede decirse que eran poco estables.
Se aplicaban desde la caída de la hoja hasta el momento de la brotación de las yemas.
Como resultaban tóxicos para la vegetación su uso estaba restringido al invierno sobre árboles y arbustos de hoja caduca. Esta alta fitotoxicidad fue a razón por la que se prohibieran a la venta.
De otra parte, teníamos los llamados aceites de verano (también llamados parafínicos). Con un índice de sulfonación de más del 90 %. Es decir, que casi la totalidad de su composición eran hidrocarburos saturados. Son los aceites que siguen vendiéndose actualmente. Mucho más estables, poco reactivos a la luz, al agua, etc. En definitiva, con menor incidencia en el entorno, muy poco tóxicos pero menos eficaces contra las plagas.
Esta menor actividad insecticida es la razón por la que en muchas etiquetas de estos preparados podréis leer que aconsejan aplicarlos mezclados con un insecticida para que su eficacia sea adecuada contra algunas plagas. Mejora su eficacia si se mezclan con un insecticida.
En todo caso estas mezclas deberán ajustarse siempre escrupulosamente a lo que indiquen las etiquetas del producto.
Su baja toxicidad para las plantas hace posible su aplicación mientras están activas vegetativamente. De ahí que se llamaran aceites de verano porque se podían aplicar sobre árboles y arbustos con hoja e incluso en verano, sobre plantas perennifolias.
Aunque como dije, resulta algo peñazo este tipo de conceptos creo que es interesante saber un poco cómo funcionan los productos que aplicamos a nuestras plantas.
No quiero olvidarme de hacer mención en esta entrada a una estupenda persona a la que no conozco personalmente pero que demuestra su generosidad cada día ofreciendo ayuda y la mucha información que tiene en foros de jardineros. Se trata de Félix José Bandrés, “Plaguero” para muchos de nosotros que lo conocemos muy bien por ser un miembro muy activo en un conocido foro de jardinería. A él personalmente le he dado una buena murga con mis preguntas a las que siempre ha contestado con toda la amabilidad. Mi agradecimiento desde aquí para él.


Vamos ahora con cosas algo menos “pestiño” y que son imprescindibles para que apliquemos estos aceites insecticidas de una forma correcta, segura y eficaz.
Cómo actúan los aceites insecticidas:
Este tipo de productos actúa extendiéndose sobre el cuerpo del insecto tapando sus espiráculos (son las aberturas exteriores de las tráqueas de los insectos) o los estigmas de los ácaros y matándolos por asfixia.
Los aceites insecticidas actúan también sobre los huevos, las larvas y sobre los insectos en estado de hibernación. Son por tanto productos de actuación preventiva y que nos ayudarán a mitigar los efectos de las plagas sobre nuestras plantas cuando vuelvan a estar en actividad vegetativa.
Como ventajas sobre los insecticidas “normales” en palabras de Plaguero: son su baja toxicidad para las personas y para el medio ambiente, el amplio abanico de insectos sobre los que actúan y que son efectivos sobre estados de los insectos que los otros insecticidas no lo son, por ejemplo sobre huevos y ninfas. La efectividad sobre fases hibernantes de los insectos es una gran ventaja de estos aceites.
Normas de aplicación:
  • La primera y más importante: LEER CON ATENCIÓN LA ETIQUETA ajustándonos al momento, modo y dosis que indiquen en ellas. Ser conscientes de que usar dosis por encima del nivel que indican las instrucciones de uso únicamente conduce a perjudicar nuestras plantas y contaminar el medio!!!
  • Respetar las medidas de seguridad para las personas y animales y que son las que debemos tener en cuenta con cualquier fitosanitario: Ya sabemos que no deben almacenarse en lugares que sean accesibles para los niños. Que no debemos olvidar hacer uso de guantes y mascarillas e incluso gafas, durante su aplicación para evitar problemas. Que deben tenerse en cuenta los plazos de seguridad si los aplicamos en frutales o arbustos de los que vayamos a comer sus frutos. Qué lógicamente debemos mantener alejados de nosotros mientras pulverizamos a nuestras mascotas o animales que haya en nuestro jardín. No olvidemos que estos productos son dañinos para peces así que cuidado al hacer las aplicaciones y evitar que caigan sobre estanques o aguas de las que beban los animales. Y por supuesto, como es de pura lógica…no comer, beber o fumar durante la aplicación!!
  • Si aplicamos el insecticida mezclado con otro producto hay que asegurarse de la compatibilidad de ambos. Esto es importante para evitar consecuencias negativas sobre las plantas y si no estamos seguros es mejor hacer las aplicaciones de ambos productos por separado dejando pasar unos días entre ambas.
  • Deberemos intentar mojar muy bien todas las partes de la plantas, cerciorándonos de que al hacer las pulverizaciones cae producto por ambas caras de las hojas.
  • Es preferible realizar las aplicaciones en días nublados.
  • No debemos aplicar el aceite en plantas con problemas de humedad en sus raíces, de ahí que sea necesario efectuar un riego en profundidad antes de realizar el tratamiento.
  • Durante su aplicación debe de moverse de vez en cuándo para que no se separen los componentes.
  • Evitar que caiga producto sobre los estanques dónde haya peces o en zonas dónde beban los animales
  • No aplicar sobre las hojas mojadas por la lluvia o por el riego
  • Será necesario hacer una nueva aplicación si llueve al poco tiempo de haber realizado el tratamiento.
  • Nunca deben aplicarse cuando las temperaturas están por debajo de los 5º ni por encima de los 30/35º ni con sol fuerte
  • Deberá transcurrir 15 días si hemos aplicado antes caldo bordelés.
  • Igualmente tendrán que pasar 30/40 días tras la aplicación de azufre.
  • No aplicar el aceite en días con mucho viento.
  • Si aplicamos el producto en plantas perennifolias es preferible hacer una prueba primero para ver si es sensible al aceite.

Como podéis ver en mi calendario en el que incluí las preparaciones y tratamientos de los rosales de cara al otoño/invierno la primera aplicación del aceite la efectué en el mes de noviembre y la segunda a primeros de este mes de diciembre.
Hasta ahora yo solo hacía una aplicación de este aceite pero creo recordar que fue en a revista "Verde es vida" que leí que era aconsejable efectuar tres aplicaciones así que esta temporada he probado esto a ver qué tal funciona.

Los ácaros, pulgones y demás plagas no solo se encuentran en la vegetación del rosal si no también en el suelo que lo rodea así que es de suma importancia cada vez que hacemos un tratamiento con aceite, además de empapar bien de producto todas las partes de la planta, limpiar de hojas muertas y cualquier material enfermo la base del rosal y fumigar también esta zona que rodea al rosal.
Cuando les toque la tercera aplicación en febrero, tras la poda, tendré que limpiar también bien la base y fumigar la zona que los rodea antes de volver a acolcharlos. 

Períodos de aplicación:
El momento de máxima eficacia de estos aceites insecticidas es a final del invierno, cuando las yemas están a punto de brotar. Y ello es debido a un hecho y es que los huevos de los insectos,  durante el invierno son más duros que poco antes de la eclosión que se produce al inicio de la primavera, de ahí que la aplicación más efectiva de estos aceites sea más eficaz haciéndola coincidir cuando la capa externa de los insectos sea más blanda, es decir, poco antes de su eclosión que coincide generalmente con el momento en que las yemas estén a punto de abrirse o abriéndose pero sin llegar a salir las hojas,  al final del invierno.
En principio hay que seguir las indicaciones que indique la etiqueta del producto pero si no dice lo contrario, para algunos, sería conveniente hacer tres aplicaciones, a saber:
Primer tratamiento: Octubre-noviembre (en caducifolias tras caer la hoja)
Segundo tratamiento: Enero acompañado de un fungicida a base de oxicloruro de cobre
Tercer tratamiento: En febrero-marzo (también acompañado de un fungicida como el oxicloruro de cobre)
En verano si vuelven a aparecer las plagas
Tengo pensado colgar una entrada sobre el oxicloruro de cobre, un fungicida que es conveniente aplicar también como tratamiento preventivo para evitar enfermedades en los rosales, de ahí que no mencione aquí más sobre este producto.
Forma de disolución en la que se venden:
  • Hay aceites emulsionados (ya están mezclados con agua generalmente en un porcentaje de 20/80 por lo que las dosis a las que deberán utilizarse son más altas.
  • Aceites miscibles o emulsionables (se disuelven en agua gracias a un aditivo)

En éstos se mezclan uno o varios agentes emulsif¡cantes. Parecen aceite puro, no contienen agua. En el estado en el que se venden no se trata de una emulsión pero cuando se mezclan con agua en la mochila permiten que se mezclen con ella debido a los agentes emulsificantes que contienen. Se mezclan con el agua de forma muy homogénea y tienen un aspecto lechoso. Es necesario que agitemos de vez en cuando el producto mezclado ya con el agua de la mochila para que la mezcla siga siendo homogénea.

Y por último, a riesgo de tener a estas alturas “hasta el copete” al persona por una entrada tan extensa me gustaría mirar con algo de detenimiento vosotros algunas etiquetas de estos productos y comprobar como hasta qué punto pueden ofrecernos una información importante.

Estos días para preparar esta entrada he realizado varias visitas a viveros y establecimientos dónde se venden este tipo de productos y he leído con detenimiento sus etiquetas. La primera duda que me asaltó fue algo que quizás sea obvio para muchos pero no lo fue para mí y que por mucho que preguntaba nadie me daba respuesta. Es a nuestro amigo Plaguero a quién debo la aclaración . Me explico. Comprobaba que en todas las etiquetas figuraba que estos aceites eran efectivos contra conchinillas. Bien, hasta ahí, todo correcto. Pero luego leía, por ejemplo, en esta etiqueta del aceite insecticida Wock miscible de COMPO, cuya imagen pongo a continuación: “prolongada eficacia insecticida en cultivos de: Cerezo: contra pulgones/…/ Arbustos ornamentales (según especies): contra cochinilla…”

Me preguntaba la razón de que por qué eran unos aceites de tan extendida aplicación en jardinería si solo eran efectivos sobre las cochinillas que siendo una plaga bastante frecuente no es comparable, al menos en mi jardín, con la que puede darse de pulgones.
De otra parte me cuestionaba por qué el aceite era efectivo contra los pulgones de los cerezos pero no así contra los de los arbustos ornamentales? Eran acaso distintas variedades de pulgones? No lo entendía, la verdad. Y, como digo, fue Plaguero quién me explicó que todo es cuestión económica. Por lo que se ve, los fabricantes para que en sus etiquetas figure la efectividad contra unos u otros “animalitos” deben hacer la inscripción correspondiente en el Ministerio de Agricultura y esta inscripción cuesta dinero. Como es lógico gastan dónde les resulta más rentable económicamente. El campo de la agricultura les reporta muchísimo más beneficios que el que pueden llevarse de cuatro aficionados como nosotros a los rosales o a la jardinería en general.
Reconozco que de no habérmelo aclarado él a estas horas aún estoy quebrándome la cabeza tratando de averiguar la razón de hagan mención a la efectividad sobre los pulgones de un tipo de plantas y no sobre las del resto. Así que misterio desvelado!!! Sabemos que estos aceites son tan efectivos sobre los pulgones que haya en los cerezos o plataneras (registrado) como sobre los rosales (no registrado por no ser rentable). Es bueno saberlo. Verdad? J
Podemos ver también en esta etiqueta como hace mención a su efectividad en huevos y como aconseja la adición de un insecticida organofosforado aconsejando incluso uno concreto.
Comprobamos también que en su composición es un aceite de parafina, es decir, que en su mayoría se trata de hidrocarburos saturados y ya sabemos lo que ello indica: poca fitotoxicidad para el medio y para los rosales, poder aplicarlos no solo cuando está la planta en parada vegetativa…
También figura un número, el 12424 del R.O.P.M.F. (Registro oficial de productos y material fitosanitario) Pinchad aquí si queréis entrar en la página del Ministerio de Agricultura, alimentación y medio ambiente. En ella podréis hacer las consultas de los productos tanto por su nombre como por el número de registro.
Vemos en esta siguiente que es la parte interior de la etiqueta del mismo aceite de COMPO de la imagen anterior algo muy a tener en cuenta si no queremos arriesgarnos a dañar nuestros rosales (o cualquier otro tipo de planta) y es el hecho de que los aceites insecticidas son incompatibles con el azufre como indica la etiqueta, no deberemos aplicarlo hasta haber pasado 40 días desde a aplicación del azufre.

Vamos con otra: la que figura debajo de este párrafo es la de Aceite mineral insecticida de la marca FLOWER.
Qué podemos leer en ella además de su efectividad y del plazo que debe transcurrir después del azufre? Podemos ver algo curioso…fijaos en el número: 12424/11 y dice “inscrito en el R.O.P.F con el nombre de WOLCK MISCIBLE por AGRODAN S.A.”

esto es lo que aparece en el Registro de Productos Fitosanitarios:

Podemos sacar nuestras propias conclusiones.
Yo, personalmente he descubierto algo que desconocía. Desconocía que podía estar adquiriendo exactamente el mismo producto bajo distintas marcas comerciales y aunque todas ellas marcas seguras y serias, pero a precios bastante distintos. Creo que es importante saberlo!!!
A partir de ahora me decidiré a la adquisición de uno u otro producto no solamente por las garantías que me ofrece una u otra marca, sino en el caso de comprobar en las páginas oficiales que se trata del mismo compuesto, por la que me ofrezca mejores precios.

Tutorial: Pomazón, cojinete, guantelino, cojín o almohadilla de dorador. Cómo hacerlo paso a paso

Son muchos los nombres por los que se conoce (guantelino, cojinete, cojín de dorador...) aunque pomazón y almohadilla de dorador son los más...