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Cómo se podan las glicinias (Wisteria) en invierno. Tutorial.

La mayoría de plantaciones precisan solamente de una poda anual. En el caso de la Glicinia o Wisteria es necesario hacer dos podas anuales. Una en invierno y la segunda en verano.
Hablamos hoy de la primera poda que durante el año se aplica a las Glicinias. Se llama poda de floración.
De la segunda hablamos en julio del año pasado. Es la poda de limpieza y como allí explicamos, se realiza varias veces a lo largo del verano o incluso si crece demasiado, alguna en otoño.
Veamos en primer lugar qué habíamos hecho durante el verano pasado. Decíamos en aquel artículo que había que ser muy perseverante cortando a unos 30/40 cm todas las ramas laterales que durante la estación cálida crecen a un ritmo vertiginoso. Es la forma de contener su crecimiento y evitar que nuestra Glicinia se convierta en un verdadero monstruo.
Así pues, este era el estado en que nos dejamos nuestras Glicinia tras la última poda de limpieza del año
Cuando llega el final del otoño/inicio del invierno, la coloración del follaje comienza a tornarse amarillo, creando una zona dorada de gran hermosura allí dónde crece.
Una vez pierde la hoja, la planta, como todas las caducifolias se "echa a dormir" y no comenzará su actividad hasta el final del invierno. Momento en que notaremos este inicio de la temporada viendo como sus yemas florales (se abren las flores antes que broten las hojas) comienzan a engrosar.
Este sería el mejor momento para podar. Evidentemente este proceso ocurrirá en nuestros jardines dependiendo de dónde esté ubicado. En zonas más cálidas que la mía, a mediados de invierno ya se pueden ver engrosadas estas yemas. En mi caso,  se produce algo más tarde, en marzo aproximadamente. Y esto se retrasa más en años con inviernos como este último que hemos tenido durante el que ha habido unas temperaturas bastante bajas hasta bien avanzado el invierno e incluso todavía se produce alguna helada aunque no sean ni intensas ni prolongadas.
Aunque es hoy cuando cuelgo este artículo, ha sido hace un mes cuando practiqué esta poda de floración. El estar liada con tramitaciones y papeleo me ha impedido colgarlo en su momento pero he pensado que aunque esta poda ya debería estar hecha hace un mes, dado que este año está siendo tan especial y no termina de entrar la primavera, es posible que os pase a algunos de vosotros lo que a mí en mi jardín: que la floración de las glicinias este año se retrasará un poco de hecho la activación de las yemas florales se ha producido este año bastante más tarde que suele hacerlo. De ahí que si vuestra trepadora tiene todavía los capullos de flor sin abrir, podéis sin problema practicar esta primera poda de la temporada.
Os muestro el estado de las yemas de flor cuando yo la podé en marzo.

Si os fijáis en el estado de madurez vemos que recién comenzaron a despegar esa especie de "escamas" que cubren y protegen sus yemas. Si las comparamos con el estado actual claramente en este mes han engrosado muchísimo y empieza a estar próximo el momento de la floración.

No hay prisa en aplicar esta poda de invierno mientras no observemos con claridad que comienza la actividad vegetativa de nuevo.
Dado que hemos ido conteniendo nuestra glicinia durante el verano y otoño, no tendremos ahora una planta excesivamente crecida ni con ramas liadas ya que las eliminamos durante el anterior período vegetativo cortando las ramitas laterales a unos 30/40 cm.
Bien, entremos de lleno en el modo de hacer esta primera poda o poda de floración.
Qué tenemos que hacer ahora, en esta poda de floración? Muy simple. Sencillamente volver a acortar estas ramas laterales que cortamos durante el verano y otoño pasado.

Estos cortes fomentarán el desarrollo de las yemas que hay en el inicio de estas ramitas laterales (en la zona más alejadas a su unión con las principales). Recordemos que lo que nos interesa es tener muchas ramitas secundarias cortas y por tanto cortarlas hará que las propias de la rama secundaria se desarrolle y a la vez, las yemas latentes de las ramas principales también se animen a brotar formando con ello más ramitas laterales.
Miremos un poco más de cerca estos cortes. Comprobaremos antes de volver a cortar las ramitas laterales que a lo largo de ellas se han desarrollado yemas de hoja y yemas de flor.
Permitidme un inciso para los que no leyeron el artículo sobre la poda de limpieza que hicimos en verano: vamos a diferenciar los dos tipos de yemas. Yemas vegetativas (que producirán hojas): Vemos que en este momento del año están sin activar. Todavía permanece en su exterior la capa endurecida que las cubre y protege de las bajas temperaturas. Y es que ya sabemos que las hojas no brotarán en la glicinia en tanto no se produzca la floración. De ahí que no veamos la actividad vegetativa en ellas.

Comparemos las yemas anteriores con estas yemas de flor. Mucho más gruesas, mucho más grandes. Fijaos, las escamitas externas que las cubren están empezando a abrirse para permitir que las flores que guarda en su interior empiecen a desarrollarse. Son aterciopeladas, blanditas... 
Ahora sí distinguimos las yemas vegetativas de las yemas de flor. A que sí? Es fácil porque son absolutamente distintas las unas de las otras!!

Volvamos de nuevo a nuestras ramillas laterales tal como nos las encontraremos justo antes de la poda de invierno.

Y ahora, mis queridos lectores, sabiendo que sois todos muy, muy observadores me diréis "pero si practico los cortes por dónde indicas las rayitas fucsia, estaré perdiendo algunas flores". 

Pues sí, practicando estos cortes perdemos algunos gajos florales. Es cierto. Pero quisiera explicar algo que desde mi punto de vista justifica que los cortes se hagan de manera que al menos se reduzcan a la mitad las ramas laterales que teníamos de la temporada anterior:
Lo primero, considero necesario aclarar que mi glicinia es joven, en realidad hasta que pasan unos cuantos años no estará formada del todoAsí pues, estas primeras temporadas lo que estoy intentando es favorecer el nacimiento de muchas brindillas pero además que estas brindillas empiecen a ramificarse no muy alejadas de la planta.
Aquí podéis observar las pequeñas ramillas ya cortadas y que están empezando a cuajar esa rama principal que recorre la parte superior de la baranda.


Qué ocurría cuando por ejemplo en un rosal trepador practicamos un corte en una rama laterales? Pues que precisamente por la tendencia que todas las plantas tienen, tienden a desarrollar las yemas más próximas al corte y por tanto lo más probable es que las siguientes ramificaciones que surjan de ellas se produzca también en su final. 
Qué pasaría si no cortamos ahora estas ramas y las dejamos a los 30/40 cm del verano? Pues que estaríamos de alguna manera favoreciendo que todo el desarrollo vegetativo se produjera muy alejado de la planta. Es decir, que estaríamos fomentando que nuestra planta engrosara excesivamente. Si nos gusta una gran masa vegetativa hueca, muy separada de las ramas principales no hay problema pero yo personalmente, no quiero que de mi baranda cuelgue un grueso esqueleto de ramas que van a aumentar el peso que soportará la propia baranda y que me separará los racimos florales en los siguientes años cada vez más lejos del esqueleto de la glicinia.
Y por último, cortes más próximos a su unión con las ramas principales, darán lugar a "brindillas" o "espuelas" más ramificadas desde abajo, más cortas. Con los años, lógicamente, como cada vez saldrán más ramillas de estas espuelas, poco a poco se irá formando unas estructuras más largas y alejadas de la planta pero de momento, como mi glicinia es muy joven, aún no las ha desarrollado del todo.
Os muestro una espuela: Podéis ver como poco a poco, año a año, se van ramificando. Si observáis, como he ido cortando bien apuradas las ramillas que han ido surgiendo de sus yemas, se está produciendo una ramificación bastante densa.
Cuando pasen unos años podré mostrar mi propia glicinia ya adulta y bien formada, de momento solo puedo invitaros a que me acompañéis en su formación pero no quiero dejaros sin la oportunidad de observar el resultado que se produciría en el caso de unan glicinia adulta.
Por cierto, olvidaba ya casi mencionar que esta poda hay que hacerla con sumo cuidado. Las yemas florales están empezando a engrosar y son muy delicadas así que manipulemos con cuidado los tallos al cortarlos porque las yemas se desprenden con suma facilidad si no andamos con ojo.
Como soy de la opinión que una imagen vale más que mil palabras, os muestro unas fotografías de unas preciosas glicinias que tienen muchos, muchos años a sus espaldas. No hay que ver más que los gruesos troncos que ascienden sobre los pilares que sostienen el pórtico. Se trata de una planta que crece en un vivero de Madrid que es el que más me gusta de todos!! Y constituye además un claro ejemplo de un perfecto trabajo de poda.

Fijaos en la infinidad de ramas laterales que brotan de las principales que recorren horizontalmente el tejadillo:

Evidentemente esta cantidad de espuelas no se logra en un año ni en dos ni en tres. Es cosa de practicar perfectas podas, a su tiempo y de manera sistemática durante varias temporadas hasta llegar a tener una planta bien formada
Perfectamente conducida. Creciendo por dónde el jardinero quiere que crezca y con tal cantidad de brotes laterales que luego produce una floración digna de pasarse ante ella muchos, muchos minutos y por supuesto, de gozar del magnifico aroma que desprenden tal cantidad de gajos florales a la vez.

Los jardineros que cultivan jardines sin heladas no tendrán el problema del que voy a hablar a continuación. Los que vivimos en las zonas más frías de nuestro país tenemos que llevar algo de cuidado con las bajas temperaturas una vez se empiezan a engrosar las yemas florales.
Las heladas primaverales pueden provocar la desecación de las yemas florales antes de que se produzca la floración. Aunque la planta soporta heladas muy profundas sin perturbación alguna, con las yemas florales no ocurre lo mismo. Heladas profundas pueden provocar incluso que las yemas empezando a abrirse se lacien y caigan antes de abrirse.
Esto pasó la primavera pasada. La mayoría de capullos amanecieron lánguidos y apagados para secarse en pocos días y caer sin llegar a ver las flores.
Aquí los tenéis!! Ya estaban empezando a alargarse...quince días y hubiera florecido espectacularmente. Pues no, veintitantos de marzo y heló...
De manera que la mejor manera, una vez iniciado el engrosamiento de los capullos, para evitar esto es cubrir las ramas con algún tipo de protección que los proteja. Yo he usado una manta térmica.

Cuando practicamos la poda puede ser un buen momento para afrontar la nutrición de nuestra glicinia.
Yo estoy muy interesada en no permitir un desarrollo gigantesco de la planta, de manera que creo que tienen suficiente nitrógeno en el suelo para abastecer de sobra a la glicinia para su crecimiento. Me interesa más bien aportar potasio y fósforo.
Uso por ello como abono el Fosfato monopotásico NPK (0-52-34)

Es frecuente que esta planta sufra de algo de clorosis, de ahí que junto con el fosfato incorpore al suelo quelatos de hierro precisamente para prevenir problema de asimilacion de hierro que menciono.
Como la incorporación de una buena capa de estiércol a todas las plantaciones la hago algo mas avanzada la temporada. Concretamente ahora a finales de marzo o principios de este mes. Es después cuando bajo el acolchado he puesto una generosa capa de estiércol bien maduro que aporta buena cantidad de materia orgánica al suelo, nutriéndolo y llenándolo de vida. Así no se alimenta solamente la planta, sino que se nutre el suelo y se enriquece.
Hace un par de semanas que estoy echado el estiércol al suelo de todas las plantaciones así que metida en faena no recordé hacer fotografía cuando se lo incorporé a la Glicinia. Mis disculpas! 
Bueno, pues podada, protegida de las heladas, nutrida con fosfato de monopotasio, quelatos incorporados y un profundo riego después para, pasados unas semanas más, recibir el estiercol... y esta glicinia está lista para afrontar su próxima floración dentro de muy, muy poco.

Podéis visitar este artículo si queréis información sobre el cultivo de las glicinias: Wisteria (Glicinias). Necesidades y elección de la variedad.
Para consultar de qué manera efectuar la poda de verano (poda de limpieza) este es el vínculo: Cómo se podan las glicinias (Wisteria) en verano. Tutorial.

Feliz lunes, queridos amigos. Un abrazo a todos!! :)
María.

Dos temporadas. Demasiado pronto para elegir la estructura de este Rosa 'Night Owl'

En el penúltimo artículo hablábamos precisamente de que no hay que tener prisa en establecer la estructura de los rosales trepadores muy jóvenes.

Precisamente el otro día vi un ejemplo muy claro de ello cuando me dispuse a defoliar y atar las ramas muy crecidas del rosal que cultivo al otro lado de la puerta del garaje y cuyas rosas combinarán con las de Rosa 'Eden rose 85' que está a la izquierda y de cuya poda tratamos en un artículo muy reciente

Con la idea de mostraros de forma gráfica este asunto me decidí a hacer unas cuantas fotografías de mi Rosa 'Night Owl' (Perdonad la pésima calidad de las mismas pero la luz a aquella hora de la tarde no daba para más).
Un inciso, por si alguno tiene interés en cubrir una pared con rosales y no quiere invertir demasiado dinero en una buena celosía. Un sistema estupendo, rápido de instalar y barato es clavar hembrillas bastante grandecitas cada 50/75 cm y entre ellas tender de forma tensa alambre plastificado fuerte.
Yo he cubierto de esta forma toda la pared este del garaje que tiene más de ocho metros de largo y he dejado unos 40 cm entre hilada e hilada.


Se trata de un rosal que planté en el febrero de 2016. Es decir, que tan solo lleva a cuestas dos floraciones, la del propio 2016 y la de la temporada anterior de 2017. Salvo R. 'Pierre de Ronsard', no tengo en mi jardín un rosal que haya crecido de manera más rápida. Está claro que su ritmo es de vértigo a tenor de cómo se ha puesto en tan solo dos temporadas.

La floración es espectacular. Me encanta este rosal!! Su coloración me resulta muy especial y su simplicidad me parece encantadora. Aquí podéis verlo en flor.y leer algunos comentarios que sobre él escribí la temporada anterior.

Pero una cosa es crecer y otra bien distinta que tenga la madurez suficiente para que establezcamos cuales serán las ramas principales que conformarán el "esqueleto" sobre el que deseamos que florezca los siguientes años.
Por cierto, aprovecho para recordar lo conveniente de no eliminar las últimas rosas del final de la temporada anterior precisamente para permitir que formen escaramujos y finalmente semillas. Es una forma de favorecer que los rosales entren en parada vegetativa y pasen mejor el invierno.
Aquí tenéis el rosal defoliado completamente. Todavía puedo hacer este trabajo de eliminación de las hojas. Supongo que cuando pasen unos años el tamaño que adquiera me lo impedirá.

Echémosle un vistazo: Observad sus ramas, son fuertes y larguísimas. Se diría que tenemos "material" para empezar ya a cubrir la pared que a tal efecto le hemos asignado.

Las apariencias engañan. Vamos a mirarlo con algo más de detenimiento, amigos.

Primero la base. Qué vemos? De entrada un par de ramas que son bastante más débiles que las demás. Con formas bastante retorcidas y feas, muy ramificadas, luego son del primer año (porque si solo tiene dos años el rosal y las que no tienen secundarias son las jóvenes brotadas en la primavera/verano de 2017, luego estas son de la temporada anterior, la de 2016, el año en que se plantó)

Pero además, qué observamos? A la izquierda vemos unas cuantas ramas que brotan desde el suelo. Estupendo!! Eso es lo que precisamos. Ramas que nazcan desde el nivel de plantación.
Como hice con Rosa 'Eden rose 85' iré guiando una rama para "matar" la curva del hueco de la puerta. Prefiero que tenga una apariencia más curva.
Esta pared tiene muchos metros cuadrados. Precisamos bastantes ramas. Para empezar al menos un par para cubrir la parte superior de la puerta del coche, tres al menos para la parte central de la pared y otras tres para todo el lateral derecho que es el más grande.


Qué más vemos? A la derecha ramas nuevas (fijaos en el color verdoso y rojizo de su corteza, en su aspecto liso, nuevo, joven) En esta zona tenemos muchísimas ramas, muy largas, muy fuertes, unas ramas estupendas para poner horizontalmente sobre la pared. Sí, pero no!!

Por qué no nos sirven para conformar de manera definitiva la estructura de la parte derecha de esta gran pared? Tenemos un largo estupendo... Sí, pero fijémonos, estas ramas no brotan de la base, salen de una sola rama y esta ramificación se produce a metro y pico del suelo.
Aclaremos un aspecto que no suele considerarse cuando los rosales son muy jóvenes: elegir ramas teniendo en cuenta que en el futuro sea fácil ir rejuveneciendo el rosal. En un momento explicamos esto porque en mi opinión es de vital importancia.
Las ramas principales con los años van envejeciendo, se lignifican, pierden flexibilidad, cada vez brotan de su base menos hojas y ramas y su floración progresivamente va escaseando.
Estas ramas envejecidas producen a su vez ramas cada vez a más altura. De ahí que sea tan frecuente ver en los jardines rosales trepadores mal podados cuyas ramas larguísimas surgen a gran altura del suelo y en su extremo exponen las únicas flores que producen, mostrando el ejemplar casi desnudo, lignificado y viejo en su mitad inferior. Seguro que habéis visto más de un rosal de esta guisa. A que sí?
Las ramas viejas no son tan productivas como las nuevas, de ahí que cuando pasan cinco o seis años conviene ir pensando en empezar a renovarlas.
Y cómo renovamos una rama? Sencillo, simplemente la cortamos  a unos centímetros del suelo. Con ello estaremos favoreciendo y fomentando que yemas ubicadas más abajo de este corte y que ahora están "dormidas" entren en actividad y produzcan un nuevo brote sano y fuerte que dará lugar a una rama vigorosa que sustituirá a la rama vieja eliminada.
Limitar la poda de un rosal trepador a cortar a tres o cuatro yemas las ramas laterales que surgen de las principales nos conduciría a, con el paso de los años, tener un rosal envejecido. Esto lo podemos hacer los primeros años mientras el rosal todavía es joven pero cuando pasa cierto tiempo, la poda no puede limitarse a ese corte de las ramas laterales.
Por el contrario, llega un momento en que cada año tendremos que ir eliminando una de sus ramas desde abajo de manera que en pocos años (porque generalmente solo conservamos 5/7 ramas) habremos renovado todo el rosal.
Practicar esta renovación prolongará el buen estado del rosal, retardará el envejecimiento de nuestro ejemplar y al tratarse siempre de ramas principales relativamente nuevas, no se nos desnudará el pie del rosal, tendremos brotes, hojas y rosas en toda su extensión y no, como cuando son viejas, en la parte alta del tallo.
Bien, dicho esto, se entiende por qué no me conviene asegurar el cubrimiento de toda la zona derecha de la pared con estas ramas secundarias que veis a cierta altura. Si estas ramas salieran de abajo (del suelo) está claro que sería lo idóneo. Pero no salen del suelo, salen de una sola rama y lo hacen a una altura importante.
Esas ramas producirán progresivamente más ramas secundarias que me servirían para cubrir zonas más altas de la pared pero debo tener en cuenta el problema de la renovación del rosal.
Cuando pasen unos años, este rosal empezará a envejecer. Será la hora de plantearme ir renovando las ramas principales desde el suelo. Qué ocurrirá cuando tenga que cortar este tallo ramificiado en lo alto? Que al cortarlo por su base estaré eliminando una parte importantísima del rosal. Me quedaría con un espacio de pared vacío demasiado grande. Es decir, de una sola rama principal hago depender demasiada parte del rosal.
Esa es la razón por la que debemos procurar formar la estructura del rosal a base de ramas que broten lo más bajo posible, a poder ser, desde el suelo.
De esta manera si cortamos una rama cada pocos años, quitaremos junto con ella todas las ramificaciones que vayan formándose hacia las zonas altas de la pared. Pero siempre será un porcentaje del rosal que no nos obligará a quedarnos con una zona desnuda excesivamente grande. Se entiende. Verdad? :)
Una imagen vale más que mil palabras. He hecho este dibujo muy sencillo que creo que plasma la idea mejor que mis palabras:
El rosal A y el B parecen iguales pero no lo son. En el A todas sus 6 ramas salen del suelo. Cuando en unos años el rosal empiece a envejecer y se tenga que ir eliminando cada año una rama, esta eliminación no conllevará desnudar mucho espacio aunque una de las ramas no esté.
Por el contrario el rosal B aparentemente cubre con igual intensidad la pared sobre la que crece pero solo 4 de sus ramas brotan directamente del suelo. Una de ellas se ramifica más arriba.
Cuando se elimine esa rama dejará un tremendo hueco en la pared.
No siempre será posible tener una estructura ideal. Os mostraba el otro día, en el artículo sobre la poda de uno de mis Rosa 'Eden rose 85' como por suerte, de la base me brotaban un montón de ramas. Cuando esto ocurre es estupendo porque es cuestión de esperar unas pocas temporadas a que el rosal desarrolle y a los tres años o así, empezar a elegir las ramas principales. No tendremos problema alguno porque tenemos muchas desde abajo y por tanto mucho dónde elegir.
Pero claro, no todos los rosales se desarrollan de la misma forma ni tienen la misma capacidad para rebrotar desde su base.
Lo que sí está claro es que  en este caso concreto, en el que el rosal es jovencísimo, elegir ese tallo grueso y ramificado a mucha altura por la inexistencia de otros tallos mejor ubicados sería un error.
Es pronto todavía. Un año más sin podar sitúa al rosal en las tres temporadas. Todo un jovenzuelo!! Voy a esperar a ver cómo se comporta este próximo año. Es posible e incluso probable que, una vez ya ha desarrollado en estos dos años anteriores un buen cepellón, el rosal se dedique a sacar más brotes basales.
Qué voy a hacer entonces en este momento? Nada? No, nada no.
Se me ocurre que dos acciones podrían fomentar ese surgimiento basal que tanto necesito.
Por cierto, a este respecto (el del fomento de brotes basales) tengo pendiente de colgar un articulo sobre el uso de sales de Epsom (Sulfato de magnesio) para este fin. Como anticipo diré que a pesar de que su uso está muy generalizado, de momento no hay muchos estudios que avalen la relación entre este producto y sus resultados.
También me gustaría hablar de otra forma de fomentar el crecimiento de una rama y es el practicar un pequeño corte en una yema, pero esto será también en un próximo artículo. De momento centrémonos en el trabajo de hoy.
De una parte voy a eliminar este par de ramas delgaduchas que surgen de la base. Son débiles y no van a tener una gran producción. Cortarla a ras del suelo espero que fomente el surgimiento de alguna yemas más abajo. A ver si tengo suerte.


De otra parte voy a elevar la altura del suelo que rodea este rosal unos centímetros.
Algunas veces os he comentado que yo siempre planto mis rosales con el punto de injerto hundido. Aunque es un tema polémico y existen muchas discrepancias entre los jardineros (podéis visitar este enlace si tenéis curiosidad) yo personalmente pienso que son más las ventajas que los inconvenientes de hundir el punto de injerto al plantar.
Podéis abrir el artículo de enero del año pasado que escribí sobre este tema: Plantación de rosales: Enterrar el punto de injerto o no? Factores a considerar (II)
De los primeros centímetros de ramas que salen del nudo, al estar rodeados de tierra, suelen brotar raicillas, el rosal termina por formar un cepellón con sus propias raíces y termina por ser un rosal que crece en raíces de su propia variedad en lugar de ser un ejemplar que crece sobre las raíces de la variedad del portainjerto. Este tipo de plantación da como resultado ejemplares que tienen más brotes desde la base en lugar de tener unas pocas que surgen del nudo.
En todos los tipos de rosales esto me parece un beneficio estético dado que forma rosales con formas más naturales a mi juicio; de otra parte el anclaje del rosal al suelo es muy superior al tener una base más ancha y soporta mucho mejor los envites del viento y por último, se trata de un sistema que no genera problemas en climas como el mío o incluso mucho más fríos dado que prácticamente todos los rosales resisten perfectamente la climatología española, incluso de los climas más fríos de nuestro país.
Los beneficios e inconvenientes de crecer un rosal en sus propias raíces podéis leerlos en Rosales injertados versus rosales en sus propias raíces
Por eso voy a echar una buena cantidad de mezcla de sustratos (tierra vegetal bien nutrida, turba rubia, vermiculita, corteza triturada y fibra de coco) de manera que con el nuevo nivel del suelo, los primeros centímetros de estos vástagos queden cubiertos y ayuden a desarrollar las yemas latentes de esta zona a la vez que favorezca que el rosal emita raicillas de su variedad lo que sin duda permitirá que salgan más ramas desde la base.
Esta mezcla a mí me va bien porque mantiene bastante bien la humedad sin permitir el encharcamiento ya que drena perfectamente. Con veranos de temperaturas tan altas como los que se dan en mi jardín, me conviene asegurar que los rosales siempre tienen el nivel de humedad que precisan.

Clavé verticalmente un trocito de madera en la base de las ramas de la izquierda para que vierais como ha subido el nivel del suelo. En la siguiente foto apenas asoma la parte superior de ese trocito de corteza.
Una buena capa de acolchado sobre esta nueva capa de suelo le protegerá en este sentido.
Veremos si el próximo año de la base de estas ramas existentes brotan otros tallos o incluso de las propias raíces que desarrollen durante la siguiente temporada.
De momento lógicamente no voy a eliminar este gran vástago ramificado en lo alto. No me valdría de nada ahora. Disfrutaré de su floración de momento pero teniendo claro que tan pronto disponga de unas cuantas ramas nuevas que hagan la función de principales pero saliendo del suelo o ramificadas desde la parte muy baja de alguna de las ramas que hay ahora, la cortaré por la base.
No importa que pierda tantas ramas. Voy a procurar tener una estructura correcta desde el inicio y si para ello tengo que desprenderme de parte del rosal, lo haré. El futuro desarrollo del rosal será mucho mejor y mis quebraderos de cabeza menores (que también hay que mirar este asunto, no? jajaja)
Feliz día!! Gracias por vuestras visitas y vuestra participación en este blog!

Primera poda de un rosal trepador joven (Rosa 'Eden rose 85') y otras consideraciones

Ayer fue un día precioso. Frío pero con un sol resplandeciente. Ello me animó a afrontar una tarea pendiente y que no podía aplazar demasiado, la primera poda de este precioso rosal.
He dudado algo a la hora de titular este artículo. En efecto hoy hablaremos de la poda de un rosal trepador, en concreto un Rosa 'Eden rose 85' pero esta poda tiene una peculiaridad, nos centraremos fundamentalmente en el establecimiento de cual será la estructura de este rosal en el futuro. Me voy a explicar.
Este Rosa 'Eden rose 85' o Rosa 'Pierre de Ronsard', que de las dos formas se le conoce, lleva plantado en mi jardín desde el diciembre de 2014. Es decir, que ha florecido tres veces (2015, 2016 y 2017). Pero hasta ahora no he querido practicarle una poda estricta. He cortado alguna rama que molestaba al paso, he eliminado flores ajadas...y poco más.

Más de una vez os he comentado que no soy proclive a podar los rosales durante sus primeras temporadas y mucho menos un trepador. Me gusta dejarlos crecer a su aire durante los primeros años, que vayan haciendo su estructura libremente, un poco como ellos quieran...
Estos primeros años sin poda me permiten familiarizarme con el rosal, observar cómo crece, cómo florece, qué tendencias tienen y así, cuando llega la hora de podar, el rosal habrá tenido tiempo de tener una estructura formada de la manera a la que tiende genéticamente y sobre la que será más fácil practicar una poda correcta
Lo contrario, podar desde el inicio, creo que manipula en exceso el rosal, lo conduce o interviene en su crecimiento a veces artificialmente provocando que durante un tiempo crezca en un sentido pero ya se sabe, "la cabra siempre tira al monte" y al final, el rosal, se saldrá con las suyas y acabará creciendo según sea su tendencia natural por mucho que nos afanemos tratando de constreñir su espacio o intentando que se desarrolle de un modo que no le es natural. 
Entiendo la poda como una técnica no de reducción del tamaño si no de limpieza del arbusto/árbol que favorece su salud y que incrementa la floración pero siempre bajo "las leyes" de crecimiento que el rosal imponga, no de las que impongamos nosotros a nuestra conveniencia.
Esa es la razón por la que hasta este invierno no me he planteado una verdadera poda de este rosal.
Pasadas ya tres temporadas, el rosal ha desarrollado ya una estructura. Cuenta ya con largas ramas de suficiente calibre y tamaño como para ser conducidas sobre un soporte, en este caso una celosía. 
En mi clima todavía, a estas altura de febrero, es quizás demasiado pronto para podar los rosales. Es cierto que no podremos retrasarnos mucho porque algunos están empezando a brotar y la mayoría tienen ya las yemas rojas (síntoma de que se están activando y pronto empezarán a abrirse y a desarrollar las hojas) Pero este año está haciendo en febrero un frio tremendo. Se producen heladas intensas con mucha frecuencia. Ya sabemos que la poda fomenta el crecimiento y es peligroso podar en este momento en que hay tantas heladas porque hay el peligro de que con la poda las yemas se animen a sacar brotes y esta vegetación recién nacida, tierna y delicada, es fácil que se congele con las heladas.
De ahí que voy a esperar un poco a que pase estas semanas de temporal de frío y nieve y luego podaré la totalidad de rosales del jardín.
He hecho la excepción con este rosal porque aunque estaba atado a la celosía, lo cierto es que tenía ramas tremendamente largas que se desarrollaron durante el verano/otoño pasados y como está haciendo un viento fortísimo, temía que se rompieran con una ráfaga fuerte. Un rosal trepador es una planta con muchísimo peso que tira con fuerza de cualquier soporte cuando sus ramas son movidas por el viento.
Por su ubicación no es fácil acceder a la parte alta del rosal y teniendo en cuenta que para mí subirme a una escalera es un mal trago porque tengo vértigo, ya que me ponía, me parecía una pérdida de tiempo subirme a una escalera solamente a atar ramas cuando dentro de un par de semanas tendré que volver a subirme a la escalera para podarlo. 
Bien, os pongo una fotografía que evidencia mejor que la siguiente el desarrollo actual de este rosal. Se trata de una foto de noviembre del año pasado. Como podéis comprobar, aunque es un rosal joven, ya ha desarrollado toda una estructura y tiene madera suficiente para establecer cuales serán las ramas que conformarán su esqueleto básico en los próximos años.
Las heladas, el frío, la lluvia... provoca que las hojas vayan cayendo y así estaba este mismo rosal esta mañana cuando me disponía a afrontar el trabajo de su poda.
Para quienes no tengan mucha experiencia en la poda y sea un trabajo que le provoca algo de ansiedad porque no sabe por dónde empezar, me gustaría tranquilizarles. 
Escribí hace unos años un artículo que podéis visitar sobre Cómo se podan los rosales trepadores, además, en concreto, esta poda que explico está aplicada sobre otro Rosa 'Pierre de Ronsard' que cultivé en mi anterior jardín. Creo que este post tiene suficiente detalle y extensión como para justificar que en este de hoy no vaya a explicar algo nuevo en el sentido estricto de la poda. En aquel articulo explicaba como florecen los rosales trepadores, en qué ramas. También aclaraba cómo reconocer qué es una rama principal y cual una secundaría. A cuántas yemas había que cortar las secundarias; por qué era conveniente atar las ramas de este tipo de rosal lo más horizontalmente que se pudiera. En fin, paso a paso y con muchas fotografías os animaba a acompañarme en todo el proceso de la poda con todo detalle.
Todos estos conceptos doy por hecho que los conocemos ya y no voy a pararme hoy a repetirlos de nuevo. Aquellos lectores que desconozcan estos temas les animo a visitar este artículo que le dará una idea bastante buena de cómo podar un rosal trepador.
La poda tiene mucho de lógica y comprobaréis que que teniendo un poco de paciencia, mucho de observación y la firme creencia de que llegar a ser un buen jardinero es un camino largo de aprendizaje lleno de algunos éxitos pero también de muchos fracasos y que solamente equivocándose se aprende... Teniendo esto claro, el podar con soltura y seguridad es cuestión de tiempo, de práctica, de, sobre la base de errores del año anterior poner en práctica las rectificaciones oportunas.
Tranquilos, los rosales son de las plantas más fuertes que hay en el jardín. Como siempre digo, junto con un perro que te perdona siempre, los rosales son seres de floja memoria con relación a nuestros errores de poda. No tengáis miedo, una rama cortada incorrectamente tiene fácil arreglo: a su lado hay infinidad de yemas que en poco tiempo darán lugar a otra rama que sustituirá a la que se cortó mal o cuando no se debía. Será cuestión de esperar una o dos temporadas más y el error cometido ni siquiera vosotros lo veréis.
Eso sí, no os precipitéis. Es mucho mejor leer, ver imágenes, mirar con detenimiento vuestro ejemplar... en definitiva, antes de podar hay que entender. Sí, entender qué estamos haciendo. Por qué estamos cortando esas ramas y no otras y por qué lo hacemos a esa altura y no a una diferente
No se trata de intentar localizar un blog o un libro que dé una "receta" pormenorizada indicando cada corte, cada rama a eliminar... Eso no existe!! Un buen libro o un blog o una página de Internet os explicará de qué manera crece cada variedad de rosal y cuales son las pautas generales de poda de cada grupo pero si cuando podamos no entendemos qué y por qué estamos haciéndolo así, estaremos aplicando reglas de memoria y no entendiéndolas. En todo caso, cada rosal es único. La variedad, la ubicación, el gusto del jardinero... aún teniendo en cuenta unas reglas básicas, siempre habrá pequeñas diferencias de un jardinero a otro y de un rosal a otro.
Hay infinidad de información en libros e Internet sobre este tema. Repito, quien lo desee puede visitar el artículo que os mencioné hace un momento y veréis que es muy fácil comprender en qué ramas florecen los trepadores. 
No hay prisa, no es obligatorio podar hoy que pensábamos hacerlo pero no tenemos claro el asunto. Es mejor aplazar el trabajo unos días y visitar páginas de blogs serios, leer libros, preguntar a amigos con conocimientos suficientes, observar vuestros rosales e incluso si tenéis fotografías de la primavera anterior, serán de gran ayuda. Estas fotografías os "delatarán" aspectos que ahora, queriendo podar sois capaces de ver y que entonces, entusiasmados por la floración, os pasó desapercibidos.
Si precisamos un par de días para tener claro cual es el tipo de crecimiento que tienen los rosales trepadores pero cuando nos disponemos a apretar las tijeras estamos seguros de qué estamos haciendo, habremos ganado mucho y sobretodo nuestro rosal nos lo agradecerá con una espléndida floración la siguiente primavera.
A modo de resumen de aquel artículo del que estoy hablando
* Los rosales trepadores florecen en las ramas secundarias que nacen de las principales. 
* Las ramas nuevas generalmente (crecidas en el verano/otoño anterior) no desarrollan ramas laterales en el mismo año y por tanto solamente florecen en su ápicae (en el extremo final).
* La estructura de un rosal trepador no conviene que esté saturada de ramas principales con 5 ó 6 (a lo sumo 7) tenemos más que de sobra para cubrir una gran extensión de pared. La presencia de demasiadas ramas provoca falta de ventilación y esto a su vez peligro de enfermedades y plagas. Pero además hace mucho más engorrosa la tarea de la poda.
* Es preferible que estas 5/7 ramas principales broten desde el suelo y que no sean producto de ramificaciones ubicadas mucho más arriba y que nacen solamente desde dos o tres ramas que salen desde el suelo. Que salgan desde el suelo permitirá ir renovando el rosal cada año eliminando alguna de sus ramas desde abajo según van envejeciendo sin que el aspecto del conjunto del rosal se resienta.
* Colocar las ramas principales lo más horizontalmente posible fomenta el desarrollo de ramillas laterales (que son las que florecen) y por tanto incrementa la cantidad de rosas durante la floración.
* La forma idónea de colocar estas ramas principales es en abanico. Aunque esto no siempre es posible porque no siempre contamos con paredes de suficiente anchura.
* Y por último: las herramientas (serruchos, navajas, podadoras... siempre deben estar afiladas y escrupulosamente limpias. Es preferible antes de empezar a cortar, lavarlas con agua y jabón. Enjuagarlas y desinfectarlas con alcohol. Esto evitará enfermedades y plagas.

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Bien, comencemos:
Os aconsejo que antes de decidir qué ramas formarán esta estructura de la que hablamos, os paréis a mirar bien el rosal, ver qué ramas están delante y detrás de otras. Pensad en qué zonas queréis cubrir, cuales serán las previsiones de crecimiento la siguiente temporada y en función de ello elegid con qué ramas de las que tenéis ahora os quedáis, hacia qué lado irá cada una y todo ello en función del tamaño y disposición del espacio que tengáis la pretensión de cubrir.
En mi caso, mi pretensión es que este rosal, con el tiempo, cubra buena parte de la fachada sur del garaje (la que se ve la ventana) y se desarrolle también sobre el lateral y la parte superior de la puerta del garaje. Como es patente son muchos metros para llegar a la parte central de la puerta y por tanto tendré que esperar otra temporada más para que las ramas lleguen a esa altura pero ya tengo madera suficiente para establecer las ramas principales y su dirección.
Miremos este rosal. Si en lugar de estar en una esquina como está plantado, creciera en mitad de una pared toda ancha me sobrarían varias ramas pero preciso cubrir dos paredes, así que voy a conservar siete de las ocho ramas que salen del suelo.
Afrontemos en primer lugar la eliminación de las ramas gruesas que nos sobran. Qué rama me sobra? Es esta que coloreo de azul en la siguiente fotografía. Fijaos, está envejecida a pesar de no ser antigua porque nada en este rosal lo es. Seguramente se trata de la rama con la que venía cuando lo planté. Está llena de ramillas que no tienen demasiada fuerza y no tiene suficiente largo. En todo caso tiene una curva abajo que me molesta para colocar las demás. Decido eliminarla.
Tiene ya un calibre como para no poder cortarla con las tijeras de podar. Utilizo para ello un pequeño serrucho curvo
El corte no ha quedado perfectamente limpio por abajo, con una navaja de injertar repaso el borde hasta dejarlo bien pulido.
A continuación aplico masilla cicatrizante para evitar que entren patógenos a través de la herida.
Eliminada!! El material de poda constituye una buena cantera para hacer esquejes para uno mismo o para regalar a los amigos. Rosales más baratos? Imposible!! jejeje
De acuerdo...eliminada la rama que nos sobraba, estas son las ramas que utilizaremos. Partes de ellas para que vayan cubriendo la pared sur y el resto para que ascienda hasta llegar a la parte superior de la puerta del garaje.

Vamos a seguir este trabajo de poda por el lateral, a la fachada sur y elijamos inicialmente tres ramas para que vayan cubriéndola. Luego elegiremos otras dos para la parte más alta de esta misma pared. De momento nos centramos en estas tres más bajas.
Cada maestrillo tiene su librillo. Antes de atar definitivamente las ramas, las ato provisionalmente de forma floja para comprobar si me gusta la posición. Luego, cuando me cercioro de que he elegido bien las ramas y su ubicación aprieto las lazadas o las elimino para reubicar la ramas que esté mal.
Aquí están. Ufff... mucho lío? Es una maraña de ramas? No hay quién se aclare? Ya veréis como no y cómo con paciencia lograremos tres ramas claramente establecidas.
Fijaos en una cosa. Mirad esta fotografía. Esta es la rama que ubicaré en la parte más baja de la celosía. Quiero aprovechar para explicar una cosa muy sencilla pero que creo que conviene saber. 
A ver, repetimos siempre que en la poda de los trepadores cortamos todas las ramas laterales que brotan de las principales. 
Eso es cierto en general. Pero ahora yo  pregunto: Y si era rama principal es demasiado corta y ha florecido en su final de manera que no tiene ya rama apical que le permita seguir creciendo? Nos quedamos con una rama muy corta y un vacío en la pared? Por supuesto que no!!
La rama principal es esta, la que termina en un tocón (pequeño trozo de rama muerta) en la punta de la flecha color azul. 

En teoría las tres ramas que salen en su parte final tendríamos que cortarlas pero en lugar de hacer eso, puesto que esta principal es demasiado corta, lo que haremos es usar una rama de las secundarías y la guiaremos horizontalmente a modo de prolongación de la rama principal. Problema resuelto!! ;)
Eliminaremos las demás secundarias. Bien  ya tenemos lista la primera rama.
Vamos con la segunda rama. Uy! Qué lío, no? No, no es lío alguno. Ya veréis.
Con esta ocurre algo parecido. Fijaos bien. La rama principal tiene su extremo en la flecha verde de la derecha y crece en su extremo formando una curva hacia arriba que además de estéticamente fea, igual que antes, si terminara aquí no tendríamos suficiente largo. Trataremos este último tramo de la rama como si fuera una secundaria y utilizaremos una rama de segundo orden que se ha desarrollado muy larga para usarla de principal (la que llega a la flecha verde de la izquierda).
El resto de esta segunda rama principal la podamos como de costumbre. Cortando a tres o cuatro yemas todas las ramas laterales. Aquí la tenemos ya lista.

Cada jardín tiene sus peculiaridades y no en todos hay que aplicar las mismas técnicas. En el mío, el año pasado observé problemas con insectos que taladraron algunos tallos de rosales. Es un problema grave que de no atajar a tiempo puede conducir a la muerte de un rosal en casos graves. Los insectos entran a través de los cortes y penetran devorando la médula del tallo, depositan sus huevos en el interior excavando túneles que lógicamente deterioran e incluso provocan la muerte de la rama.
En cortes de ramas a partir de 0,75 cm de diámetro yo aplico una gota de cola blanca para taponar la cicatriz y evitar la penetración de los insectos. Esta cola blanca forma una capa protectora. Como es lógico no vale la cola escolar que se elimina con agua. Una pequeña gota que inicialmente es blanca pero que en un rato se vuelve transparente y listo. Es un poco fastidioso ir haciendo esto en todos los cortes de cierto calibre pero, qué remedio. Mejor prevenir que curar!!
Un detalle más que se repite igual en la tercera rama. A esta altura ya no tengo demasiadas ramas. Utilizo una lateral de la tercera rama y no la podo. Me servirá como rama principal para rellenar esta zona.

Vemos pues que aunque las ramas principales no lleguen a tener el largo que necesitamos, una manera de "alargarlas" es utilizar una rama lateral que haya crecido mucho y que brote del extremo de la rama principal. Esta rama lateral nos sirve para prolongar y pasará a ser principal al no ser tratada como secundaria (podada)
Observad que además de estas tres ramas que he comentado he dejado otras dos que las he conducido hacia la derecha para que según vayan creciendo se puedan conducir por encima de las tres anteriores y cubran la parte superior de la celosía
De momento vamos a dejar esta fachada y nos vamos a centrar ahora en las ramas que irán ascendiendo por la pared izquierda de la puerta del garaje. En este caso no podremos tumbarlas porque el ancho de la pared no lo permite. De manera que hasta que lleguen a la altura de la parte superior de la puerta del garaje no podrán adoptar demasiada horizontalidad.
Para colocar las ramas que formarán la estructura de la fachada este del garaje (la de la puerta) he preferido podar hasta abajo todas las ramillas laterales. Para qué? Pues para poder mover mejor las ramas. Poner esta por delante de aquella teniendo delante la menor cantidad de madera posible.


De acuerdo. Observemos qué tenemos en este espacio. Nos quedan cuatro ramas (tres las habíamos utilizado para la otra fachada). Son gruesas, se han desarrollado alejándose del muro. Presentan cierta curvatura. Todo tiene arreglo.


Estamos en un momento decisivo del desarrollo del rosal. Esta primera poda que es la que decidirá las ramas principales es determinante. Por eso es importante ubicar lo mejor posible las ramas incluso en su parte inferior. 
No es bonito un pie tan alejado del muro. Pero además, si dejamos estas ramas muy alejadas, las laterales que desarrollarán estarán aún más distantes de la fachada y probablemente se meterán en la zona de paso de acceso de la puerta. Conviene por tanto "acercarlas" al muro y tratar de corregir la curvatura que presentan.
No podemos enderezar ramas tan gruesas de una atacada. Si las forzamos en exceso nos arriesgamos a que se quiebren. Ataremos bien fuerte en la parte de abajo forzando hasta dónde veamos que resisten. Esta atadura es provisional. Cuando pasen unos días apretaremos el cordel de nuevo y así, dejando trascurrir unos días, paulatinamente iremos acercando las ramas a la pared. Hay que tener paciencia y no forzarlas demasiado rápido. Mejor esperar e ir poco a poco.
A veces por exigencias del espacio, dos ramas coinciden en un punto. En este caso no es aconsejable permitir que rocen la una con la otra. El viento las mueve y las heridas que se producen con las espinas pueden dañarlas y favorecer la entrada de patógenos.
Tan fácil como poner algún tipo de material blando que impida este roce. Yo he usado un trocito de tubo de riego. Et voilà!! La propia presión entre las dos ramas en este caso mantiene el plástico en su sitio.
Otro asunto que no quiero olvidar. Siempre intentamos ir aflojando las ataduras conforme las ramas van engrosando pero a veces se nos pasa alguna. Mirad esta atadura, está provocando un verdadero estrangulamiento en la rama. Fuera!!
Cubrir la parte superior de esta pared no requerirá más que una o dos ramas. Además, por mi problema de vértigo tampoco quiero que llegue a demasiada altura para que no me obligue a subirme a los peldaños más altos de la escalera.
He conducido una rama justo por encima del hueco de la puerta pero no me gusta dejar marcado el ángulo. Prefiero poner alguna rama que "redondee" esta esquina que forma este hueco que lógicamente es rectangular. 
Es posible que alguna de estas ramas que he ubicado casi verticalmente (por exigencias del espacio) las utilice para formar un arco sobre la puerta que separa el huerto de la rampa del coche. Ya veremos.

De momento así he dejado esta tarde el rosal. Están todas las ramas podadas, defoliadas, bien atadas y colocadas... Listas para afrontar el buen tiempo que llegarán antes de lo que pensamos.
Entre este rosal creciendo a lo loco, con ramas desgarbadas y sobresaliendo en exceso de la fachada y este de esta tarde una vez terminado el trabajo de poda y colocación de ramas hay un buen trecho.

Por último, he aprovechado ahora que está todo sin hojas, para, con la manguera a mucha presión, limpiar bien las paredes y las celosías así como para lavar todas las ramas. Algún pequeño nido de insectos así como larvas o huevos que estén pegados, algunos al menos se eliminarán con esta limpieza.

Por supuesto no olvidamos una limpieza escrupulosa del suelo que rodea el rosal. Las hojas que he ido quitando son viejas, algunas seguramente tendrán huevos o insectos en estado larvario y probablemente esporas así que su eliminación conviene para evitar enfermedades y plagas. (No hace falta repetir que este material no debe usarse incorporándolo a las composteras).
Ya sabemos que no está todo el trabajo hecho. Un buen riego en profundidad, la aplicación de la cuarta pulverización con aceite mineral mezclado con oxicloruro de cobre...antes de que comiencen a brotar las hojas. Y no tardaremos en empezar a aplicar los tratamientos contra oídio si tenemos este problema en nuestro jardín.
Ah! Por cierto. Os pasa que con los años las etiquetas que vienen con los rosales cuando los plantamos y que reflejan la variedad terminan perdiéndose o tan quemadas por el sol que no se pueden leer? La identificación de los rosales creo que es asunto importante. Generalmente sabemos de qué variedad se trata pero cuando tenemos muchos a veces dudamos. Verdad' Yo suelo colgar una etiqueta de plástico sobre la que escribo la información del rosal con rotulador indeleble. Ato la etiqueta a una rama que luego me resulte fácilmente visible con un alambre muy muy fino.
Pero en este caso la tarde ha dado para dos cosas más: he logrado sacar una rama con raicillas y que crecía alejada del rosal, así que un nuevo ejemplar!! Y un segundo lo tendré tan pronto arraigue una rama de este rosal que crecía en la base y que he puesto a acodar. Pero esto os lo explico en la próxima entrada, que bastante larga ha quedado esta!! 
Que paséis buen día, queridos lectores!! 

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